La ex

Antes de ayer por la noche fuí a cenar a la casa de la familia de Diego.
Como siempre me trataron como una reina, me dijeron que estaba divina con mi vestido, se acordaban mis gustos de helado preferido y lo habían comprado y volvieron a reir con la historia de mi segundo nombre (no insistan, nunca la contaré)

Charlamos hasta pasada la medianoche, especialmente sobre el cercano casamiento de la hermana. Diego por supuesto está muy contento por ella y por su cuñado que lo conoce hace casi diez años pero sé, porque me contó después mientras me llevaba a mi casa, que todo ésto también le trae un sabor amargo.

Alguna vez conté un poquito de su historia, vivió dos años con una chica pero la realidad es que entre idas, vueltas y noviazgo se conocen hace mucho mas tiempo. La ex de Diego era o mejor dicho es la mejor amiga de la hermana.

Conocí su historia antes de empezar a salir con él, hablábamos horas y él descargaba conmigo todo el dolor que tenía por la separación. Algo de eso me atrajo, tal vez ver a un hombre sufrir así por amor me sedujo o quizás la idea de que alguien pudiera alguna vez amarme y hablar con esa pasión de mí.

Hace un tiempo había dejado de hablar de ella y se había compenetrado en nuestra relación, pero ahora no lo veo bien.
Parece, y la verdad es que creo que está mal, que la ex en cuestión va a venir al casamiento de la hermana de Diego. Sé que ella lo habló con él y que le preguntó que le parecía que la invitara, que deseaba tener a su mejor amiga cerca en un día tan especial y él por un lado creyendo haberlo superado y por otro no queriendo tirar abajo las ilusiones de su hermana le dijo que no había problema.

No sé que va a pasar, pero de alguna manera sé que ésto lo afecta y es una prueba que va a tener que superar.

Todos tenemos nuestra existencia dividida por penas de amor. Piensen,si tuvieran que sintentizar el relato de su vida, a que le darían mas preponderancia? A su primer auto? a cuando se cayeron de la bici? Hasta recibir el título de una carrera puede quedar opacado por "esa" persona que nos marcó el alma con una cicatriz imborrable.

Yo nunca podría contar mi vida sin nombrar a Pablo, a Sebastián y hasta algún noviecito que me partió el corazón en la secundaria. Vivimos para amar y una vida sin penas de amor no es vida, lo importante es poder superarlas y transitar el camino hacia una nueva historia que nos haga felices, o no...