Como lo conocí (I)

Ni bien me entregaron el auto dejé a mi papá en mi casa y fui a buscar a Caro para mostrarle mi
nueva adquisición.

Caro es mi mejor amiga desde que tengo memoria. Estamos juntas desde el jardín de infantes y ahora estudiamos la misma carrera.
Puedo decir que no hay momento de mi vida que ella no haya estado conmigo. Sabe todo de mi y yo de ella.
Una sola vez nos peleamos en serio y fue por un hombre.

Ella se había enamorado de un compañero, en la secundaria, y a él le gustaba yo.
Por supuesto le dije que no podía haber nada entre nosotros, que se olvidara, pero Caro no pudo entender que yo no le había dado razones a él para que quisiera estar conmigo.

Caro decía que yo lo había buscado porque estaba celosa de lo que ella sentía por él.

No se...inconscientemente puedo haberlo seducido pero nunca hubiera querido lastimar a mi mejor amiga. Nunca.



Cuando llegué a su departamento ella estaba abajo esperando.Se subió y nos fuimos a zona norte, al río.
Mientras manejaba suena el teléfono. Era Sebastian, enojadisimo porque no había sido el primero en ver el auto.
No me había querido acompañar a comprarlo pero se enojaba por no ser la primer persona a la que se lo iba a mostrar!
Así era Sebastian, contradictorio y egoísta.
Discutimos todo el recorrido hasta llegar al barcito en San Isidro donde íbamos a parar a tomar un té.
Con toda la rabia del mundo le dije que no podía seguir hablando con él y le corté.No podía estar haciendome esto. Por qué quería opacar un momento de mi vida donde era tan feliz.
El siempre debía ser la estrella.

Pobre Caro me escuchó desahogarme asintiendo a todo lo que decía como si tuviera toda la razón del mundo.
Cuando me calmé nos pusimos a hablar de cosas mas entretenidas y de lo que siempre tenemos tela para cortar.Hombres.

Caro no estaba de novia, hacía tiempo ya y todas nuestras fuerzas se centraban en encontrarle al amor de su vida.
Cada vez que salíamos juntas a tomar algo nos sentabamos en una mesa y comenzabamos a escanear el lugar buscando al hombre perfecto.Y esa no fue la excepción.
A una mesa de distancia divisamos dos hombres muy interesantes tomando algo.