Siempre me gustó manejar, hasta antes de aprender a hacerlo.
Creía que cuando me subiera a un auto todo fluiría y sería una gran conductora. Muchos me dirán que por ser mujer eso es imposible y muchas veces no los puedo culpar viendo como manejan mis congéneres pero me siento exenta de tales acusaciones.
Ésta historia comenzó cuando tuve mi primer auto y recuerdo mi sensación de felicidad y libertad. Tenía alas y podía irme al lugar que yo quisiese en el momento que se me ocurriera.
Tuvieron que pasar muchas cosas para que yo hiciera uso de ese recurso.
Aunque no se notase por fuera y mis amigos y familia pensaran que estaba todo bien, por dentro, estaba viviendo un terremoto emocional. Sentía que no había piso bajo mis pies y , a diferencia de hoy que estoy tranquila por estar segura de mi decisión, en ese momento ante la incertidumbre del futuro no podía ver mas que sombras.
Mi cabeza era un remolino de pensamientos nefastos y negativos y ya no me sentía atraída por nada. Ni trabajo, ni salidas con amistades menguaban mi estado de insatisfacción.
Aunque ahora lo vea un poco exagerado, llegué a creer que no había nada que me atara a mi antigua vida y producto de esa creencia tomé la decisión de escapar.
-Pá, puedo hablar con vos?- le dije asomándome a su oficina
-Sí hija, pasá...que necesitás?-me dijo mientras se sacaba sus anteojos y los dejaba sobre su escritorio
-Vos necesitas algo urgente de mí? porque estoy pensando en tomarme unos días
-Mmm, mirá, así que recuerde ahora no hay nada urgente pero igual, cuantos días serían?
-En realidad no sé
-No sabés? pero...a donde vas?
-Creo que al sur, voy a agarrar el auto y voy a bajar, tal vez termine en Ushuaia, ja!-dije tratando sin éxito de distender la conversación
-Pero...por qué vas?- dijo con evidente cara de preocupación. Era mi papá, me conocía y sabía que algo no estaba bien aunque no le contara
-Necesito vacaciones- dije tratando de darle una respuesta coherente y terminar el tema
Me miró largamente y no pude mantener la mirada
-A vos te pasa algo Lucila...primero dejaste la facultad, a tu novio, después dejaste de trabajar acá y te fuiste a hacer algo que no tenía nada que ver con tu profesión
-Tú profesión papá
-Ok, no quiero discutir, no nos vayamos por las ramas- contestó con esa habilidad para llegar a donde quería siempre-estás mal, no sos la misma de siempre, estás apagada, no te veo bien...
No sé que pasó, qué mecanismo en mi cerebro se aflojó que no pude evitar comenzar a llorar. Mi papá se levantó de su asiento y me abrazó
No me pidió mas explicaciones, no sé si me entendió del todo pero se dió cuenta que era algo que necesitaba.
A los dos días partía a la mañana temprano a lo desconocido pero la distancia que me iba alejando de mi lugar y mi pasado no sanaba la herida que me producían los pensamientos tóxicos que me invadían:
Mientras yo manejaba sola hacia el sur Pablo estaba de luna de miel en el Caribe con su nueva esposa.
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12 comentarios:
Estrellada:nada mejor que despejar la mente y cambiar de aires.. te sigo.
Estrellada.
Siempre creí que era la ventaja de tener auto, eso de sentirse libre y no verse atado a nada es algo que me conquista profundamente.
Me enganché con tu historia, me parece que voy a pasar seguido por acá.
Un beso.
Que bueno poder huír así...
Que lindo es el sur, no podias huir a un lugar mejor! Hasta donde llegaste? Hay algo que me intriga mucho-de chusma que soy-, no se si podras contestar sin adelantar la historia, pero que haces ahora? Entiendo que dejaste la abogacia y no retomaste.
Saludos
si hay algo q me relaja y me saca todos los problemas de la cabeza es agarrar el auto e irme a la mierda...
generalmente termino en lugares conocidos porq manejo de memoria y el inconciente me lleva por los mismos caminos!!!
Asi y todo me despejo mal....
A veces mejor solo que mal acompañado, y yo esos viajes tmb prefiero hacerlos solo!!
al menos tenes la posibilidad de tomarte unos largos dias, tenes auto, sabe smanejar....es mucho, ve el vaso lleno!
ponete las pilas!
Estrellada, es verdad, no hay nada mejor que estar despejada y tranquila
Lau, creo que cuando tuve el auto fue la primera vez que me sentí adulta, era libre de ir a cualquier lugar que quisiera sin dar explicaciones
Soli, si, no siempre es tan simple
Laura, la abogacía no era para mí, no pude darle el gusto a mi papá, después ya iré contando para que profesión me fuí
Nico, la verdad es toda una experiencia hacer esos viajes y no sé si ahora lo haría, por lo menos no me iría tan lejos, sino a lugares conocidos como vos decís
Chil, si, como decía no es tan simple escapar así, nos atan muchas cosas a nuestra vida rutinaria
De repente llegue al post mas actual, muy lindo como excribis, como metes pedazos de reflexion en medio, como mezclas presente y futuro. te felicito y sigo leyendote!
Saludos
hola lucila!! me encanta tu blog, me lo lei todo en dos dias!! me siento un poco identificada porq vivi una historia parecida. Hace poquito que opte quedarme con lo que seria diego en tu historia. Pero es distinto mi caso. Quiero seguir leyendo!! mucha intriga! te deseo lo mejor!! para mi igual deberias estar con pablo!! besotes
anii
Debe estar bueno irse sola al sur, te debés sentir re libre y paradojicamente no es lo que buscabas en ese momento pero sí ahora.
Beso!
Estoy de acuerdo, nada hace mejor que cambiar de aire unos cuantos dias. TE renueva la cabeza.
Saludos mujer!
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