lunes, 14 de junio de 2010

Olvidar para seguir

-Lu, que sorpresa! a que se debe tu llamado?- Dijo Agustín divertido
-Me creerías si te dijera que todavía no sé muy bien?
-Jaja, si, te creo...espero que cuando sepas sea por algo bueno...- dijo y escuché de fondo sonido como de restaurant
-Estás ocupado?- dije dudando
-Estoy comiendo con unos amigos, pero decime
-Me gustaría hablar con vos
-Cuando quieras...te dije que te iba a esperar-dijo recordándome la última conversación que habíamos tenido en su oficina
-Ok, mañana, almorzamos...te parece bien?
-Listo, te llamo a éste número?
-Si, llamame.

Por qué? me pregunto hoy y sigo sin saber que responder. Llamarlo a Agustín fue un impulso totalmente instintivo, cómo si todo el dolor que había pasado no existiera.

Al otro día su llamado no se hizo esperar y a la hora nos hallábamos frente a frente en un restaurant chiquito pero con onda en pleno Palermo.

-Linda como siempre- me dijo con su habitual capacidad para el halago y no pude más que sonreir, siempre me había divertido, sus dotes natas de seductor
-Gracias...- contesté mirándolo escéptica

Llamó al mozo y después de pedir una pizza y unas gaseosas me dijo:


-Me sorpendió tu llamado, para bien obvio y me intriga muchísimo la causa-dijo tranquilo, tomando un pan de pizza que nos habían traído de aperitivo


-Que sabés de Pablo?- le tiré sin anestesia pero él ni se inmutó. Quería saber hasta donde sabía de mi relación secreta con el que se suponía, era su mejor amigo


-La verdad? no mucho,aunque creí haber hecho las paces con él después de lo que pasó la relación como que se enfrió, no sé...discutimos un par de veces por boludeces de trabajo y la última vez se exaltó tanto que me terminó diciendo que era un traidor, que no tenía códigos y no sé cuantas cosas más que no tenían nada que ver...creo que nunca me perdonó del todo, pero es problema de él...yo no me caliento más, la realidad es que la cagada se la mandó él, manejó mal la cosas...
-Y vos ayudaste bastante para que salieran mal Agustín, no te vengas a hacer ahora el santo
-No sé si tengo ganas de seguir con este tema Lucila, ya pasó bastante tiempo y cada uno siguió con sus vidas...si querías reunirte conmigo para hablar de ésto desde ya te digo que no me interesa- dijo con un evidente mal humor
-No, tenés razón, yo tampoco quiero seguir con ésto, pasado pisado
-Entonces?
-Te pregunté por Pablo porque no quería que tuvieran problemas de nuevo por mí
-Y por qué debería tenerlos? nadie se puede enojar porque nosotros charlamos pacíficamente mientras almorzamos
-No, es verdad, pero bueno...
-Me vas a decir entonces por qué querías verme?
-Ay Agustín! que insistente! necesita haber una razón? - dije tratando de safar- me di cuenta que en otras circunstancias podríamos haber sido buenos amigos y que todo el quilombo que pasamos nos hizo, que se yo...cortar algo copado, no me gusta estar enojada con la gente y arreglar mi relación con vos es un paso para estar mejor con mi vida
-Ok...digamos que me gusta lo que me decís y te lo tomo como válido
-Ja!, que ceremonioso
-Es que la autoayuda mucho no me llega, pero lo respeto
-Me parece bien
-Entonces todo ésto quiere decir que vamos a ser amigos y que, eventualmente podríamos ir al cine...a cenar...como amigos, obvio
-Si si, como amigos

Agustín es una persona totalmente compradora. Sabe venderse, sabe que decir en el momento justo y sabe como comportarse en cualquier situación. Me había olvidado lo fácil que era charlar con él y la pasé bien el tiempo que nos quedamos ahí.

Al dejarlo para volver a mi trabajo empecé a dudar de mis acciones. No estaba segura de qué quería lograr con todo eso y tenía el presentimiento de que si seguía con ese juego me iba a terminar quemando otra vez.
Había creído que solamente mi reunión con Agustín iba a sanar un poco mi ego roto, que iba a tener una carta que tirar cuando me sintiera dejada otra vez pero no era suficiente y me sentía una idiota por dejarme manejar como un títere mientras Pablo seguía con su vida cómo si nada.
No le hacía mal a nadie que yo siguiera viendo a Agustín alguna que otra vez, es más, me hacía bien a mí y hasta levantaba mi autoestima.

La memoria puede ser muy selectiva y ahora me convenía olvidar los agravios del pasado en provecho de mi torrentoso presente.

10 comentarios:

Laura F. dijo...

Increible, no entiendo como se te ocurrio! Te sirvio de algo al final? Se entero Pablo? Quiero saber más....
Cuando nos adelantas algo del presente?
Te sigo leyendo, besos

lore´s dijo...

te estabas metiendo en la boca del lobo de vuelta!!, besitos =)

La solitaria dijo...

Uh, te estabas metiendo en terreno complicado... que pasó?

Ashiku dijo...

"...digamos que me gusta lo que me decís y te lo tomo como válido", impecable! Agustín sí que la tiene clara.

Anavril dijo...

Coincido con Ashiku...
él si...vos nooooooo

jijijiji

Roger Borratint dijo...

Qué rara sos!!

Mariano dijo...

No termino de entender esa manía de volver y volver con cosas pasadas. Así no che! siempre para adelante

Nekki dijo...

Bueno, puedo entender que quería un quitapenas por la decepción que te llevaste pero, las decisiones por impulso nunca son las mejores-ya lo sabré yo - ojala actualices pronto para saber en que va todo esto...

saludos!

China dijo...

Envidio absolutamente cómo recordás tan bienlas sensaciones, los manejos de tu cerebro, las partes de la historia. quizás ahora lo tenés más claro que antes, seguramente también pueda ser eso.
esta historia cada vez está mejor!!!
te digo la verdad, pensé que te acostabas con Agustín. Es que a mi me pasa que cuando me siento traicionada por alguien que adoro, soy capaz de buscar cariño en otro olvidando el pasado. beso luuuu

Eunice dijo...

no fue muy interesante tu encuentro con agustin..
pero cuentanos mas ke ya estaoy ansiosa.

saludines