lunes, 1 de junio de 2009

El cafecito (continuación)

Traté de cambiar de tema.

No quería que la charla girara hacia Sebastián. No tenía ganas de hablar de él.

Pablo me empezó a contar sobre los preparativos de su casamiento. Justo le había ido a llevar a la suegra unas cartas con los posibles menúes de la empresa de catering que iban a contratar.

Se casaban en cinco meses y estaban algo atrasados. Como la novia se había ido a la costa con sus amigas él había tomado la posta con los preparativos.
Me encantaba escucharlo hablar, era muy divertido y era totalmente adorable cuando hablaba de su mujer.

Me daba mucha envidia. Me hubiera encantado saber que Sebastián hablaba así de mi.

Me contó que salían hace dos años y que el tema del casamiento se había ido dando naturalmente. Aunque él no creía en los papeles quería darles el gusto a su novia y su familia.

Si todos eran felices él también, decía.

Ella ya tenía su vestido, que él obviamente no había visto porque daba mala suerte y su sobrinita iba a llevar los anillos. La iglesia ya estaba reservada y también el salón. Les faltaban cosas importantes como el fotografo y el dj.
Se notaba que la quería a ella pero hablaba del casamiento como algo que le había sido impuesto y que él no discutía.Relataba todo como si se lo hubiera aprendido de memoria para dar lección.

Estuvimos charlando como dos horas hasta que él se dió cuenta que se le hacía tarde para ir a una reunión.
Me dijo que me llevaba hasta mi auto y acepté.
Mientras íbamos en camino me preguntó si trabajaba, yo le conté que a veces lo ayudaba a mi papá en su estudio pero no tenía nada fijo, entonces me dijo que tenía un amigo que estaba buscando a alguien para hacer trabajos administrativos y que si estaba interesada le podía hablar de mi. Me contaba que estaba bueno porque era un estudio de publicidad y era todo bastante desestructurado, con gente joven y que me iba a gustar.

Me dió su mail y me dijo que le mandara un curriculum.
No tenía nada que perder.

8 comentarios:

Paulina dijo...

Y es en ese preciso instante en que dudamos, en que ya no miramos a esa persona igual que al resto, en donde deberíamos ser capaces de darnos vuelta y salir corriendo.
Y acá estamos, siendo esto que somos, haciendo esto que hacemos y sintiendo todas estas cosas que no deberíamos sentir.
Perdón, un comentario con catarsis.
Besos!!!

Alexa dijo...

Bueno, si te quedaste hablando dos horas con él... ya había una señal de que algo podía pasar.

Supongo que le enviaste el mail, ¿no?

:o

La amante dijo...

Paulina, lo peor es que no nos damos cuenta que estamos mirando diferente a esa persona hasta que estamos perdidos.

Alexa,no quiero adelantar pero , obvio, le mandé el mail.

Madie dijo...

No estaba casado aún... más interés me genera saber cómo se va dando todo...

Y eso de no darse cuenta, pasa siempre. Simplemente porque en esos momentos no estamos concentrado en identificar lo que nos pasa... simplemente sentimos.

Beso!

Anónimo dijo...

Es horrible darte cuenta que alguna vez regañaste a alguna amiga o a tu hermana por una situación similar, hasta que de pronto un día...

Te sucede a ti, y te das cuenta que efectivamente la situación no es fácil y/o tiraS pa' lante o simplemente tiras la toalla!!

Y sabes q amante, Siempre PA' LANTE !!!

Lolítica dijo...

Tenés mucha razón en lo que dijiste en mi blog...

Y con respecto a esto... ¿o no que es lindo saber que alguien habla tan adorablemente de vos?

Beso, amor.

Loli.

La amante dijo...

Madie, tal cual, lo dijiste mejor que yo.

Jasvi, odio arrepentirme por cosas que no hice, siempre voy para adelante.

Loli,me encantaría ser mosquito para saber lo que otros hablan de mi, mas si hablan de amor!

Besos!!!!!

Anónimo dijo...

ya see por lo menos como conseguiste tu laburo.!!!

y bueno creo que Sebas no era del tipo de hombres que hablan asi de sus parejas....