No lo imaginaba, no lo ví venir.
Agustín siempre fue para mí, y voy a decir algo muy feo, un recurso. Un recurso para olvidarme de Pablo desde el principio, un recurso para perderme en mis partes oscuras sin sentir, un recurso para tener el mejor sexo sin detenerme en el amor.
Creía haber sido sincera con él en palabras y en acciones. Por supuesto la pasaba bien y era yo misma sin restricciones. No me importaba si él llegaba a mi casa y yo estaba en jogging, si se iba antes de que yo me despertara después de pasar la noche juntos, no me inquietaba en lo mas mínimo sino me llamaba en dos días. Agustín era la libertad, la mente en blanco, el limbo. No necesitaba seducirlo, no me esforzaba porque no viera mis malos momentos.
Tampoco lo veía como un amigo. No le contaba ni se me ocurría ni siquiera abrir mi corazón para expresarle mis pesares. Mi relación con él estaba limpia de emociones, por lo menos de mi parte.
Como pude dejar que eso pasara? no estaba en mis planes ni preparada para una declaración de ese nivel.
Si lo usaba? no lo creo, o mejor dicho, hasta ese momento no me parecía. Tenía la idea de que las cosas estaban claras y que yo era para él lo mismo que él para mí.
Se me estrujó el corazón al saber lo que él sentía y no era para nada una sensación que deseaba tener en ese momento después de lo que había hablado con Pablo. No quería lastimarlo porque sabía, por experiencia propia, que la imposibilidad del amor resquebraja hasta los corazones mas duros.
Antes de que pudiera esbozar una palabra me tomó la mano y me dijo
-Esperá, no digas nada ahora...prefiero que no lo hagas, quiero que pienses tranquila en lo que te dije y que lo asimiles...sé que no lo esperabas pero tenía que decírtelo porque no podía más.
Me besó con un beso fuerte, apasionado, lleno de un deseo que a la vez esforzaba con reprimir y yo me dejaba llevar, como siempre, cerrando mi mente y disfrutando sólo del placer físico que él me daba.
De repente como si se hubiera acordado de algo se separó y se incorporó de nuevo en su asiento.
-Mejor vayamos- me dijo arrancando el auto-mañana me tengo que levantar temprano y tampoco quiero embrollarte más, mejor que hoy durmamos separados
Me dejó en mi casa y aunque traté de decirle algo me tapó la boca con un beso de despedida, sonrió y me dijo
-Dale, no me tientes, mañana hablamos.
De más está decir que entré a mi casa y me tiré en el sillón con la cabeza dando vueltas como una calesita y no pude pegar un ojo en toda la noche.
La situación me superaba desde todos los ángulos y honestamente no sabía que iba a hacer.
jueves, 4 de noviembre de 2010
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Ilógicamente inesperado
Su pregunta me tomó ilógicamente desprevenida. Instintivamente miré por la ventana hacia adentro y después lo miré a Pablo que esperaba con un signo de interrogación en su mirada.
Podría haber dado un golpe certero en la mitad de su pecho si le decía la verdad. Podría haberme vengado de todas las noches de espera, de todas las lágrimas derramadas, de todo el tiempo perdido. Podría haber disfrutado. Podría haberme liberado de las cadenas que me unían a él si sólo hubiera pronunciado el nombre de Agustín.
Pero no. No lo hice.
-Hay alguien Pablo...y prefiero que no nos vea juntos
-Ok...entiendo
-Entendes?- dije incrédula
-No...pero que querés que te diga? no estoy en condiciones de reclamarte nada
-No, la verdad que no...- dije mirando al suelo
En ese instante sonó mi celular con el nombre de Agustín brillando en la pantalla
-Tengo que irme- le dije poniéndome de pie sin contestar el llamado
-Es él?
-Si, me tengo que ir
-Decile que te sentías mal y que te fuiste a tu casa- dijo levantándose y tomándome del brazo- tenemos que hablar, tengo que decirte muchas cosas, quiero que estemos juntos Lucila, no quiero volver a perderte, por favor...
-Ahora no Pablo, miles de veces me prometiste lo mismo y acá estamos. Si estás seguro de lo que decís...
-Nunca estuve tan seguro...- dijo vehementemente
-Entonces esperame ahora vos a mí....- dije y solté su mano de mi brazo.
Caminé sin mirar atrás y cuando estuve frente a Agustín le pedí que me llevara a mi casa urgente.
Camino a mi departamento en el auto no podía dejar de pensar en lo que había pasado. En lo que Pablo había dicho. Me sentía una estúpida creyendo que él podía cambiar, que tal vez ahora iba a ser diferente. Trataba de organizar sus frases y buscaba aunque sea, un pequeño indicio de verdad. Sabía que no iba a tardar en llamarlo, me conocía y me iba a tener que cortar las manos para no marcar su número dentro de las 24hs.
Mientras, Agustín hablaba y yo asentía con frases hechas, con la mirada perdida en la calle y las luces. Creo que ni siquiera me dí cuenta cuando frenó el auto, así de ensimismada estaba en el análisis de lo que había pasado y lo que iba a suceder.
Sólo reaccioné cuando sentí la mano de Agustín en mi nuca, tratando suavemente que lo mirara.
-Escuchaste lo que dije Lu?
Lo miré confundida tratando de adivinar en sus ojos lo que esperaba que le dijera
-Que te amo nena...eso te dije...
Podría haber dado un golpe certero en la mitad de su pecho si le decía la verdad. Podría haberme vengado de todas las noches de espera, de todas las lágrimas derramadas, de todo el tiempo perdido. Podría haber disfrutado. Podría haberme liberado de las cadenas que me unían a él si sólo hubiera pronunciado el nombre de Agustín.
Pero no. No lo hice.
-Hay alguien Pablo...y prefiero que no nos vea juntos
-Ok...entiendo
-Entendes?- dije incrédula
-No...pero que querés que te diga? no estoy en condiciones de reclamarte nada
-No, la verdad que no...- dije mirando al suelo
En ese instante sonó mi celular con el nombre de Agustín brillando en la pantalla
-Tengo que irme- le dije poniéndome de pie sin contestar el llamado
-Es él?
-Si, me tengo que ir
-Decile que te sentías mal y que te fuiste a tu casa- dijo levantándose y tomándome del brazo- tenemos que hablar, tengo que decirte muchas cosas, quiero que estemos juntos Lucila, no quiero volver a perderte, por favor...
-Ahora no Pablo, miles de veces me prometiste lo mismo y acá estamos. Si estás seguro de lo que decís...
-Nunca estuve tan seguro...- dijo vehementemente
-Entonces esperame ahora vos a mí....- dije y solté su mano de mi brazo.
Caminé sin mirar atrás y cuando estuve frente a Agustín le pedí que me llevara a mi casa urgente.
Camino a mi departamento en el auto no podía dejar de pensar en lo que había pasado. En lo que Pablo había dicho. Me sentía una estúpida creyendo que él podía cambiar, que tal vez ahora iba a ser diferente. Trataba de organizar sus frases y buscaba aunque sea, un pequeño indicio de verdad. Sabía que no iba a tardar en llamarlo, me conocía y me iba a tener que cortar las manos para no marcar su número dentro de las 24hs.
Mientras, Agustín hablaba y yo asentía con frases hechas, con la mirada perdida en la calle y las luces. Creo que ni siquiera me dí cuenta cuando frenó el auto, así de ensimismada estaba en el análisis de lo que había pasado y lo que iba a suceder.
Sólo reaccioné cuando sentí la mano de Agustín en mi nuca, tratando suavemente que lo mirara.
-Escuchaste lo que dije Lu?
Lo miré confundida tratando de adivinar en sus ojos lo que esperaba que le dijera
-Que te amo nena...eso te dije...
domingo, 31 de octubre de 2010
Sabés....
Lo conozco.
Sé que estaba pensando y fué por eso que me estremecí. La sangre me subió a la cara como un volcán y no pude ocultar mi turbación.
Sin prestar atención a la persona que tenía al lado se acercó sin quitar sus ojos de los míos.
Como no me dí cuenta? como no se me ocurrió que era lo más probable en el mundo encontrármelo en un lugar así? como explicarle?
Instintivamente miré hacia mi costado para buscar a Agustín, no podía verme con él.
-Que hacés acá?-me dijo acercándose tanto que pude sentir el calor de su cara junto a la mía
Lo miré con la mente en blanco, no había excusas que afloraran a mi mente. Sobre su hombro vi a Agustín que hablaba con un grupito de snobs.
-Vení, vamos para afuera que quiero tomar un poco de aire- le dije tomándolo de la mano y arrastrándolo hacia un patio bastante alejado.
-Que casualidad, no?- le dije apoyándome sobre la reja de una ventana dando la espalda al salón principal.
Sólo dos parejas nos acompañaban pero ninguna de las dos parecían prestarnos atención.
Busqué un encendedor para prender un cigarrillo intentando disimular el temblor de mi mano pero él me lo sacó de la boca y lo tiró a un cantero que tenía a su lado.
-Sabés que no me gusta que fumes- repitió como tantas otras veces
Lo miré desafiante, con todo el rencor que ese tiempo había acumulado en el pecho.
-Y por qué pensás que me importa lo que a vos te gusta?- le dije conteniendo la ira que amenazaba con estallar
Me miró sin inmutarse y casi en el tiempo que dura un pestañeo se acercó y me besó cómo sólo él sabía hacerlo. No pude evitarlo, no pude esquivarlo ni separarme. Ahí era donde yo hubiera querido vivir toda mi vida, en sus brazos, en su boca.
-No puedo estar lejos tuyo Lucila, te juro que no puedo- me dijo a un centímetro de mis labios
Volvió a besarme y un torbellino de emociones me envolvió como antes, como siempre.
Me separé despacio con mi mano sobre su pecho y me senté en el cantero buscando de nuevo el encendedor y mis cigarrillos pero me quedé a medio camino cuando tuve que tapar mi cara porque las lágrimas comenzaban a brotar profusas sobre mis mejillas.
-No puedo Pablo...te das cuenta que me estás matando?- le dije sin mirarlo
-Te extraño Lucila- dijo sentándose a mi lado- no respondés mis llamados, mis mails...después pienso que está bien, que es mejor, pero te vuelvo a ver y...
-Vos solo me hacés sufrir entendes?
-Te pensas que yo no sufro? que te quiero joder? no hay un día que no piense en vos
-Vos elegiste Pablo y no precisamente a mi
-Siempre te elijo a vos pero sabés que no es fácil...
-Ay Pablo!
-Pará...no quiero seguir hablando acá, vayamos para tu casa, hablemos tranquilos
-No puedo
-Por qué?
-....
-Que pasa Lucila?...
-...
-Estás con alguien???
Sé que estaba pensando y fué por eso que me estremecí. La sangre me subió a la cara como un volcán y no pude ocultar mi turbación.
Sin prestar atención a la persona que tenía al lado se acercó sin quitar sus ojos de los míos.
Como no me dí cuenta? como no se me ocurrió que era lo más probable en el mundo encontrármelo en un lugar así? como explicarle?
Instintivamente miré hacia mi costado para buscar a Agustín, no podía verme con él.
-Que hacés acá?-me dijo acercándose tanto que pude sentir el calor de su cara junto a la mía
Lo miré con la mente en blanco, no había excusas que afloraran a mi mente. Sobre su hombro vi a Agustín que hablaba con un grupito de snobs.
-Vení, vamos para afuera que quiero tomar un poco de aire- le dije tomándolo de la mano y arrastrándolo hacia un patio bastante alejado.
-Que casualidad, no?- le dije apoyándome sobre la reja de una ventana dando la espalda al salón principal.
Sólo dos parejas nos acompañaban pero ninguna de las dos parecían prestarnos atención.
Busqué un encendedor para prender un cigarrillo intentando disimular el temblor de mi mano pero él me lo sacó de la boca y lo tiró a un cantero que tenía a su lado.
-Sabés que no me gusta que fumes- repitió como tantas otras veces
Lo miré desafiante, con todo el rencor que ese tiempo había acumulado en el pecho.
-Y por qué pensás que me importa lo que a vos te gusta?- le dije conteniendo la ira que amenazaba con estallar
Me miró sin inmutarse y casi en el tiempo que dura un pestañeo se acercó y me besó cómo sólo él sabía hacerlo. No pude evitarlo, no pude esquivarlo ni separarme. Ahí era donde yo hubiera querido vivir toda mi vida, en sus brazos, en su boca.
-No puedo estar lejos tuyo Lucila, te juro que no puedo- me dijo a un centímetro de mis labios
Volvió a besarme y un torbellino de emociones me envolvió como antes, como siempre.
Me separé despacio con mi mano sobre su pecho y me senté en el cantero buscando de nuevo el encendedor y mis cigarrillos pero me quedé a medio camino cuando tuve que tapar mi cara porque las lágrimas comenzaban a brotar profusas sobre mis mejillas.
-No puedo Pablo...te das cuenta que me estás matando?- le dije sin mirarlo
-Te extraño Lucila- dijo sentándose a mi lado- no respondés mis llamados, mis mails...después pienso que está bien, que es mejor, pero te vuelvo a ver y...
-Vos solo me hacés sufrir entendes?
-Te pensas que yo no sufro? que te quiero joder? no hay un día que no piense en vos
-Vos elegiste Pablo y no precisamente a mi
-Siempre te elijo a vos pero sabés que no es fácil...
-Ay Pablo!
-Pará...no quiero seguir hablando acá, vayamos para tu casa, hablemos tranquilos
-No puedo
-Por qué?
-....
-Que pasa Lucila?...
-...
-Estás con alguien???
jueves, 2 de septiembre de 2010
En que andás colgada?
La verdad es que no los quiero dejar así, siempre me acuerdo de ustedes pero no sé que pasa que me cuesta horrores ponerme a escribir. No voy a dejar la historia inconclusa pero necesitaba y necesito concentrarme un poco en varias cosas que tengo en la cabeza. Estoy terminando un trabajo que me lleva mucho tiempo y ni puedo unir dos pensamientos cuando llega la noche y me siento en la compu.
Banquenme unos días mas cuando esté mas tranquila y (no prometo porque no me quiero quemar) voy a tratar de seguir.
Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Banquenme unos días mas cuando esté mas tranquila y (no prometo porque no me quiero quemar) voy a tratar de seguir.
Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
lunes, 9 de agosto de 2010
Seis meses en la vida
Ya no tenía rumbo, ni me interesaba. Mis acciones se iban a dejar llevar por mi estado de ánimo del día.
Que importa cuanto pensara, cuanto calculara si no iba a poder nunca obtener lo que deseaba.
Pablo se había guardado en un bolsillo las últimas ilusiones que me quedaban y Agustín llegaba como un virus a un cuerpo sin defensas.
Estaba cansada de sufrir, mejor dicho, exhausta. Los hermosos recuerdos con Pablo ya no eran tales y se habían convertido en un dolor constante en el centro del estómago, como una puntada crónica.
Muy a mi pesar empecé a espaciar mis llamadas a su celular y aprendí, no sin una angustia terrible a no contestar sus intentos de comunicación. A veces cuando me encontraba con la guardia baja, abría la puerta de mi departamento y no había fuerza que evitara que me desarmara ante su presencia.
Hay un tema de Alejandro Sanz que al escucharlo me hace remontar a mi historia con Pablo, especialmente en una oración que dice: "Me besas y me hundo y sé, que nadie en este mundo entendería, por qué queremos volver"
(No se la pierdan, si tienen tiempo escúchenla, es hermoso éste tema y tiene otra versión que es muy linda también)
Pero cuando se iba, como siempre, me odiaba a mí misma por ser tan débil y creer que todo podía cambiar y ser diferente.
Al mismo tiempo mis encuentros con Agustín se hicieron más frecuentes. Con él me dejaba llevar.
Es increíble como el amor nos limita, nos deja indefensos, nos gobierna.
Yo no sentía nada por Agustín y por esa misma razón me sentía tan bien con él. No me sentaba al teléfono a esperar su llamada, no me paralizaba horas pensando donde estaba y que estaba haciendo. No me importaba en lo más mínimo que pensaba de mí y eso me liberaba.
Cualquier hora, día y lugar eran buenos para vernos y tener sexo. Salíamos a los mejores boliches de Buenos Aires e íbamos a las fiestas más exclusivas. Acostarme de día un fin de semana y hasta días de semana era común. Muchas veces me despertaba en su cama sin entender bien como había llegado hasta ahí.
La verdad no me arrepiento para nada de esa época de arrebatos, me divertí a lo grande y tengo anécdotas super divertidas como una vez que en una super fiesta en un barrio cerrado, terminamos todos en la piscina vestidos....pero de otra casa. Varios terminaron en la comisaria, yo por suerte pude escapar a tiempo.
Al principio Agustín había intentado llevar la relación a un punto más serio pero yo no estaba en condiciones ni siquiera a pensarlo. Sé por boca de él que salía con otras mujeres aunque no sé si era verdad o lo decía para ver cómo reaccionaba.
Habremos estado boyando en ese limbo que me había creado unos seis meses. Tenía como tres vidas paralelas.
A veces Pablo con mi angustia a cuestas, muy seguido Agustín con sus fiestas eternas y mi vida tranquila y seria estudiando diseño de interiores con Caro mientras trabajaba en un estudio de abogados.
Nada dura para siempre, ni lo bueno ni lo malo. Tanto torbellino de sensaciones me había hecho olvidar mi realidad, había perdido el eje y no tenía medida.
Una noche como cualquiera Agustín me llamó para ir a un evento de una marca a la cual ellos le habían armado una campaña. Era usual que yo lo acompañara a cuanto festejo hubiera y en ningún momento se me ocurrió pensar en donde me estaba metiendo hasta que después de una hora de estar en el lugar, con la tercer copa de champagne por la mitad en mi mano, riéndome por un chiste tonto que me había hecho el Ceo de una compañía internacional con claras intenciones de llevarme a su cama, giré mi cabeza para buscar a Agustín con la mirada pero no fue a él al que vi, sino por supuesto a Pablo...a quien mas?
Que importa cuanto pensara, cuanto calculara si no iba a poder nunca obtener lo que deseaba.
Pablo se había guardado en un bolsillo las últimas ilusiones que me quedaban y Agustín llegaba como un virus a un cuerpo sin defensas.
Estaba cansada de sufrir, mejor dicho, exhausta. Los hermosos recuerdos con Pablo ya no eran tales y se habían convertido en un dolor constante en el centro del estómago, como una puntada crónica.
Muy a mi pesar empecé a espaciar mis llamadas a su celular y aprendí, no sin una angustia terrible a no contestar sus intentos de comunicación. A veces cuando me encontraba con la guardia baja, abría la puerta de mi departamento y no había fuerza que evitara que me desarmara ante su presencia.
Hay un tema de Alejandro Sanz que al escucharlo me hace remontar a mi historia con Pablo, especialmente en una oración que dice: "Me besas y me hundo y sé, que nadie en este mundo entendería, por qué queremos volver"
(No se la pierdan, si tienen tiempo escúchenla, es hermoso éste tema y tiene otra versión que es muy linda también)
Pero cuando se iba, como siempre, me odiaba a mí misma por ser tan débil y creer que todo podía cambiar y ser diferente.
Al mismo tiempo mis encuentros con Agustín se hicieron más frecuentes. Con él me dejaba llevar.
Es increíble como el amor nos limita, nos deja indefensos, nos gobierna.
Yo no sentía nada por Agustín y por esa misma razón me sentía tan bien con él. No me sentaba al teléfono a esperar su llamada, no me paralizaba horas pensando donde estaba y que estaba haciendo. No me importaba en lo más mínimo que pensaba de mí y eso me liberaba.
Cualquier hora, día y lugar eran buenos para vernos y tener sexo. Salíamos a los mejores boliches de Buenos Aires e íbamos a las fiestas más exclusivas. Acostarme de día un fin de semana y hasta días de semana era común. Muchas veces me despertaba en su cama sin entender bien como había llegado hasta ahí.
La verdad no me arrepiento para nada de esa época de arrebatos, me divertí a lo grande y tengo anécdotas super divertidas como una vez que en una super fiesta en un barrio cerrado, terminamos todos en la piscina vestidos....pero de otra casa. Varios terminaron en la comisaria, yo por suerte pude escapar a tiempo.
Al principio Agustín había intentado llevar la relación a un punto más serio pero yo no estaba en condiciones ni siquiera a pensarlo. Sé por boca de él que salía con otras mujeres aunque no sé si era verdad o lo decía para ver cómo reaccionaba.
Habremos estado boyando en ese limbo que me había creado unos seis meses. Tenía como tres vidas paralelas.
A veces Pablo con mi angustia a cuestas, muy seguido Agustín con sus fiestas eternas y mi vida tranquila y seria estudiando diseño de interiores con Caro mientras trabajaba en un estudio de abogados.
Nada dura para siempre, ni lo bueno ni lo malo. Tanto torbellino de sensaciones me había hecho olvidar mi realidad, había perdido el eje y no tenía medida.
Una noche como cualquiera Agustín me llamó para ir a un evento de una marca a la cual ellos le habían armado una campaña. Era usual que yo lo acompañara a cuanto festejo hubiera y en ningún momento se me ocurrió pensar en donde me estaba metiendo hasta que después de una hora de estar en el lugar, con la tercer copa de champagne por la mitad en mi mano, riéndome por un chiste tonto que me había hecho el Ceo de una compañía internacional con claras intenciones de llevarme a su cama, giré mi cabeza para buscar a Agustín con la mirada pero no fue a él al que vi, sino por supuesto a Pablo...a quien mas?
domingo, 1 de agosto de 2010
Donde estuve
Si, ya sé...soy una irrespetuosa. Siempre odié los blogs de historias donde te dejan colgado y me convertí en uno.
Perdón,perdón,perdón,perdón y mil veces perdón.
Ya ni sé por donde iba.
Chicos, pasaron muchisimas cosas en mi vida, no se imaginan...
Necesité un tiempo para pensar en mi presente y dejar de pensar en el ayer, pero uno nunca puede dejar su pasado, está ahí, imborrable y no sólo estaba escrito en éste blog sino marcado a fuego en mi cabeza.
Voy a tratar de ordenar mis ideas y ver si las puedo plasmar en este espacio. Estamos lejos en la historia de mi actualidad por lo que capaz voy a ir un poco más rápido, sino va a ser la historia sin fin!
Se acuerdan de Martín? el "famoso"? ...está mas loco que una cabra y cómo yo no me quedo atrás fuimos el dúo dinamita. Sacó lo peor de mí...y yo que pensé que Agustín había ganado con creces ese galardón.
Para variar Pablo está en el medio de todo, como siempre y fue el principal culpable de mi alejamiento de Martín.
Pero hasta acá voy a contar hoy porque así no van a entender nada. Ven? me tengo que ordenar urgentemente recién ahí voy a poder relatar lo que pasó.
No me odien!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ya tengo varios haciendo fila para eso...
Perdón,perdón,perdón,perdón y mil veces perdón.
Ya ni sé por donde iba.
Chicos, pasaron muchisimas cosas en mi vida, no se imaginan...
Necesité un tiempo para pensar en mi presente y dejar de pensar en el ayer, pero uno nunca puede dejar su pasado, está ahí, imborrable y no sólo estaba escrito en éste blog sino marcado a fuego en mi cabeza.
Voy a tratar de ordenar mis ideas y ver si las puedo plasmar en este espacio. Estamos lejos en la historia de mi actualidad por lo que capaz voy a ir un poco más rápido, sino va a ser la historia sin fin!
Se acuerdan de Martín? el "famoso"? ...está mas loco que una cabra y cómo yo no me quedo atrás fuimos el dúo dinamita. Sacó lo peor de mí...y yo que pensé que Agustín había ganado con creces ese galardón.
Para variar Pablo está en el medio de todo, como siempre y fue el principal culpable de mi alejamiento de Martín.
Pero hasta acá voy a contar hoy porque así no van a entender nada. Ven? me tengo que ordenar urgentemente recién ahí voy a poder relatar lo que pasó.
No me odien!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ya tengo varios haciendo fila para eso...
miércoles, 7 de julio de 2010
Disyuntiva
-Caro!...
-...mnñhola....
-Estabas durmiendo?
-Msi...ayer me quedé hasta tarde estudiando...pasó algo? donde estás?
-En el laburo, en el baño...necesito contarte algo
-Que pasa Lu? querés que nos veamos?
-No no, necesito hablarlo ya, podés hablar?
-Si! contame mientras me levanto y me hago un té
-Estoy perdidísima Caro, cuando te enteres me vas a querer matar
-Uy Dios...que hiciste?
-Primero quiero que me escuches y que no saques conclusiones antes de que te termine de contar si?
-O-K...trataré pero no me gusta como viene la mano
-Te cuento...hace unos días después que Pablo volvió de Tucumán no estaba tan bien como quise creer
-Pero se te veía bien...me dijiste que no esperabas nada de él, que sabías como era el juego
-Si, en realidad yo quería creer eso pero no era así
-Te re jodió lo que te hizo no?
-Mucho...ya sé, soy una boluda, pero te juro que estábamos bien, que sentía que me amaba y su invitación me había hecho mucha ilusión, pensaba que con unos días solos y juntos él iba a poder tomar una determinación...imaginate que cuando pasó lo que pasó me sentí una reverenda tarada y traté de racionalizar todo pero mas que ordenar las ideas se me aflojaron todos los tornillos
-ay....me está dando miedito...seguí
-El tema es que cuando él volvió me sentí super dolida y aunque veía que realmente estaba arrepentido y quería enmendarse me puse como una piedra, me dió una bronca terrible, unas ganas inmensas de hacerlo sentir todo lo que yo sentía. Cuando él se fue ni la pensé, estaba segura de lo que tenía que hacer y con quien...lo llamé a Agustín
-QUE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! AGUSTÍN!!!!!???????
-Si...
-Para qué LU! ese tipo es un forro! él tiene gran culpa de lo que te está pasando y vos lo llamás? para qué!
-Sabés para qué Caro...no conozco otra persona en el mundo a la que Pablo le jodería que yo viera
-Encima lo viste??? vos estás loca?...la verdad no te entiendo
-Si lo vi...almorzamos el otro día y bueno, estuvimos hablando mucho y un poco lo entendí, cada uno sigue sus instintos y en ese momento Agustín le pasó algo como lo que me pasa ahora a mi, que se yo...eso ya fue
-Lucila, no sé que decirte...si tu reunión con Agustín te sirvió para estar mas en paz con tu historia te banco, yo siempre tuve tus comentarios y lo odié por lo que vos me contabas pero tal vez tenés razón....igualmente no le veo el beneficio de encontrarte con él que se supone que vas a hacer con eso? contarle a Pablo para que se ponga celoso? no es un poco infantil?
-No sé que voy a hacer...pero en realidad eso no es todo
-No?
-No...hablamos un par de veces, siempre como amigos y entretanto yo vi a Pablo otras veces mas y pensé que todo iba a ir bien, estaba tranquila pero el otro día Pablo me dejó plantada con una cena que le había preparado y volqué
-Como que volcaste? que cagada te mandaste?
-Me enojé muchísimo y se me ocurrió llamarlo a Agustín para que viniera a cenar conmigo
-Ay no...no quiero escuchar....fue?
-Si, vino...te juro que no tenía nada armado, que no buscaba nada, solamente sentir la victoria personal de comer con Agustín lo que le había preparado a Pablo pero se me fue de las manos Caro...
-Te lo cogiste? estás loca? no te puedo creer....
-Si...pero pasó sin darme cuenta...en un momento estábamos charlando y...no sé, no lo pude evitar y ahora estoy en un quilombo de la puta madre...
-Volviste a tropezar con la misma piedra
-Si y peor porque la pasé bien entendés...no fue un polvo de venganza nada más...me encantó
-Como?
-Si...fue...que se yo, diferente...al no haber amor fue algo totalmente físico, despojado, no sé si alguna vez te pasó
-Mmmno, creo que no
-O sea, yo lo amo a Pablo y si él me dijera que deja a la mujer ya y se casa conmigo no lo pienso dos veces, no me importa nada, dejo todo pero estando así, por qué tengo encima que sacrificarme...
-Ahora si que no entiendo nada...querés estar con los dos?
-...mnñhola....
-Estabas durmiendo?
-Msi...ayer me quedé hasta tarde estudiando...pasó algo? donde estás?
-En el laburo, en el baño...necesito contarte algo
-Que pasa Lu? querés que nos veamos?
-No no, necesito hablarlo ya, podés hablar?
-Si! contame mientras me levanto y me hago un té
-Estoy perdidísima Caro, cuando te enteres me vas a querer matar
-Uy Dios...que hiciste?
-Primero quiero que me escuches y que no saques conclusiones antes de que te termine de contar si?
-O-K...trataré pero no me gusta como viene la mano
-Te cuento...hace unos días después que Pablo volvió de Tucumán no estaba tan bien como quise creer
-Pero se te veía bien...me dijiste que no esperabas nada de él, que sabías como era el juego
-Si, en realidad yo quería creer eso pero no era así
-Te re jodió lo que te hizo no?
-Mucho...ya sé, soy una boluda, pero te juro que estábamos bien, que sentía que me amaba y su invitación me había hecho mucha ilusión, pensaba que con unos días solos y juntos él iba a poder tomar una determinación...imaginate que cuando pasó lo que pasó me sentí una reverenda tarada y traté de racionalizar todo pero mas que ordenar las ideas se me aflojaron todos los tornillos
-ay....me está dando miedito...seguí
-El tema es que cuando él volvió me sentí super dolida y aunque veía que realmente estaba arrepentido y quería enmendarse me puse como una piedra, me dió una bronca terrible, unas ganas inmensas de hacerlo sentir todo lo que yo sentía. Cuando él se fue ni la pensé, estaba segura de lo que tenía que hacer y con quien...lo llamé a Agustín
-QUE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! AGUSTÍN!!!!!???????
-Si...
-Para qué LU! ese tipo es un forro! él tiene gran culpa de lo que te está pasando y vos lo llamás? para qué!
-Sabés para qué Caro...no conozco otra persona en el mundo a la que Pablo le jodería que yo viera
-Encima lo viste??? vos estás loca?...la verdad no te entiendo
-Si lo vi...almorzamos el otro día y bueno, estuvimos hablando mucho y un poco lo entendí, cada uno sigue sus instintos y en ese momento Agustín le pasó algo como lo que me pasa ahora a mi, que se yo...eso ya fue
-Lucila, no sé que decirte...si tu reunión con Agustín te sirvió para estar mas en paz con tu historia te banco, yo siempre tuve tus comentarios y lo odié por lo que vos me contabas pero tal vez tenés razón....igualmente no le veo el beneficio de encontrarte con él que se supone que vas a hacer con eso? contarle a Pablo para que se ponga celoso? no es un poco infantil?
-No sé que voy a hacer...pero en realidad eso no es todo
-No?
-No...hablamos un par de veces, siempre como amigos y entretanto yo vi a Pablo otras veces mas y pensé que todo iba a ir bien, estaba tranquila pero el otro día Pablo me dejó plantada con una cena que le había preparado y volqué
-Como que volcaste? que cagada te mandaste?
-Me enojé muchísimo y se me ocurrió llamarlo a Agustín para que viniera a cenar conmigo
-Ay no...no quiero escuchar....fue?
-Si, vino...te juro que no tenía nada armado, que no buscaba nada, solamente sentir la victoria personal de comer con Agustín lo que le había preparado a Pablo pero se me fue de las manos Caro...
-Te lo cogiste? estás loca? no te puedo creer....
-Si...pero pasó sin darme cuenta...en un momento estábamos charlando y...no sé, no lo pude evitar y ahora estoy en un quilombo de la puta madre...
-Volviste a tropezar con la misma piedra
-Si y peor porque la pasé bien entendés...no fue un polvo de venganza nada más...me encantó
-Como?
-Si...fue...que se yo, diferente...al no haber amor fue algo totalmente físico, despojado, no sé si alguna vez te pasó
-Mmmno, creo que no
-O sea, yo lo amo a Pablo y si él me dijera que deja a la mujer ya y se casa conmigo no lo pienso dos veces, no me importa nada, dejo todo pero estando así, por qué tengo encima que sacrificarme...
-Ahora si que no entiendo nada...querés estar con los dos?
lunes, 5 de julio de 2010
Step by step
Si, no me digan nada, soy una colgada pero tengo mis razones.
Hace un tiempito ya que quería largarme sola con mi laburo y se dieron las cosas de tal manera que lo pude hacer. Costó porque en el trabajo donde estaba siempre me trataron muy bien y aprendí muchisimo pero...hay que crecer.
Para poder cerrar todo tuve la gran ayuda de mi ahora gran amigo Diego, aunque no lo crean. Es un ser tan maravilloso, tan bueno, tan inteligente y por esas vueltas del destino pudimos cambiar nuestra relación por una amistad que realmente necesitaba y una feliz sociedad.
Diego encontró hace un tiempito un nuevo amor, está feliz y yo estoy feliz por él. Se los ve bien juntos y ella va a poder darle lo que se merece.
Por mi parte no sé si contarles porque como siempre me adelanto en la historia pero conocí a alguien. Todavía no voy a contar cómo, cuando y que es lo que me pasa con él porque es muy reciente y no lo quiero quemar.
Vamos a ponerle de nombre Martín, porque no da que ponga su nombre real ya que pueden llegar a sacar quien es porque es un pibe, digamos, conocido por mucha gente. Él por supuesto no sabe de éste blog y no sé que onda si se llegara a enterar pero mejor no cuento más.
Pablo sigue ahí, siempre en mi vida, por suerte ahora al estar privado no puede leer el blog sino no les hubiera contado lo de Martín. Sé que le jodería y las cosas con él están un tanto delicadas. Es una historia de nunca acabar, no sé si alguna vez vamos a poder romper la cadena invisible que nos une, trato de zafarme pero siempre, de alguna manera la vida nos pone frente a frente y no puedo evitar caer.
Me pongo al día en breve con la historia, los extraño!!!!!!!!!
Hace un tiempito ya que quería largarme sola con mi laburo y se dieron las cosas de tal manera que lo pude hacer. Costó porque en el trabajo donde estaba siempre me trataron muy bien y aprendí muchisimo pero...hay que crecer.
Para poder cerrar todo tuve la gran ayuda de mi ahora gran amigo Diego, aunque no lo crean. Es un ser tan maravilloso, tan bueno, tan inteligente y por esas vueltas del destino pudimos cambiar nuestra relación por una amistad que realmente necesitaba y una feliz sociedad.
Diego encontró hace un tiempito un nuevo amor, está feliz y yo estoy feliz por él. Se los ve bien juntos y ella va a poder darle lo que se merece.
Por mi parte no sé si contarles porque como siempre me adelanto en la historia pero conocí a alguien. Todavía no voy a contar cómo, cuando y que es lo que me pasa con él porque es muy reciente y no lo quiero quemar.
Vamos a ponerle de nombre Martín, porque no da que ponga su nombre real ya que pueden llegar a sacar quien es porque es un pibe, digamos, conocido por mucha gente. Él por supuesto no sabe de éste blog y no sé que onda si se llegara a enterar pero mejor no cuento más.
Pablo sigue ahí, siempre en mi vida, por suerte ahora al estar privado no puede leer el blog sino no les hubiera contado lo de Martín. Sé que le jodería y las cosas con él están un tanto delicadas. Es una historia de nunca acabar, no sé si alguna vez vamos a poder romper la cadena invisible que nos une, trato de zafarme pero siempre, de alguna manera la vida nos pone frente a frente y no puedo evitar caer.
Me pongo al día en breve con la historia, los extraño!!!!!!!!!
miércoles, 23 de junio de 2010
Elige tu propia aventura
Creo que todos en algún momento pensamos "y que hubiera pasado si...".
No existe lo correcto y lo incorrecto, sólo son normas humanas, pero pongamos que hay acciones que nos hacen sentir bien y otras que nos hacen sentir mal y allí radica el hecho de que lo que hicimos no era lo mejor.
Vamos a hacer un juego, voy a contar dos opciones de lo que pasó con Agustín y ahí ustedes decidirán que sucedió realmente, aunque cualquiera de las dos podrían haber sido, en ese momento, reflejos de mi forma de pensar y proceder
-Te gusta el vino que traje?- dijo Agustín mientras yo procedía a buscar un destapador
-Excelente!...no sé mucho de vinos pero éste parece de los buenos
-Ja!, y es así, tenés buena vista...querés que lo abra yo?- y estiró su mano
-Dale, así yo preparo los platos- le extendí la botella y me fuí a la cocina a colar las pastas
Agustín sirvió las copas grandes que había comprado hace unos días para disfrutar con Pablo ya que a él le encantaban, y me acercó una a mí
-Huele rico- me dijo mirando la salsa
-No te emociones, no soy tan buena cocinera
-Te puedo hacer una pregunta? no te enojes si?- dijo cuidadosamente
-No, dale, decime- me sequé las manos en repasador y me apoyé en la mesada mientras tomaba un poco de vino
-Sabés lo que me pasa con vos y me confunde un poco ésta situación...soy directo porque aunque un poco de histeriqueo siempre viene bien no tengo ganas de meterme con algo que no va para ninguna parte, podría hacerme el boludo y seguirte el juego, capaz hasta terminamos enroscados en la cama, pero eso lo puedo tener en cualquier parte...
Opción 1
Sus palabras me trajeron a la realidad, estaba jugando con él y ya en otra oportunidad no me había salido bien. Podía sacar muchas cosas buenas de esa amistad y estaba en un punto donde el camino equivocado me llevaría a desencadenar una bola de sucesos desafortunados
Apoyé mi copa en la mesada y miré para un costado
-Que estás pensando?- me dijo expectante
-Que no quiero joderte...nosotros...que se yo, empezamos mal, hicimos cosas que no deberíamos haber hecho y ahora tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien
-Y eso que quiere decir?
-Que yo en este momento no busco una relación, estoy...- suspiré- tratando de encontrar la paz y no tengo intenciones de enquilombar mas mi vida, al contrario, debería tratar de desintoxicarme me entendés?
-La verdad, no mucho, sos complicada Lu...sabía que no tenía que preguntar nada- me con una media sonrisa irónica- me hubiera callado y capaz ya estábamos comiendo o tirados en el sillón, que boludo...
-Ja!...siempre igual...hagamos una cosa, empecemos tranqui si? no busquemos nada, conozcámonos de nuevo y digámonos siempre las cosas así...de frente
-Ok Señorita...como usted diga, estoy de acuerdo
Cenamos tranquilamente y se fue temprano porque era día de semana y al otro día ambos trabajábamos.
Opción 2
Dejé mi copa en la mesada y lo miré. Como en una computadora, millones de posibles desenlaces se me presentaron en un segundo. No sabía que hacer, estaba paralizada.
Como había llegado hasta ahí? que era lo que realmente quería?Me planteaba algo que yo no sabía responder. Por algo estaba ahí con él y me dió miedo darme cuenta de esas intenciones que hasta el momento se habían escondido profundamente en mi corazón.
El también dejó su copa y me miró seguro, intensamente, esperando un movimiento. No dijo nada y yo tampoco.
Se acercó sigiloso, como un gato que va a atrapar a un ratón y tanteando, casi hasta esperando que yo me negara me dió un beso con sus dedos enredados en mi pelo. Yo me dejé llevar y con el unico resto de razón que me quedaba decidí poner mi sistema en stand by.
Miento si digo que no quería, miento si digo que no disfruté cada caricia. No fué romántico, no fué delicado, no fué en la cama como él había tratado de vaticinar. Ahí mismo, parados, desesperados, buscándonos casi hasta agresivamente tuvimos el sexo con menos amor de mi vida pero terriblemente intenso y lleno de un deseo animal que solo Agustín pudo provocarme.
No existe lo correcto y lo incorrecto, sólo son normas humanas, pero pongamos que hay acciones que nos hacen sentir bien y otras que nos hacen sentir mal y allí radica el hecho de que lo que hicimos no era lo mejor.
Vamos a hacer un juego, voy a contar dos opciones de lo que pasó con Agustín y ahí ustedes decidirán que sucedió realmente, aunque cualquiera de las dos podrían haber sido, en ese momento, reflejos de mi forma de pensar y proceder
-Te gusta el vino que traje?- dijo Agustín mientras yo procedía a buscar un destapador
-Excelente!...no sé mucho de vinos pero éste parece de los buenos
-Ja!, y es así, tenés buena vista...querés que lo abra yo?- y estiró su mano
-Dale, así yo preparo los platos- le extendí la botella y me fuí a la cocina a colar las pastas
Agustín sirvió las copas grandes que había comprado hace unos días para disfrutar con Pablo ya que a él le encantaban, y me acercó una a mí
-Huele rico- me dijo mirando la salsa
-No te emociones, no soy tan buena cocinera
-Te puedo hacer una pregunta? no te enojes si?- dijo cuidadosamente
-No, dale, decime- me sequé las manos en repasador y me apoyé en la mesada mientras tomaba un poco de vino
-Sabés lo que me pasa con vos y me confunde un poco ésta situación...soy directo porque aunque un poco de histeriqueo siempre viene bien no tengo ganas de meterme con algo que no va para ninguna parte, podría hacerme el boludo y seguirte el juego, capaz hasta terminamos enroscados en la cama, pero eso lo puedo tener en cualquier parte...
Opción 1
Sus palabras me trajeron a la realidad, estaba jugando con él y ya en otra oportunidad no me había salido bien. Podía sacar muchas cosas buenas de esa amistad y estaba en un punto donde el camino equivocado me llevaría a desencadenar una bola de sucesos desafortunados
Apoyé mi copa en la mesada y miré para un costado
-Que estás pensando?- me dijo expectante
-Que no quiero joderte...nosotros...que se yo, empezamos mal, hicimos cosas que no deberíamos haber hecho y ahora tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien
-Y eso que quiere decir?
-Que yo en este momento no busco una relación, estoy...- suspiré- tratando de encontrar la paz y no tengo intenciones de enquilombar mas mi vida, al contrario, debería tratar de desintoxicarme me entendés?
-La verdad, no mucho, sos complicada Lu...sabía que no tenía que preguntar nada- me con una media sonrisa irónica- me hubiera callado y capaz ya estábamos comiendo o tirados en el sillón, que boludo...
-Ja!...siempre igual...hagamos una cosa, empecemos tranqui si? no busquemos nada, conozcámonos de nuevo y digámonos siempre las cosas así...de frente
-Ok Señorita...como usted diga, estoy de acuerdo
Cenamos tranquilamente y se fue temprano porque era día de semana y al otro día ambos trabajábamos.
Opción 2
Dejé mi copa en la mesada y lo miré. Como en una computadora, millones de posibles desenlaces se me presentaron en un segundo. No sabía que hacer, estaba paralizada.
Como había llegado hasta ahí? que era lo que realmente quería?Me planteaba algo que yo no sabía responder. Por algo estaba ahí con él y me dió miedo darme cuenta de esas intenciones que hasta el momento se habían escondido profundamente en mi corazón.
El también dejó su copa y me miró seguro, intensamente, esperando un movimiento. No dijo nada y yo tampoco.
Se acercó sigiloso, como un gato que va a atrapar a un ratón y tanteando, casi hasta esperando que yo me negara me dió un beso con sus dedos enredados en mi pelo. Yo me dejé llevar y con el unico resto de razón que me quedaba decidí poner mi sistema en stand by.
Miento si digo que no quería, miento si digo que no disfruté cada caricia. No fué romántico, no fué delicado, no fué en la cama como él había tratado de vaticinar. Ahí mismo, parados, desesperados, buscándonos casi hasta agresivamente tuvimos el sexo con menos amor de mi vida pero terriblemente intenso y lleno de un deseo animal que solo Agustín pudo provocarme.
martes, 22 de junio de 2010
Sentido y Sensibilidad
Elinor descubría ahora la diferencia entre el temor de un hecho desagradable, por muy probable que la inteligencia lo considere, y la certitud del mismo.Ahora alcanzaba a ver que siempre había conservado en el fondo una cierta esperanza, ya que Edward estaba aún soltero, como si alguna cosa fuese a ocurrir y evitase el casamiento con Lucy; que tal vez una resolución suya, o la mediación de algún amigo, o algún partido mejor para Lucy, iban a mediar para proporcionarle la soñada aventura. Ahora, empero, estaba ya casado y Elinor se reprochaba a su corazón el haber seducido a su inteligencia con tan vanas ilusiones.
Jane Austen(1775-1817)
Sentido y Sensibilidad
He llegado a la conclusión que tengo el cerebro quemado por leer este tipo de libros pero me atrapa sobremanera las relaciones humanas de todos los tiempos. Jane Austen escribió el fragmento que copié arriba hace muchísimos años y si cambiara los nombres por los de mi vida no habría ninguna diferencia.
Nos unimos unos a otros como en una fina red donde cada hilo se conecta al otro sólidamente gracias a nuestras acciones y deseos y no se vuelven nunca a separar.
No sé hoy que hubiera pasado sino hubiera vuelto a buscar a Agustín, pero no hay vuelta a atrás, los hilos se unieron ya no se podían desatar.
No tenía una clara intención para mi proceder pero tampoco estaba, en ese entonces, arrepentida por haber vuelto a abrir la caja que había cerrado con rabia meses atrás.
"Está perfecto que recompongas tu relación con Agustín", pensaba, " es una persona que te puede abrir puertas y que te considera importante. Si Pablo no lo hace por qué negarse a entablar una amistad con alguien que si te estima"
Es increíble el poder de autoconvencimiento que tengo para esas cosas y no para quedarme tranquila si cerré o no la llave de gas.
Mantuve en secreto mi encuentro y mis posteriores comunicaciones con Agustín. No pretendía usarlo para dañar a Pablo, era más bien como una bocanada de aire, como un camino que podía si quería, transitar cuando se me ocurriera. No quiero llamarlo de ésta manera, pero no era otra cosa que un As en la manga.
Pero nada se mantiene inalterable en el tiempo, y los hilos de la red se unen implacables unos con otros segundo a segundo.
Seguía viendo a Pablo cuando podía inventar una excusa y cada reunión era un sueño para mí, el problema como siempre era cuando se iba y yo volvía a sumirme en mis sombras y a un enojo que crecía lentamente. No sé si porque Ella desconfiaba o instintivamente sentía algo, cada vez era mas frecuente que lo llamara porque necesitaba urgente algo o directamente que él no tuviera oportunidad de verme.
Una noche de esas que me dejó vestida y alborotada en mi casa esperándolo con una cena, en lugar de tirarme en la cama a llora,r como solía hacer, agarré mi teléfono sin pensar y lo llamé a Agustín que sin dudarlo aceptó mi invitación a comer unas pastas que había cocinado.
Sabía que estaba jugando con fuego y sabía el mensaje que estaba enviando pero no me importó, me estaba convirtiendo en algo detestable, donde Pablo era el indiscutido creador.
Agustín llegó una hora después, con una sonrisa y una botella de vino en la mano.
lunes, 14 de junio de 2010
Olvidar para seguir
-Lu, que sorpresa! a que se debe tu llamado?- Dijo Agustín divertido
-Me creerías si te dijera que todavía no sé muy bien?
-Jaja, si, te creo...espero que cuando sepas sea por algo bueno...- dijo y escuché de fondo sonido como de restaurant
-Estás ocupado?- dije dudando
-Estoy comiendo con unos amigos, pero decime
-Me gustaría hablar con vos
-Cuando quieras...te dije que te iba a esperar-dijo recordándome la última conversación que habíamos tenido en su oficina
-Ok, mañana, almorzamos...te parece bien?
-Listo, te llamo a éste número?
-Si, llamame.
Por qué? me pregunto hoy y sigo sin saber que responder. Llamarlo a Agustín fue un impulso totalmente instintivo, cómo si todo el dolor que había pasado no existiera.
Al otro día su llamado no se hizo esperar y a la hora nos hallábamos frente a frente en un restaurant chiquito pero con onda en pleno Palermo.
-Linda como siempre- me dijo con su habitual capacidad para el halago y no pude más que sonreir, siempre me había divertido, sus dotes natas de seductor
-Gracias...- contesté mirándolo escéptica
Llamó al mozo y después de pedir una pizza y unas gaseosas me dijo:
-Me sorpendió tu llamado, para bien obvio y me intriga muchísimo la causa-dijo tranquilo, tomando un pan de pizza que nos habían traído de aperitivo
-Que sabés de Pablo?- le tiré sin anestesia pero él ni se inmutó. Quería saber hasta donde sabía de mi relación secreta con el que se suponía, era su mejor amigo
-La verdad? no mucho,aunque creí haber hecho las paces con él después de lo que pasó la relación como que se enfrió, no sé...discutimos un par de veces por boludeces de trabajo y la última vez se exaltó tanto que me terminó diciendo que era un traidor, que no tenía códigos y no sé cuantas cosas más que no tenían nada que ver...creo que nunca me perdonó del todo, pero es problema de él...yo no me caliento más, la realidad es que la cagada se la mandó él, manejó mal la cosas...
-Y vos ayudaste bastante para que salieran mal Agustín, no te vengas a hacer ahora el santo
-No sé si tengo ganas de seguir con este tema Lucila, ya pasó bastante tiempo y cada uno siguió con sus vidas...si querías reunirte conmigo para hablar de ésto desde ya te digo que no me interesa- dijo con un evidente mal humor
-No, tenés razón, yo tampoco quiero seguir con ésto, pasado pisado
-Entonces?
-Te pregunté por Pablo porque no quería que tuvieran problemas de nuevo por mí
-Y por qué debería tenerlos? nadie se puede enojar porque nosotros charlamos pacíficamente mientras almorzamos
-No, es verdad, pero bueno...
-Me vas a decir entonces por qué querías verme?
-Ay Agustín! que insistente! necesita haber una razón? - dije tratando de safar- me di cuenta que en otras circunstancias podríamos haber sido buenos amigos y que todo el quilombo que pasamos nos hizo, que se yo...cortar algo copado, no me gusta estar enojada con la gente y arreglar mi relación con vos es un paso para estar mejor con mi vida
-Ok...digamos que me gusta lo que me decís y te lo tomo como válido
-Ja!, que ceremonioso
-Es que la autoayuda mucho no me llega, pero lo respeto
-Me parece bien
-Entonces todo ésto quiere decir que vamos a ser amigos y que, eventualmente podríamos ir al cine...a cenar...como amigos, obvio
-Si si, como amigos
Agustín es una persona totalmente compradora. Sabe venderse, sabe que decir en el momento justo y sabe como comportarse en cualquier situación. Me había olvidado lo fácil que era charlar con él y la pasé bien el tiempo que nos quedamos ahí.
Al dejarlo para volver a mi trabajo empecé a dudar de mis acciones. No estaba segura de qué quería lograr con todo eso y tenía el presentimiento de que si seguía con ese juego me iba a terminar quemando otra vez.
Había creído que solamente mi reunión con Agustín iba a sanar un poco mi ego roto, que iba a tener una carta que tirar cuando me sintiera dejada otra vez pero no era suficiente y me sentía una idiota por dejarme manejar como un títere mientras Pablo seguía con su vida cómo si nada.
No le hacía mal a nadie que yo siguiera viendo a Agustín alguna que otra vez, es más, me hacía bien a mí y hasta levantaba mi autoestima.
La memoria puede ser muy selectiva y ahora me convenía olvidar los agravios del pasado en provecho de mi torrentoso presente.
-Me creerías si te dijera que todavía no sé muy bien?
-Jaja, si, te creo...espero que cuando sepas sea por algo bueno...- dijo y escuché de fondo sonido como de restaurant
-Estás ocupado?- dije dudando
-Estoy comiendo con unos amigos, pero decime
-Me gustaría hablar con vos
-Cuando quieras...te dije que te iba a esperar-dijo recordándome la última conversación que habíamos tenido en su oficina
-Ok, mañana, almorzamos...te parece bien?
-Listo, te llamo a éste número?
-Si, llamame.
Por qué? me pregunto hoy y sigo sin saber que responder. Llamarlo a Agustín fue un impulso totalmente instintivo, cómo si todo el dolor que había pasado no existiera.
Al otro día su llamado no se hizo esperar y a la hora nos hallábamos frente a frente en un restaurant chiquito pero con onda en pleno Palermo.
-Linda como siempre- me dijo con su habitual capacidad para el halago y no pude más que sonreir, siempre me había divertido, sus dotes natas de seductor
-Gracias...- contesté mirándolo escéptica
Llamó al mozo y después de pedir una pizza y unas gaseosas me dijo:
-Me sorpendió tu llamado, para bien obvio y me intriga muchísimo la causa-dijo tranquilo, tomando un pan de pizza que nos habían traído de aperitivo
-Que sabés de Pablo?- le tiré sin anestesia pero él ni se inmutó. Quería saber hasta donde sabía de mi relación secreta con el que se suponía, era su mejor amigo
-La verdad? no mucho,aunque creí haber hecho las paces con él después de lo que pasó la relación como que se enfrió, no sé...discutimos un par de veces por boludeces de trabajo y la última vez se exaltó tanto que me terminó diciendo que era un traidor, que no tenía códigos y no sé cuantas cosas más que no tenían nada que ver...creo que nunca me perdonó del todo, pero es problema de él...yo no me caliento más, la realidad es que la cagada se la mandó él, manejó mal la cosas...
-Y vos ayudaste bastante para que salieran mal Agustín, no te vengas a hacer ahora el santo
-No sé si tengo ganas de seguir con este tema Lucila, ya pasó bastante tiempo y cada uno siguió con sus vidas...si querías reunirte conmigo para hablar de ésto desde ya te digo que no me interesa- dijo con un evidente mal humor
-No, tenés razón, yo tampoco quiero seguir con ésto, pasado pisado
-Entonces?
-Te pregunté por Pablo porque no quería que tuvieran problemas de nuevo por mí
-Y por qué debería tenerlos? nadie se puede enojar porque nosotros charlamos pacíficamente mientras almorzamos
-No, es verdad, pero bueno...
-Me vas a decir entonces por qué querías verme?
-Ay Agustín! que insistente! necesita haber una razón? - dije tratando de safar- me di cuenta que en otras circunstancias podríamos haber sido buenos amigos y que todo el quilombo que pasamos nos hizo, que se yo...cortar algo copado, no me gusta estar enojada con la gente y arreglar mi relación con vos es un paso para estar mejor con mi vida
-Ok...digamos que me gusta lo que me decís y te lo tomo como válido
-Ja!, que ceremonioso
-Es que la autoayuda mucho no me llega, pero lo respeto
-Me parece bien
-Entonces todo ésto quiere decir que vamos a ser amigos y que, eventualmente podríamos ir al cine...a cenar...como amigos, obvio
-Si si, como amigos
Agustín es una persona totalmente compradora. Sabe venderse, sabe que decir en el momento justo y sabe como comportarse en cualquier situación. Me había olvidado lo fácil que era charlar con él y la pasé bien el tiempo que nos quedamos ahí.
Al dejarlo para volver a mi trabajo empecé a dudar de mis acciones. No estaba segura de qué quería lograr con todo eso y tenía el presentimiento de que si seguía con ese juego me iba a terminar quemando otra vez.
Había creído que solamente mi reunión con Agustín iba a sanar un poco mi ego roto, que iba a tener una carta que tirar cuando me sintiera dejada otra vez pero no era suficiente y me sentía una idiota por dejarme manejar como un títere mientras Pablo seguía con su vida cómo si nada.
No le hacía mal a nadie que yo siguiera viendo a Agustín alguna que otra vez, es más, me hacía bien a mí y hasta levantaba mi autoestima.
La memoria puede ser muy selectiva y ahora me convenía olvidar los agravios del pasado en provecho de mi torrentoso presente.
martes, 8 de junio de 2010
El lado oscuro
"Me estás jodiendo?"
"Se puede ser tan garca?"
"Te lo dije"
"No llores, no se lo merece"
"Pensá Lucila, pensá, no te enredes en algo que no existe...está en tu imaginación"
"Despertate por favor!"
"No puedo ver que te destruyas de ésta manera...la verdad que no te conozco"
"Nunca te imaginé como una mujer tan inocente, siempre pensé que eras tan centrada, tan terrenal y mirate ahora"
No era mi peor enemigo el que me tiró éstas frases sin anestesia.
Está bien ser tan crudo cuando la otra persona está desbastada? A mi no me sale, siempre trato de ponerme en el lugar del otro pero con Caro es diferente y está bien, acepto que ella es así y me dice las cosas porque sufre por mí.
Ella no podía entender cómo había dejado que Pablo me dejara como una bolsa olvidada en aeroparque y yo realmente, aunque buscaba excusarlo no podía evitar sentirme dejada, empujada hacia un lado, y lo peor era que no podía quejarme, yo sabía como era la situación y había aceptado entrar en el juego.
Realmente estaba dolida y tenía un remolino de emociones dentro mío. Desilusión, enojo con él y conmigo, con la vida en general, angustia, envidia, nada bueno.
Me hice la superada, especialmente adelante de Caro que era la única que sabía mi historia de pe a pa. Le dije que no hiciera tanto escándalo, que si él había tenido que hacer eso era porque no había tenido opción y que yo igualmente no tomaba, después de tanto tiempo, la relación en serio.
Quería creerme realmente lo que le explicaba pero no muy en el fondo sabía que no era cierto.
Le prometí que cómo, me había quedado y ya había pedido los días en el trabajo me iba a poner manos a la obra para buscar un buen lugar para ir juntas a estudiar decoración de interiores. Nunca se había dado la oportunidad, pero siempre habíamos tenido ganas de emprender algún proyecto y ser socias.
Esa semana viví vidas paralelas, cuando estaba con gente me mostraba activa, feliz, con el mundo en la palma de la mano y cuando estaba sola en mi casa lloraba y me amargaba con cada recuerdo que tenía de Pablo.
Me prometí a mi misma no llamarlo, no demostrarle lo que sentía y cree una coraza que me iría a envolver por mucho tiempo. Me convertí poco a poco sin darme cuenta en un objeto inerte, sin sentimientos.
Pablo volvió de Tucumán y sin esperar un instante fue a verme a mi casa. Cómo si hubiera regalado mi alma le dije que no estaba enojada, que no me importaba lo que había pasado pero que me había jodido que me hubiera cancelado los planes a último momento ya que tenía un trabajo y una vida aparte de él.
Creo que no esperaba a oír eso, sino una catarata de reproches y lágrimas y su cara fue de desconcierto por mi frialdad.
Me abrazó pero no le correspondí.
Antes de irse me preguntó si al otro día podía venir a verme con más tiempo pero permanecí callada mirándolo cómo un robot. Fue en ese momento cuando una nube negra comenzó a colmar mi corazón y a sellar sus rajaduras. Una idea oscura se me instaló en la cabeza y le dije que no sabía, que cualquier cosa hablábamos pero que tenía planes.
Él me miró sin entender pero no dijo nada, me besó con un beso suave y se fué.
Después de cerrar la puerta, como una autómata, caminé hasta el teléfono e hice una de las tantas cosas de las que me arrepiento en la vida... lo llamé a Agustín.
"Se puede ser tan garca?"
"Te lo dije"
"No llores, no se lo merece"
"Pensá Lucila, pensá, no te enredes en algo que no existe...está en tu imaginación"
"Despertate por favor!"
"No puedo ver que te destruyas de ésta manera...la verdad que no te conozco"
"Nunca te imaginé como una mujer tan inocente, siempre pensé que eras tan centrada, tan terrenal y mirate ahora"
No era mi peor enemigo el que me tiró éstas frases sin anestesia.
Está bien ser tan crudo cuando la otra persona está desbastada? A mi no me sale, siempre trato de ponerme en el lugar del otro pero con Caro es diferente y está bien, acepto que ella es así y me dice las cosas porque sufre por mí.
Ella no podía entender cómo había dejado que Pablo me dejara como una bolsa olvidada en aeroparque y yo realmente, aunque buscaba excusarlo no podía evitar sentirme dejada, empujada hacia un lado, y lo peor era que no podía quejarme, yo sabía como era la situación y había aceptado entrar en el juego.
Realmente estaba dolida y tenía un remolino de emociones dentro mío. Desilusión, enojo con él y conmigo, con la vida en general, angustia, envidia, nada bueno.
Me hice la superada, especialmente adelante de Caro que era la única que sabía mi historia de pe a pa. Le dije que no hiciera tanto escándalo, que si él había tenido que hacer eso era porque no había tenido opción y que yo igualmente no tomaba, después de tanto tiempo, la relación en serio.
Quería creerme realmente lo que le explicaba pero no muy en el fondo sabía que no era cierto.
Le prometí que cómo, me había quedado y ya había pedido los días en el trabajo me iba a poner manos a la obra para buscar un buen lugar para ir juntas a estudiar decoración de interiores. Nunca se había dado la oportunidad, pero siempre habíamos tenido ganas de emprender algún proyecto y ser socias.
Esa semana viví vidas paralelas, cuando estaba con gente me mostraba activa, feliz, con el mundo en la palma de la mano y cuando estaba sola en mi casa lloraba y me amargaba con cada recuerdo que tenía de Pablo.
Me prometí a mi misma no llamarlo, no demostrarle lo que sentía y cree una coraza que me iría a envolver por mucho tiempo. Me convertí poco a poco sin darme cuenta en un objeto inerte, sin sentimientos.
Pablo volvió de Tucumán y sin esperar un instante fue a verme a mi casa. Cómo si hubiera regalado mi alma le dije que no estaba enojada, que no me importaba lo que había pasado pero que me había jodido que me hubiera cancelado los planes a último momento ya que tenía un trabajo y una vida aparte de él.
Creo que no esperaba a oír eso, sino una catarata de reproches y lágrimas y su cara fue de desconcierto por mi frialdad.
Me abrazó pero no le correspondí.
Antes de irse me preguntó si al otro día podía venir a verme con más tiempo pero permanecí callada mirándolo cómo un robot. Fue en ese momento cuando una nube negra comenzó a colmar mi corazón y a sellar sus rajaduras. Una idea oscura se me instaló en la cabeza y le dije que no sabía, que cualquier cosa hablábamos pero que tenía planes.
Él me miró sin entender pero no dijo nada, me besó con un beso suave y se fué.
Después de cerrar la puerta, como una autómata, caminé hasta el teléfono e hice una de las tantas cosas de las que me arrepiento en la vida... lo llamé a Agustín.
jueves, 3 de junio de 2010
Es tan corta la felicidad
El lunes once de la mañana debía estar en aeroparque.
Me desperté contenta, los viajes siempre me alegran la vida. Estar lejos con la persona que amaba me abría un mundo de posibilidades.
No había vuelto a hablar con él después que estuvo esa tarde en mi casa, me había enviado un mail con los datos del vuelo y el ticket electrónico de mi pasaje.
Una semana entera con él y aunque debía trabajar algunos días, la sensación de pertenencia no me quitaba la ilusión de tenerlo sólo para mí.
Puse en un bolso que había comprado para la ocasión, prendas que también había comprado para la ocasión, un conjunto de ropa interior que le iba a encantar, un vestido para salir, un libro para pasar el tiempo cuando él no estuviera conmigo, la cámara de fotos para inmortalizar el momento y otras cositas necesarias e innecesarias a la vez.
Caro por supuesto no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo, me lo había hecho saber la noche anterior con palabras duras que no lograron traspasar mi inquebrantable determinación.
Estaba feliz y nadie iba a cambiar eso.
Cuando uno está feliz ve todo claro, transparente. El futuro es hermoso y los proyectos y ganas brotan como de un manantial. Había decidido cuando volviera del viaje que iba a ir a averiguar para empezar a estudiar una nueva profesión. Siempre me había gustado la decoración, los muebles, la organización y cómo no me sentía preparada para seguir estudiando abogacía, carrera a la que había sido gentilmente empujada por mi progenitor, me ilusionaba la idea de girar para ese lado. Caro se había entusiasmado también con esa perspectiva, volátil como siempre para esos menesteres, por lo que nos propusimos empezar cuanto antes.
El radio taxi llegó en punto. Pensé en llamarlo para comentarle que estaba saliendo pero me dió temor meter la pata. Si había algún problema él se iba a comunicar conmigo.
Llegué temprano y tranquila hice el check in en el mostrador. Cada tanto miraba a mi alrededor para ver si lo veía llegar.
Me senté a tomar un café y a mirar pasar la gente. Familias enteras despidiendose, hombres en traje y sólo con un maletín en la mano mirando el reloj, adolescentes cantando.
Después de una hora y ya impaciente, dudando que estuviera allí y no me hubiera visto decidí llamarlo al celular. Al tercer llamado me atendió.
-Lu!
-Pablo, donde estás?
-Justo te iba a llamar...
-Te falta mucho?
-Lu, estoy en aeroparque pero...no podemos ir juntos
-Que???
-Que no podés venir, después te explico, por favor disculpame, pero no puedo seguir hablando...
-Pablo? es una joda? estoy acá hace dos horas! no me podías avisar? que pasó!
-Es que...ahora estoy en el baño de hombres, Mechi está afuera...no pude evitarlo, va a venir conmigo
-Pablo, decime por favor que me estás cargando...
-Te juro que no pude, fué a último momento...entendeme, después te explico bien, por favor no te enojes
-...
-Lu! por favor!
-No Pablo! no te entiendo y no me interesa que me expliques...nada, pero nada de lo que me digas me va a servir
-Lucila, sabés cuál es mi situación! no hay nada que hubiera querido más que estar con vos pero me fué imposible, te prometo que cuando vuelva hablamos bien y te cuento por qué tuve que hacer ésto
-No Pablo, basta! ésto fué lo último que me hacés, no me lo merezco
-Lu...ya sé, perdoname por favor
-Chau Pablo
-Lucila!
-....
Me desperté contenta, los viajes siempre me alegran la vida. Estar lejos con la persona que amaba me abría un mundo de posibilidades.
No había vuelto a hablar con él después que estuvo esa tarde en mi casa, me había enviado un mail con los datos del vuelo y el ticket electrónico de mi pasaje.
Una semana entera con él y aunque debía trabajar algunos días, la sensación de pertenencia no me quitaba la ilusión de tenerlo sólo para mí.
Puse en un bolso que había comprado para la ocasión, prendas que también había comprado para la ocasión, un conjunto de ropa interior que le iba a encantar, un vestido para salir, un libro para pasar el tiempo cuando él no estuviera conmigo, la cámara de fotos para inmortalizar el momento y otras cositas necesarias e innecesarias a la vez.
Caro por supuesto no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo, me lo había hecho saber la noche anterior con palabras duras que no lograron traspasar mi inquebrantable determinación.
Estaba feliz y nadie iba a cambiar eso.
Cuando uno está feliz ve todo claro, transparente. El futuro es hermoso y los proyectos y ganas brotan como de un manantial. Había decidido cuando volviera del viaje que iba a ir a averiguar para empezar a estudiar una nueva profesión. Siempre me había gustado la decoración, los muebles, la organización y cómo no me sentía preparada para seguir estudiando abogacía, carrera a la que había sido gentilmente empujada por mi progenitor, me ilusionaba la idea de girar para ese lado. Caro se había entusiasmado también con esa perspectiva, volátil como siempre para esos menesteres, por lo que nos propusimos empezar cuanto antes.
El radio taxi llegó en punto. Pensé en llamarlo para comentarle que estaba saliendo pero me dió temor meter la pata. Si había algún problema él se iba a comunicar conmigo.
Llegué temprano y tranquila hice el check in en el mostrador. Cada tanto miraba a mi alrededor para ver si lo veía llegar.
Me senté a tomar un café y a mirar pasar la gente. Familias enteras despidiendose, hombres en traje y sólo con un maletín en la mano mirando el reloj, adolescentes cantando.
Después de una hora y ya impaciente, dudando que estuviera allí y no me hubiera visto decidí llamarlo al celular. Al tercer llamado me atendió.
-Lu!
-Pablo, donde estás?
-Justo te iba a llamar...
-Te falta mucho?
-Lu, estoy en aeroparque pero...no podemos ir juntos
-Que???
-Que no podés venir, después te explico, por favor disculpame, pero no puedo seguir hablando...
-Pablo? es una joda? estoy acá hace dos horas! no me podías avisar? que pasó!
-Es que...ahora estoy en el baño de hombres, Mechi está afuera...no pude evitarlo, va a venir conmigo
-Pablo, decime por favor que me estás cargando...
-Te juro que no pude, fué a último momento...entendeme, después te explico bien, por favor no te enojes
-...
-Lu! por favor!
-No Pablo! no te entiendo y no me interesa que me expliques...nada, pero nada de lo que me digas me va a servir
-Lucila, sabés cuál es mi situación! no hay nada que hubiera querido más que estar con vos pero me fué imposible, te prometo que cuando vuelva hablamos bien y te cuento por qué tuve que hacer ésto
-No Pablo, basta! ésto fué lo último que me hacés, no me lo merezco
-Lu...ya sé, perdoname por favor
-Chau Pablo
-Lucila!
-....
lunes, 31 de mayo de 2010
Hipnosis o estupidez
Caro no entendía. Nadie lo iba a entender.
Me quedé toda la tarde tirada en el sillón mirando programas de chimentos y de vez en cuando abría el celular y volvía a escuchar los mensajes de Pablo.
Imaginaba que estaba haciendo mientras me llamaba y prestaba atención a los sonidos de fondo tratando de entrever alguna presencia, algún ambiente, algo que me diera una idea de que lo llevaba a buscarme.
Por la tarde, ya cansada de mi enclaustramiento decidí bajar al kiosko a comprar un paquete de cigarrillos. Estaba fumando menos pero de vez en cuando todavía necesitaba saber que tenía un paquete para urgencias como la que estaba teniendo en esos momentos. Me vestí sin pensar mientras analizaba lo que había hablado con Caro. Por supuesto tenía razón, ella lo veía claro pero no podía ni siquiera arrimarse a sentir lo que yo sentía.
Tomé la determinación mientras revolvía el placard tratando de encontrar mis zapatillas,que iba a cambiar. No sabía cómo, no sabía por donde empezar, pero no podía seguir basando mi existencia en una ilusión. Todo era bruma, mi relación amorosa y mi carrera. Nada de lo que estaba haciendo cuadraba con lo que yo siempre había querido.
Até mi pelo con una gomita, agarré el celular, plata y mis llaves y bajé por el ascensor mirándome al espejo preguntándome quien era esa persona que se reflejaba en él. Evidentemente no era lo que yo quería ser, pero no sabía por donde empezar.
Saludé la encargada y caminé sin prisa mirando a la gente y no sé si, consciente o inconscientemente, me dirigí para el edificio de Pablo.
Me paré en la esquina y miré el balcón de su departamento. Un piso alto en un barrio pituco. No parecía faltarle nada, un tipo profesional, recién casado, sin necesidades materiales...y una amante. Lo tenía todo y yo no tenía nada.
Di media vuelta y caminé a mi casa odiandome a mi misma por el poco amor propio que me tenía e imaginandome lo patética que me vería con mi jogging,mi pelo y mis zapatillas mirando el balcón de un tipo que no hacía otra cosa que reirse de mí.
Cuando llegué a la puerta de mi casa con dos paquetes más de cigarrillos de lo previsto y una barra de chocolate con almendras(de las grandes), Pablo salió como una tromba de su auto, que yo no había visto y me abrazó.
-Lu! porqué no me llamaste! Por qué no me dijiste lo que había pasado!
Lo miré sin entender y pregunté
-Cómo sabés que pasó?
-Porque estaba preocupado, vos no me atendías y la terminé llamando a Carolina...ella sabe no?
-Si, sabe...pero no tendrías que haber hecho eso
-Subamos y me contás sí? no da que estemos acá en la calle
No me pude negar y subimos. Dejé la llave en la mesa y él me volvió a abrazar. Por un lado me sentía tan bien en sus brazos, tan contenida y por el otro mi conciencia me decía que no podía volver a caer, que estaba mal, que no me dejara hipnotizar.
Me separé diciendo que iba a hacer un café y él me siguió a la cocina
-Como estás?- me dijo acariciándome el pelo
-Bien- contestaba sin mirarlo tratando de parecer ocupada mientras ponía el agua en la cafetera
-Me hubiera gustado contestar cuando me llamaste, disculpame...
-...
-Estás enojada?..- me dijo timidamente
-No Pablo...no es enojo, es otra cosa
-Qué es?
-Es tristeza
-Por lo de tu abuelo?
-Si...y por otras cosas también
-Por qué cosas Lu?- me dijo dandome vuelta la cara para que lo mirara
-No sé si quiero ésto Pablo- le dije bajando los ojos y tratando de contener una lágrima
Él se separó de mí y se apoyó con las manos en la mesada bajando la cabeza
-Es porque no pude estar con vos o porque te contestó Mechi?
-Por todo Pablo...yo...- no podía hablar, sabía que mi vida estaba en mis manos y que si yo no hacía nada, nadie lo iba a hacer por mí- no puedo seguir así, no puedo rebajarme a ser solamente tu amante
-Pero sabés que te amo! no sos solamente una amante como vos decís
-Si lo soy!! y me di cuenta de la peor manera! te necesitaba Pablo y vos no pudiste estar para mí! que pasa si me pasa algo? si ocurre algo peor? vas a estar? vas a dejar a tu mujer para venir a verme?
-Pero Lu...- y se acercó para abrazarme nuevamente
-No Pablo!, no me abraces! escuchame!
-No no....escuchame vos...no voy a separarme otra vez de vos...no puedo, vamos a algún lado, tomemonos unos días para estar juntos, por favor!
-Pero...no sé
-Tengo que viajar a Tucumán a cerrar un contrato la semana que viene, vení conmigo
Suspiré, era mas fuerte que yo y me volvió a hipnotizar.
Me quedé toda la tarde tirada en el sillón mirando programas de chimentos y de vez en cuando abría el celular y volvía a escuchar los mensajes de Pablo.
Imaginaba que estaba haciendo mientras me llamaba y prestaba atención a los sonidos de fondo tratando de entrever alguna presencia, algún ambiente, algo que me diera una idea de que lo llevaba a buscarme.
Por la tarde, ya cansada de mi enclaustramiento decidí bajar al kiosko a comprar un paquete de cigarrillos. Estaba fumando menos pero de vez en cuando todavía necesitaba saber que tenía un paquete para urgencias como la que estaba teniendo en esos momentos. Me vestí sin pensar mientras analizaba lo que había hablado con Caro. Por supuesto tenía razón, ella lo veía claro pero no podía ni siquiera arrimarse a sentir lo que yo sentía.
Tomé la determinación mientras revolvía el placard tratando de encontrar mis zapatillas,que iba a cambiar. No sabía cómo, no sabía por donde empezar, pero no podía seguir basando mi existencia en una ilusión. Todo era bruma, mi relación amorosa y mi carrera. Nada de lo que estaba haciendo cuadraba con lo que yo siempre había querido.
Até mi pelo con una gomita, agarré el celular, plata y mis llaves y bajé por el ascensor mirándome al espejo preguntándome quien era esa persona que se reflejaba en él. Evidentemente no era lo que yo quería ser, pero no sabía por donde empezar.
Saludé la encargada y caminé sin prisa mirando a la gente y no sé si, consciente o inconscientemente, me dirigí para el edificio de Pablo.
Me paré en la esquina y miré el balcón de su departamento. Un piso alto en un barrio pituco. No parecía faltarle nada, un tipo profesional, recién casado, sin necesidades materiales...y una amante. Lo tenía todo y yo no tenía nada.
Di media vuelta y caminé a mi casa odiandome a mi misma por el poco amor propio que me tenía e imaginandome lo patética que me vería con mi jogging,mi pelo y mis zapatillas mirando el balcón de un tipo que no hacía otra cosa que reirse de mí.
Cuando llegué a la puerta de mi casa con dos paquetes más de cigarrillos de lo previsto y una barra de chocolate con almendras(de las grandes), Pablo salió como una tromba de su auto, que yo no había visto y me abrazó.
-Lu! porqué no me llamaste! Por qué no me dijiste lo que había pasado!
Lo miré sin entender y pregunté
-Cómo sabés que pasó?
-Porque estaba preocupado, vos no me atendías y la terminé llamando a Carolina...ella sabe no?
-Si, sabe...pero no tendrías que haber hecho eso
-Subamos y me contás sí? no da que estemos acá en la calle
No me pude negar y subimos. Dejé la llave en la mesa y él me volvió a abrazar. Por un lado me sentía tan bien en sus brazos, tan contenida y por el otro mi conciencia me decía que no podía volver a caer, que estaba mal, que no me dejara hipnotizar.
Me separé diciendo que iba a hacer un café y él me siguió a la cocina
-Como estás?- me dijo acariciándome el pelo
-Bien- contestaba sin mirarlo tratando de parecer ocupada mientras ponía el agua en la cafetera
-Me hubiera gustado contestar cuando me llamaste, disculpame...
-...
-Estás enojada?..- me dijo timidamente
-No Pablo...no es enojo, es otra cosa
-Qué es?
-Es tristeza
-Por lo de tu abuelo?
-Si...y por otras cosas también
-Por qué cosas Lu?- me dijo dandome vuelta la cara para que lo mirara
-No sé si quiero ésto Pablo- le dije bajando los ojos y tratando de contener una lágrima
Él se separó de mí y se apoyó con las manos en la mesada bajando la cabeza
-Es porque no pude estar con vos o porque te contestó Mechi?
-Por todo Pablo...yo...- no podía hablar, sabía que mi vida estaba en mis manos y que si yo no hacía nada, nadie lo iba a hacer por mí- no puedo seguir así, no puedo rebajarme a ser solamente tu amante
-Pero sabés que te amo! no sos solamente una amante como vos decís
-Si lo soy!! y me di cuenta de la peor manera! te necesitaba Pablo y vos no pudiste estar para mí! que pasa si me pasa algo? si ocurre algo peor? vas a estar? vas a dejar a tu mujer para venir a verme?
-Pero Lu...- y se acercó para abrazarme nuevamente
-No Pablo!, no me abraces! escuchame!
-No no....escuchame vos...no voy a separarme otra vez de vos...no puedo, vamos a algún lado, tomemonos unos días para estar juntos, por favor!
-Pero...no sé
-Tengo que viajar a Tucumán a cerrar un contrato la semana que viene, vení conmigo
Suspiré, era mas fuerte que yo y me volvió a hipnotizar.
jueves, 27 de mayo de 2010
Actualización
Actualización! (y mañana me pongo al día, prometo)
Parece ser que Mechi se enteró del blog por su propia psicóloga! (creo que no admití a nadie con el nombre de ésta persona pero si estás leyendo supongo que no lo hiciste a propósito y tampoco me preocupa)
El mundo es un pañuelo o mejor dicho, internet es un pañuelo. Por supuesto escribiendo públicamente yo me jugaba a que pasara ésto pero la verdad nunca imaginé que sucedería de ésta manera.
Es irónico no? que la persona que te trata para ayudarte psicológicamente termine dando el puntapié inicial para el estallido de tu locura.
Ésto me lo contó Pablo por lo que por ahora lo tomaría con pinzas, pero no creo que me esté mintiendo a no ser que la que esté mintiendo sea Mechi y en realidad se haya enterado de otra manera que él no me quiere contar.
Según me dijo la mina le comentó, no sé a cuento bien de qué, que había una chica (o sea yo) que escribía sobre su relación con su amante.No creo que haya atado cabos porque lo que yo cuento acá la mujer de Pablo no lo sabía y no se lo podría haber contado a ella pero, cuando Mechi entró y leyó, conectó. No escribí mucho sobre ella pero habrá encontrado similitudes con su vida y especialmente con el nombre de su ex, que es el real.
En fin...la verdad verdad....no me interesa mucho. Su relación después de mucho tiempo está acabada y como dije siempre no me siento culpable de nada.
Cada uno hace lo que le sale.
Parece ser que Mechi se enteró del blog por su propia psicóloga! (creo que no admití a nadie con el nombre de ésta persona pero si estás leyendo supongo que no lo hiciste a propósito y tampoco me preocupa)
El mundo es un pañuelo o mejor dicho, internet es un pañuelo. Por supuesto escribiendo públicamente yo me jugaba a que pasara ésto pero la verdad nunca imaginé que sucedería de ésta manera.
Es irónico no? que la persona que te trata para ayudarte psicológicamente termine dando el puntapié inicial para el estallido de tu locura.
Ésto me lo contó Pablo por lo que por ahora lo tomaría con pinzas, pero no creo que me esté mintiendo a no ser que la que esté mintiendo sea Mechi y en realidad se haya enterado de otra manera que él no me quiere contar.
Según me dijo la mina le comentó, no sé a cuento bien de qué, que había una chica (o sea yo) que escribía sobre su relación con su amante.No creo que haya atado cabos porque lo que yo cuento acá la mujer de Pablo no lo sabía y no se lo podría haber contado a ella pero, cuando Mechi entró y leyó, conectó. No escribí mucho sobre ella pero habrá encontrado similitudes con su vida y especialmente con el nombre de su ex, que es el real.
En fin...la verdad verdad....no me interesa mucho. Su relación después de mucho tiempo está acabada y como dije siempre no me siento culpable de nada.
Cada uno hace lo que le sale.
sábado, 22 de mayo de 2010
Así fue la cosa
Bueno, ya está, faltan algunos darse de alta todavía pero podemos seguir.
Ahora es como más intimo no? me siento en una habitación con amigos contándoles mis penurias.
El tema es así, hace un tiempito que no les cuento lo que me está pasando porque quería avanzar con la historia que la tenía medio dejada de lado. No voy a contarles todo porque prefiero seguir en el pasado un tiempito más para encaminarme mejor, pero el otro día hubieron hechos muy importantes que dieron vuelta varias cosas en mi relajada vida de mujer que de una vez por todas sabía lo que quería.
Comencé a recibir mails raros, con frases misteriosas del tipo:
"Ya lo sé todo"
"Sos una perra y las vas a pagar"
"Vas a arder en el infierno"
Etc.
La verdad que me hacían gracia y no me preocupé, más que venían a mi casilla del blog, no a mi correo personal, entonces supuse que debía ser algún lector enojado con lo que contaba o alguien que no tenía todos los jugadores.
Un poco por eso vino mi post "Reflexiones", porque me quedé pensando por qué alguien podía tener tanto odio hacia alguien que no conocía y que solamente escribía un blog.
Creo que el miércoles, recibí un llamado de Pablo a la noche, me dijo que tenía que hablar urgente conmigo y que quería que nos viéramos. Yo no podía porque tenía un evento al que asistir y le dije que si era muy urgente me lo dijera por teléfono o que hablábamos al otro día y como necesitaba decírmelo me contó.
Parece que Mechi, no sabe cómo leyó el blog y obviamente se puso como loca. Pensar que cuando empecé a escribir me imaginaba como iba a ser el momento que ella lo leyera y se enterara de todo. El hermano de ella, lo llamó a Pablo para decirle que estaba sacada y preguntarle que le había hecho para que se pusiera así.
Pablo no entendía nada y la fue a ver, fué cuando ella le contó, a los gritos y con revoleo de objetos contundentes incluido, que sabía todo y que iba a llamar a sus abogados, hacerle juicio y sacarle hasta la ropa que tenía puesta.
Es graciosa tanta vehemencia en alguien que también fué infiel y que se lo dijo a su pareja sin ninguna consideración en su propia cara.
En síntesis Pablo me pidió que eliminara el blog, a lo que yo me negué rotundamente. Es algo mío y es la verdad, a ella no la pongo en evidencia ya que Mechi no es su nombre y no tengo por qué dejar de hacer algo que me llena y me gusta.
Acepté, porque tampoco voy a negar que se las puede ver jodidas, a privatizarlo para que lo vieran solamente la personas que yo deseo y para no darles motivos a los abogados, que los conozco bien, para hacer más lío del que van a hacer. Una cosa es algo público que todos pueden ver y otra algo privado que solo con mi autorización pueden acceder.
Ustedes me dirán, "como haces para saber que alguien te pide autorización no es alguien que te quiera perjudicar?", bueno, la verdad no lo sé, pero solamente voy a dar autorizaciones hasta el martes que viene...ella todavía no fué con los abogados, así que, cuando vaya, yo ya no voy a autorizar a nadie más.
Ésto no va a ser así por mucho tiempo,según arreglé con Pablo. Veremos como viene la onda y si se tranquiliza todo volveré a hacerlo público.
Por ahora estas son las novedades, espero que me sigan acompañando y podamos llegar de una vez al presente.
Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ahora es como más intimo no? me siento en una habitación con amigos contándoles mis penurias.
El tema es así, hace un tiempito que no les cuento lo que me está pasando porque quería avanzar con la historia que la tenía medio dejada de lado. No voy a contarles todo porque prefiero seguir en el pasado un tiempito más para encaminarme mejor, pero el otro día hubieron hechos muy importantes que dieron vuelta varias cosas en mi relajada vida de mujer que de una vez por todas sabía lo que quería.
Comencé a recibir mails raros, con frases misteriosas del tipo:
"Ya lo sé todo"
"Sos una perra y las vas a pagar"
"Vas a arder en el infierno"
Etc.
La verdad que me hacían gracia y no me preocupé, más que venían a mi casilla del blog, no a mi correo personal, entonces supuse que debía ser algún lector enojado con lo que contaba o alguien que no tenía todos los jugadores.
Un poco por eso vino mi post "Reflexiones", porque me quedé pensando por qué alguien podía tener tanto odio hacia alguien que no conocía y que solamente escribía un blog.
Creo que el miércoles, recibí un llamado de Pablo a la noche, me dijo que tenía que hablar urgente conmigo y que quería que nos viéramos. Yo no podía porque tenía un evento al que asistir y le dije que si era muy urgente me lo dijera por teléfono o que hablábamos al otro día y como necesitaba decírmelo me contó.
Parece que Mechi, no sabe cómo leyó el blog y obviamente se puso como loca. Pensar que cuando empecé a escribir me imaginaba como iba a ser el momento que ella lo leyera y se enterara de todo. El hermano de ella, lo llamó a Pablo para decirle que estaba sacada y preguntarle que le había hecho para que se pusiera así.
Pablo no entendía nada y la fue a ver, fué cuando ella le contó, a los gritos y con revoleo de objetos contundentes incluido, que sabía todo y que iba a llamar a sus abogados, hacerle juicio y sacarle hasta la ropa que tenía puesta.
Es graciosa tanta vehemencia en alguien que también fué infiel y que se lo dijo a su pareja sin ninguna consideración en su propia cara.
En síntesis Pablo me pidió que eliminara el blog, a lo que yo me negué rotundamente. Es algo mío y es la verdad, a ella no la pongo en evidencia ya que Mechi no es su nombre y no tengo por qué dejar de hacer algo que me llena y me gusta.
Acepté, porque tampoco voy a negar que se las puede ver jodidas, a privatizarlo para que lo vieran solamente la personas que yo deseo y para no darles motivos a los abogados, que los conozco bien, para hacer más lío del que van a hacer. Una cosa es algo público que todos pueden ver y otra algo privado que solo con mi autorización pueden acceder.
Ustedes me dirán, "como haces para saber que alguien te pide autorización no es alguien que te quiera perjudicar?", bueno, la verdad no lo sé, pero solamente voy a dar autorizaciones hasta el martes que viene...ella todavía no fué con los abogados, así que, cuando vaya, yo ya no voy a autorizar a nadie más.
Ésto no va a ser así por mucho tiempo,según arreglé con Pablo. Veremos como viene la onda y si se tranquiliza todo volveré a hacerlo público.
Por ahora estas son las novedades, espero que me sigan acompañando y podamos llegar de una vez al presente.
Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
jueves, 20 de mayo de 2010
Privacidad
Chicos, lamento decirles que voy a tener que hacer el blog privado (por lo menos por un tiempo) porque hay gente que lo leyó y no quiero que lo siga haciendo.
Si quieren seguir leyendome envíenme un mail a laamante@ymail.com que los invito con todo gusto.
Un beso grande
Si quieren seguir leyendome envíenme un mail a laamante@ymail.com que los invito con todo gusto.
Un beso grande
viernes, 14 de mayo de 2010
Palabras de amiga
Cerré el celular con fuerza como si tratara de mantener un fantasma atrapado entre sus tapas.
Mi primera sensación fué de miedo, como cuando somos chicos y sabemos que nos mandamos una cagada.
Era ella, seguro que era ella y su voz se introdujo entre mis neuronas como un virus.
Arranque para irme de allí como si me escapara de algo mientras sentía lentamente como los pensamientos simples, reales, lógicos y básicos se desperezaban dentro mi cabeza despertándome de mi sueño de paraíso en la tierra.
Ella existía. Ella era su mujer. Yo era su amante. Él no podía estar conmigo cuando yo quisiera.
Unas cuadras mas adelante mi celular sonó titilando en la pantalla el nombre de Pablo. No quise atender, creí , dentro de mi reciente culpabilidad, que podía ser ella intentando saber quien había llamado a su marido.
Dejé que el contestador atendiera y ni bien pude, llamé a Caro para contarle lo de mi abuelo y apagué el celular.
Me odié a mi misma por estar pensando en él en lugar de pensar en lo importante y despedir a esa persona a la que quería tanto como se merecía. Caro se reunió conmigo en la casa de mis padres y no se separó de mi en todo el tiempo.
Al otro día cuando desperté llamé a la oficina para avisar que no iba a ir. Me dispuse a hacerme un café y pensé en llamarla a Caro para contarle de una buena vez lo que había estado haciendo todo ese tiempo. Había estado mal no diciéndole la verdad, tal vez no lo hacía por vergüenza sabiendo lo que iba a pensar o porque no quería aceptar que toda esa felicidad estaba en mi mente.
Cuando fuí a buscar el celular a mi cartera me di cuenta que nunca lo había vuelto a prender. Lo encendí y dos mensajes de voz aparecieron en la pantalla.
Marqué la clave y escuché:
"Lu, me llamaste? disculpame, no pude atender y...bueno, llamame si querés a la noche que voy a poder hablar"
Ese era el primer llamado que había tenido cuando todavía estaba en el auto y lo apagué. El segundo fué bastante mas tarde, tipo 11 de la noche
"Lu, donde estás? te pasó algo? estoy preocupado, por favor llamame cuando puedas o mandame un mail"
Volví a sentirme mal. Que estaba haciendo? Quien era ese hombre que me llamaba cuando su mujer quizás estaba haciendo la cena o mirando la tele mientras toma un café?
La llamé a Caro y la invité a tomar un café a la tarde. Tenía que contarle, abrirme, sentía la necesidad de hablar y plasmar en palabras todo lo que estaba pasando.
Las primeras palabras de Carolina fueron:
-Lucila! estás loca!? como te metiste en este quilombo?
-No sé Caro...pasó, no fué a propósito, no lo pude evitar
-No te puedo creer...- decía con una mano en la boca- no me contaste porque sabés que está mal!
-Que está mal Caro? yo quiero estar con él y él quiere estar conmigo!
-Está mal porque está casado y están engañando a su mujer
-Es que...no la quiere lastimar, quiere decírselo bien, tranquilos para hacerla sufrir lo menos posible
-Me estás jodiendo? si siguen así cuando se entere va a ser peor, no está bien y lo sabés, para qué sigue con su mujer si te ama a vos? eh?
-Porque no es fácil decir una cosa así...
-Ah! entonces qué! es un tema de "facilidad"? , es más fácil engañarla y que vos seas su amante que dejarla?, dejame de hinchar!
-Ay Caro...no sé...
-Que no sabés? tenés que dejar de verlo! esa relación no tiene futuro!
-Basta Caro! por qué decís eso? yo sé lo que siente por mí- dije sin convicción
-Si es así como vos decís entonces que deje a la mujer...
-No sé...
-Es así Lu, no hay otra.
Mi primera sensación fué de miedo, como cuando somos chicos y sabemos que nos mandamos una cagada.
Era ella, seguro que era ella y su voz se introdujo entre mis neuronas como un virus.
Arranque para irme de allí como si me escapara de algo mientras sentía lentamente como los pensamientos simples, reales, lógicos y básicos se desperezaban dentro mi cabeza despertándome de mi sueño de paraíso en la tierra.
Ella existía. Ella era su mujer. Yo era su amante. Él no podía estar conmigo cuando yo quisiera.
Unas cuadras mas adelante mi celular sonó titilando en la pantalla el nombre de Pablo. No quise atender, creí , dentro de mi reciente culpabilidad, que podía ser ella intentando saber quien había llamado a su marido.
Dejé que el contestador atendiera y ni bien pude, llamé a Caro para contarle lo de mi abuelo y apagué el celular.
Me odié a mi misma por estar pensando en él en lugar de pensar en lo importante y despedir a esa persona a la que quería tanto como se merecía. Caro se reunió conmigo en la casa de mis padres y no se separó de mi en todo el tiempo.
Al otro día cuando desperté llamé a la oficina para avisar que no iba a ir. Me dispuse a hacerme un café y pensé en llamarla a Caro para contarle de una buena vez lo que había estado haciendo todo ese tiempo. Había estado mal no diciéndole la verdad, tal vez no lo hacía por vergüenza sabiendo lo que iba a pensar o porque no quería aceptar que toda esa felicidad estaba en mi mente.
Cuando fuí a buscar el celular a mi cartera me di cuenta que nunca lo había vuelto a prender. Lo encendí y dos mensajes de voz aparecieron en la pantalla.
Marqué la clave y escuché:
"Lu, me llamaste? disculpame, no pude atender y...bueno, llamame si querés a la noche que voy a poder hablar"
Ese era el primer llamado que había tenido cuando todavía estaba en el auto y lo apagué. El segundo fué bastante mas tarde, tipo 11 de la noche
"Lu, donde estás? te pasó algo? estoy preocupado, por favor llamame cuando puedas o mandame un mail"
Volví a sentirme mal. Que estaba haciendo? Quien era ese hombre que me llamaba cuando su mujer quizás estaba haciendo la cena o mirando la tele mientras toma un café?
La llamé a Caro y la invité a tomar un café a la tarde. Tenía que contarle, abrirme, sentía la necesidad de hablar y plasmar en palabras todo lo que estaba pasando.
Las primeras palabras de Carolina fueron:
-Lucila! estás loca!? como te metiste en este quilombo?
-No sé Caro...pasó, no fué a propósito, no lo pude evitar
-No te puedo creer...- decía con una mano en la boca- no me contaste porque sabés que está mal!
-Que está mal Caro? yo quiero estar con él y él quiere estar conmigo!
-Está mal porque está casado y están engañando a su mujer
-Es que...no la quiere lastimar, quiere decírselo bien, tranquilos para hacerla sufrir lo menos posible
-Me estás jodiendo? si siguen así cuando se entere va a ser peor, no está bien y lo sabés, para qué sigue con su mujer si te ama a vos? eh?
-Porque no es fácil decir una cosa así...
-Ah! entonces qué! es un tema de "facilidad"? , es más fácil engañarla y que vos seas su amante que dejarla?, dejame de hinchar!
-Ay Caro...no sé...
-Que no sabés? tenés que dejar de verlo! esa relación no tiene futuro!
-Basta Caro! por qué decís eso? yo sé lo que siente por mí- dije sin convicción
-Si es así como vos decís entonces que deje a la mujer...
-No sé...
-Es así Lu, no hay otra.
jueves, 13 de mayo de 2010
Reflexiones
Hoy me levanté reflexiva.
Venía en el auto temprano a la mañana y cuando frené en un semáforo me quedé tildada mirando a una pareja que aparentemente se despedía. Al principio como un primer flash de deducciones me imaginé que era un matrimonio que se iba a trabajar y él la acompañaba a ella a la parada del colectivo pero mientras la luz se ponía nuevamente en verde y arrancaba pensé:
"Y si en realidad es el amante? por qué pienso que todo el mundo sigue el parámetro de la fidelidad y todos son legales y morales? por qué precisamente yo, que tuve mi principal historia de amor con un hombre casado pienso que esa situación no existe?"
Llegué al estudio y mientras me servía un café miraba a mis compañeros y recordaba sus historias, algunos de novios pero con conocidas anécdotas de after hours piratas, otros solteros pero mentirosos crónicos prometiendo amor eterno a cuanta mujer se les cruza en el camino, mujeres cansadas de escuchar un "te llamo" o "sos la única" y vivir dándose la cabeza contra la pared ante cada desilusión.
Quien está mal en todo este torbellino de emociones?
Tengo que aceptar y voy a ser totalmente honesta con éste mea culpa, que no me gustaría que mi pareja me engañara. Para la sociedad soy una hija de puta, hecha y derecha y si yo no fuera yo y me estuviera mirando desde afuera creo que pensaría lo mismo, pero no es así, estoy adentro y lo que me pasó le podría haber pasado a cualquiera.
Voy a pensarlo ahora desde un lugar moral sacando sentimientos del medio. Que es lo que está mal?
Engañar está mal. Mentir está mal. No ser sincero y lastimar a otro está mal.
Me pongo a pensar en mis actos y creo que nunca hice o nunca tuve la intención de hacer algo de eso. A mi ex no le mentí. Traté de terminar la relación cuando supe que no podía mantenerla y traté de lastimarlo lo menos posible.
Yo no engañé a la mujer de Pablo. No me siento responsable por ella. Yo no le prometí nada y no le saqué nada. Tengo que sentirme culpable? Yo nunca quise que Pablo siguiera con ella en paralelo a nuestra relación o mejor dicho, al revés, al contrario, siempre quise que él se sincerara, le dijera la verdad.
Es todo tan complicado y hay tantos que estamos en la misma situación.
No quiero hacer apología de la infidelidad, solo existen personas, sentimientos, situaciones y todo se mezcla en un momento para darnos el presente.
Me gustaría conocerlos, conocer sus historias y tratar de entender entre todos por qué se nos presentan a veces, estos amores inesperados y prohibidos.
Si tienen ganas escribanme (laamante@ymail.com ) y si quieren puedo publicar de vez en cuando su historia. Yo no los voy a juzgar, pero creanme que los voy a entender.
Venía en el auto temprano a la mañana y cuando frené en un semáforo me quedé tildada mirando a una pareja que aparentemente se despedía. Al principio como un primer flash de deducciones me imaginé que era un matrimonio que se iba a trabajar y él la acompañaba a ella a la parada del colectivo pero mientras la luz se ponía nuevamente en verde y arrancaba pensé:
"Y si en realidad es el amante? por qué pienso que todo el mundo sigue el parámetro de la fidelidad y todos son legales y morales? por qué precisamente yo, que tuve mi principal historia de amor con un hombre casado pienso que esa situación no existe?"
Llegué al estudio y mientras me servía un café miraba a mis compañeros y recordaba sus historias, algunos de novios pero con conocidas anécdotas de after hours piratas, otros solteros pero mentirosos crónicos prometiendo amor eterno a cuanta mujer se les cruza en el camino, mujeres cansadas de escuchar un "te llamo" o "sos la única" y vivir dándose la cabeza contra la pared ante cada desilusión.
Quien está mal en todo este torbellino de emociones?
Tengo que aceptar y voy a ser totalmente honesta con éste mea culpa, que no me gustaría que mi pareja me engañara. Para la sociedad soy una hija de puta, hecha y derecha y si yo no fuera yo y me estuviera mirando desde afuera creo que pensaría lo mismo, pero no es así, estoy adentro y lo que me pasó le podría haber pasado a cualquiera.
Voy a pensarlo ahora desde un lugar moral sacando sentimientos del medio. Que es lo que está mal?
Engañar está mal. Mentir está mal. No ser sincero y lastimar a otro está mal.
Me pongo a pensar en mis actos y creo que nunca hice o nunca tuve la intención de hacer algo de eso. A mi ex no le mentí. Traté de terminar la relación cuando supe que no podía mantenerla y traté de lastimarlo lo menos posible.
Yo no engañé a la mujer de Pablo. No me siento responsable por ella. Yo no le prometí nada y no le saqué nada. Tengo que sentirme culpable? Yo nunca quise que Pablo siguiera con ella en paralelo a nuestra relación o mejor dicho, al revés, al contrario, siempre quise que él se sincerara, le dijera la verdad.
Es todo tan complicado y hay tantos que estamos en la misma situación.
No quiero hacer apología de la infidelidad, solo existen personas, sentimientos, situaciones y todo se mezcla en un momento para darnos el presente.
Me gustaría conocerlos, conocer sus historias y tratar de entender entre todos por qué se nos presentan a veces, estos amores inesperados y prohibidos.
Si tienen ganas escribanme (laamante@ymail.com ) y si quieren puedo publicar de vez en cuando su historia. Yo no los voy a juzgar, pero creanme que los voy a entender.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Negación
Negación, fue la actitud que tomé.
Filtré todos los aspectos que no me convenían y lo que decantó fué mi necesidad de vivir amando al hombre que había elegido.
Mechi no existía. Su casamiento no existía. Agustín no existía. Sólo éramos él y yo.
No desesperé todos los días de la semana que siguió y no tuve noticias de él. Sabía que no era fácil y estaba segura de lo que le pasaba conmigo.
El lunes recibí un mail de una dirección que no reconocí a simple vista pero que al leer el contenido pude identificar perfectamente
De: xxxxxxx@gmail.com
Para: laamante@ymail.com
Asunto: Soy yo
Lu, espero que te llegue éste mail y no lo borres pensando que es correo no deseado. No me gusta hacer ésto pero, como te dije, quiero hacer las cosas despacio y no lastimar a nadie. Me siento una basura por tener que recurrir a ésto de inventar un mail para comunicarme con vos pero por otro lado me doy cuenta que no voy a poder evitar todo lo que siento . Me estaría mintiendo a mi mismo si negara lo que me pasa.
No te imaginás lo que estoy sufriendo sabiendo que estoy rompiendo una promesa y una persona la va a pasar muy mal por mi culpa, por eso te pido paciencia y confianza porque todo se va a arreglar.
Mañana voy a tratar de pasar un ratito por tu casa tipo 8 para vernos y poder conversar mejor si vos estás de acuerdo.
Te mando un beso muy grande.
Te quiero
Al otro día como había prometido pasó por mi casa y no conversamos.
Volvió al día siguiente y tampoco conversamos.
Como una rutina donde yo era su mujer y el mi hombre llegaba a mi departamento siempre a la misma hora y no nos soltábamos hasta una hora después cuando él debía irse. Yo no preguntaba y él no me contaba. El mundo se detenía cuando el cruzaba la puerta y volvía a rodar cuando lo despedía desde la ventana.
Todo mi día se reducía a ese instante que no iba a contaminar con la imagen de "ella" por lo que me escondía en mi burbuja temporal y no dejaba que nada ni nadie interviniera.
No sé cuantos meses pasaron. A veces no lo veía en toda la semana y otras lo tenía para mí todos los días. Chequeaba mi casilla de mails y si podía pasar seguro tenía un mensaje de él diciendo que esa noche estaríamos juntos y otras veces aparecía tocando el timbre cuando menos lo esperaba.
Yo no quería pensar, no quería plantearme nada que me impidiera seguir viéndolo y amándolo con todas mis fuerzas. No le conté a nadie de mi vida paralela, ni a Caro que no entendía que a veces tuviera que dejarla en el medio de un café para salir corriendo a una reunión misteriosa. Así estuve un tiempo, envuelta en una nube, creyendo que todo era posible y que todo estaba bien hasta que un suceso me bajó a la realidad.
Mi abuelo falleció una tarde. Estaba viejito pero muy saludable. Se le apagó la vida mientras dormía placidamente una siesta. Yo lo adoraba y pensaba que era eterno pero por supuesto no fué así. Cuando me llamaron estaba en la oficina con un cliente. La tristeza me aplastó cuando escuché a mi mamá contarme y salí corriendo a ver a mi familia. Cuando subí a mi auto me puse a llorar desconsoladamente y pensé en él. Quería que me abrazara, que me consolara, que me dijera que todo iba a estar bien y que podía contar con él.
Lo llamé a su celular sin pensarlo dos veces, sabía que no me iba a fallar y en mi inconsciencia nunca imaginé que podía pasar.
La que atendió mi llamada fue ella, explotando mi burbuja y haciéndome despertar a la realidad.
Filtré todos los aspectos que no me convenían y lo que decantó fué mi necesidad de vivir amando al hombre que había elegido.
Mechi no existía. Su casamiento no existía. Agustín no existía. Sólo éramos él y yo.
No desesperé todos los días de la semana que siguió y no tuve noticias de él. Sabía que no era fácil y estaba segura de lo que le pasaba conmigo.
El lunes recibí un mail de una dirección que no reconocí a simple vista pero que al leer el contenido pude identificar perfectamente
De: xxxxxxx@gmail.com
Para: laamante@ymail.com
Asunto: Soy yo
Lu, espero que te llegue éste mail y no lo borres pensando que es correo no deseado. No me gusta hacer ésto pero, como te dije, quiero hacer las cosas despacio y no lastimar a nadie. Me siento una basura por tener que recurrir a ésto de inventar un mail para comunicarme con vos pero por otro lado me doy cuenta que no voy a poder evitar todo lo que siento . Me estaría mintiendo a mi mismo si negara lo que me pasa.
No te imaginás lo que estoy sufriendo sabiendo que estoy rompiendo una promesa y una persona la va a pasar muy mal por mi culpa, por eso te pido paciencia y confianza porque todo se va a arreglar.
Mañana voy a tratar de pasar un ratito por tu casa tipo 8 para vernos y poder conversar mejor si vos estás de acuerdo.
Te mando un beso muy grande.
Te quiero
Al otro día como había prometido pasó por mi casa y no conversamos.
Volvió al día siguiente y tampoco conversamos.
Como una rutina donde yo era su mujer y el mi hombre llegaba a mi departamento siempre a la misma hora y no nos soltábamos hasta una hora después cuando él debía irse. Yo no preguntaba y él no me contaba. El mundo se detenía cuando el cruzaba la puerta y volvía a rodar cuando lo despedía desde la ventana.
Todo mi día se reducía a ese instante que no iba a contaminar con la imagen de "ella" por lo que me escondía en mi burbuja temporal y no dejaba que nada ni nadie interviniera.
No sé cuantos meses pasaron. A veces no lo veía en toda la semana y otras lo tenía para mí todos los días. Chequeaba mi casilla de mails y si podía pasar seguro tenía un mensaje de él diciendo que esa noche estaríamos juntos y otras veces aparecía tocando el timbre cuando menos lo esperaba.
Yo no quería pensar, no quería plantearme nada que me impidiera seguir viéndolo y amándolo con todas mis fuerzas. No le conté a nadie de mi vida paralela, ni a Caro que no entendía que a veces tuviera que dejarla en el medio de un café para salir corriendo a una reunión misteriosa. Así estuve un tiempo, envuelta en una nube, creyendo que todo era posible y que todo estaba bien hasta que un suceso me bajó a la realidad.
Mi abuelo falleció una tarde. Estaba viejito pero muy saludable. Se le apagó la vida mientras dormía placidamente una siesta. Yo lo adoraba y pensaba que era eterno pero por supuesto no fué así. Cuando me llamaron estaba en la oficina con un cliente. La tristeza me aplastó cuando escuché a mi mamá contarme y salí corriendo a ver a mi familia. Cuando subí a mi auto me puse a llorar desconsoladamente y pensé en él. Quería que me abrazara, que me consolara, que me dijera que todo iba a estar bien y que podía contar con él.
Lo llamé a su celular sin pensarlo dos veces, sabía que no me iba a fallar y en mi inconsciencia nunca imaginé que podía pasar.
La que atendió mi llamada fue ella, explotando mi burbuja y haciéndome despertar a la realidad.
martes, 11 de mayo de 2010
Cosas y cosas
Laburo
Laburo
Viaje a Rosario
Nacimiento de la hija de Caro
Emociones varias
Amor
Llanto
Tristeza
Laburo
Laburo
Discusión
Laburo
Discusión
Esperanza
Todo ésto me viene pasando éstos días en que no escribí. Estoy bastante movilizada porque mi mundo se está dando vuelta de maneras que no me imaginaba.
Obviamente hace meses que sé que Caro está embarazada pero como está en otra provincia y sólo la vi al principio del embarazo no pude darme cuenta de la magnitud del suceso. Me fuí para allá unos días antes de la fecha de parto y pude estar con ella y conocer a la beba.
Me mató.
Me sentí, por supuesto, super feliz y que me dejara vivir eso con ella fue super tierno pero a la vez devastador para mi pequeña psiquis desequilibrada.
Me gustaría contarles todas las cosas que me están pasando pero prefiero por ahora hasta que me organice mentalmente y vea para donde va todo ésto dejarlo en stand bye.
Quien sabe, por ahí pueda por fin enderezar la historia.
Laburo
Viaje a Rosario
Nacimiento de la hija de Caro
Emociones varias
Amor
Llanto
Tristeza
Laburo
Laburo
Discusión
Laburo
Discusión
Esperanza
Todo ésto me viene pasando éstos días en que no escribí. Estoy bastante movilizada porque mi mundo se está dando vuelta de maneras que no me imaginaba.
Obviamente hace meses que sé que Caro está embarazada pero como está en otra provincia y sólo la vi al principio del embarazo no pude darme cuenta de la magnitud del suceso. Me fuí para allá unos días antes de la fecha de parto y pude estar con ella y conocer a la beba.
Me mató.
Me sentí, por supuesto, super feliz y que me dejara vivir eso con ella fue super tierno pero a la vez devastador para mi pequeña psiquis desequilibrada.
Me gustaría contarles todas las cosas que me están pasando pero prefiero por ahora hasta que me organice mentalmente y vea para donde va todo ésto dejarlo en stand bye.
Quien sabe, por ahí pueda por fin enderezar la historia.
........................................................................................
Me había olvidado de agradecer a La Fox por éste lindo premio....Gracias!!!
martes, 4 de mayo de 2010
Un tiempito
Por la época donde estoy contando la historia recuerdo que tenía un sueño recurrente. Comenzaba de distintas formas pero siempre terminaba igual.
Iba caminando por la calle y llegaba un punto que no podía caminar más. Ponía toda mi energía para mover las piernas, para hacer esos pasos que me separaban de mi destino y era imposible. Había como una fuerza invisible que no me dejaba avanzar.
Como si reviviera una vez más ese sueño lo tenía a Pablo a mi lado y esa fuerza se había interpuesto otra vez entre nosotros. Nos separaban centímetros pero él ya no estaba ahí.
Una culpa pesada como una montaña lo aplastaba y no lo dejaba pensar con claridad.
Caí a la realidad desde kilómetros de altura. Me dí cuenta que la pasión me había nublado la cabeza y me había hecho creer que el paraíso existía. Entendí de la peor manera que Mechi era de carne y hueso y que no había desaparecido de la faz de la tierra ni de su cabeza.
Ya no eramos dos, sino tres los que estábamos en esa habitación.
Me levanté llena de sentimientos nefastos. Me vestí y fuí hasta mi cartera a buscar un cigarrillo. Me senté en una silla, lo prendí y miré a Pablo que seguía en la misma posición.
Si tuviera que describir mi humor en ese momento creo que era un noventa por ciento enojo. Con él, conmigo, con la vida, con el mundo entero. No veía la necesidad del arrepentimiento.
Lo hecho, hecho está, pensaba, no había vuelta atrás y si había pasado era por algo, no podíamos olvidarnos de la causa de nuestro desliz. Nos amábamos, no había duda. Él me lo había dicho y yo se lo había dicho a él.
-Me parece que me voy a ir- dijo sin mirarme y una ira que brotó como de un volcán me llegó a la cabeza
-Andate...- le dije desafiante- sos un cagón Pablo y un hijo de puta!- dije sin analizar ni un minuto mis palabras.
Él me miró abatido, sin moverse
-No te podés hacer cargo de lo que sentís porque sos un cagón, no te la bancás...te morís por estar conmigo...o no? decime que no a ver? o es que te gusta este jueguito histérico?
-Basta Lucila...no sabés lo que decís- dijo sin energías para defenderse
Nos miramos, yo con fuego en los ojos y el perdido en un mar negrísimo
-Que harías vos en mi lugar eh? pensás que es fácil darse cuenta que hiciste todo mal y que para enderezar las cosas vas a lastimar a alguien si o si? - dijo, y empezó a vestirse.
Me di cuenta en ese momento que yo tenía la punta del hilo en mis manos. Podía empezar a tejer la historia que yo deseaba o soltarlo para que el viento se lo llevara.
Me tragué mi enojo y activé mi parte racional, no podía dejarme llevar. Me conozco, sabía que iba a volver sufrir si lo veía irse por esa puerta sin decirle nada, sin intentar doblar el destino.
Me senté a su lado mientras él se ponía los zapatos y lo abracé. No fué instantáneo pero él dejó de lado la ofensa y me abrazó también.
-Pablo...necesito saber solo una cosa- le dije separándome y mirándolo
-Si...
-Que sentís por mí?
-Te amo Lu...tanto que preferiría no haberte conocido, te lo juro
-Por qué?- dije confundida
-Porque lo que siento por vos me desequilibra, me saca de mi mundo, de todo lo que conozco y soy débil. Amarte me hace un hombre débil
-No me gusta lo que me estás diciendo- dije frunciendo el seño
-Lu...vos me hacés sentir indefenso...no hay nadie en el mundo que me haya hecho sentir de ésta manera, es como si no tuviera poder de elección, es como que hay algo que me atrae directo a vos siempre y no puedo escapar...
-...
-Y no quiero escapar Lu...- me dijo mientras me besaba las mejillas y me volvía a abrazar- no quiero volver a soltarte, pero me mata saber que para llegar a lo que deseo debo cagarle la vida a alguien, entendés?
-Si...
-Tenés que entender que no es fácil para mi
-Si, lo entiendo, pero entendeme vos a mi...el hombre que quiero mas que nada en el mundo también me ama pero no puedo estar con él, te parece justo? te parece que yo debo aceptar eso?
Yo quiero estar con vos Pablo y vos querés estar conmigo...yo no te voy a dejar, te voy a ayudar, pero no dejemos que el mundo nos diga que hacer, hagamos lo que sea necesario para poder estar juntos
Él se quedó con la vista perdida sin decir nada y yo lo miraba. Esperaba la frase que me diera la seguridad de que al fin los planetas se habían alineado y que estábamos encaminados. Pero no fue como yo me lo esperaba.
Pablo se levantó y se acercó a la mesa a buscar sus llaves y billetera.
Yo me quedé sentada, mirándolo, expectante.
-Te vas? no vas a decirme nada?
-Prefiero irme Lu...necesito pensar que voy a hacer- me dijo con la mano en el picaporte
-"Que vas a hacer vos?" y yo?, tengo que quedarme acá esperando como Penélope a ver que va a decidir el señor?
-Lu, por favor...
-Ok...como quieras, ya sabés lo que siento...pero no tires de la soga Pablo
-No...ya sé, no puedo seguir con ésta situación...por favor, dejame ver cómo puedo hacer las cosas para atenuar el desastre...no va a ser fácil
-Ok...
-No te preocupes mi amor, dame un tiempito si? y vas a ver que vamos a poder estar juntos, bancame.
Me saludó con un beso y se fué. Lo ví subirse a su auto por la ventana mientras pensaba:
Un tiempito nada más...un tiempito y vamos a estar juntos.
Iba caminando por la calle y llegaba un punto que no podía caminar más. Ponía toda mi energía para mover las piernas, para hacer esos pasos que me separaban de mi destino y era imposible. Había como una fuerza invisible que no me dejaba avanzar.
Como si reviviera una vez más ese sueño lo tenía a Pablo a mi lado y esa fuerza se había interpuesto otra vez entre nosotros. Nos separaban centímetros pero él ya no estaba ahí.
Una culpa pesada como una montaña lo aplastaba y no lo dejaba pensar con claridad.
Caí a la realidad desde kilómetros de altura. Me dí cuenta que la pasión me había nublado la cabeza y me había hecho creer que el paraíso existía. Entendí de la peor manera que Mechi era de carne y hueso y que no había desaparecido de la faz de la tierra ni de su cabeza.
Ya no eramos dos, sino tres los que estábamos en esa habitación.
Me levanté llena de sentimientos nefastos. Me vestí y fuí hasta mi cartera a buscar un cigarrillo. Me senté en una silla, lo prendí y miré a Pablo que seguía en la misma posición.
Si tuviera que describir mi humor en ese momento creo que era un noventa por ciento enojo. Con él, conmigo, con la vida, con el mundo entero. No veía la necesidad del arrepentimiento.
Lo hecho, hecho está, pensaba, no había vuelta atrás y si había pasado era por algo, no podíamos olvidarnos de la causa de nuestro desliz. Nos amábamos, no había duda. Él me lo había dicho y yo se lo había dicho a él.
-Me parece que me voy a ir- dijo sin mirarme y una ira que brotó como de un volcán me llegó a la cabeza
-Andate...- le dije desafiante- sos un cagón Pablo y un hijo de puta!- dije sin analizar ni un minuto mis palabras.
Él me miró abatido, sin moverse
-No te podés hacer cargo de lo que sentís porque sos un cagón, no te la bancás...te morís por estar conmigo...o no? decime que no a ver? o es que te gusta este jueguito histérico?
-Basta Lucila...no sabés lo que decís- dijo sin energías para defenderse
Nos miramos, yo con fuego en los ojos y el perdido en un mar negrísimo
-Que harías vos en mi lugar eh? pensás que es fácil darse cuenta que hiciste todo mal y que para enderezar las cosas vas a lastimar a alguien si o si? - dijo, y empezó a vestirse.
Me di cuenta en ese momento que yo tenía la punta del hilo en mis manos. Podía empezar a tejer la historia que yo deseaba o soltarlo para que el viento se lo llevara.
Me tragué mi enojo y activé mi parte racional, no podía dejarme llevar. Me conozco, sabía que iba a volver sufrir si lo veía irse por esa puerta sin decirle nada, sin intentar doblar el destino.
Me senté a su lado mientras él se ponía los zapatos y lo abracé. No fué instantáneo pero él dejó de lado la ofensa y me abrazó también.
-Pablo...necesito saber solo una cosa- le dije separándome y mirándolo
-Si...
-Que sentís por mí?
-Te amo Lu...tanto que preferiría no haberte conocido, te lo juro
-Por qué?- dije confundida
-Porque lo que siento por vos me desequilibra, me saca de mi mundo, de todo lo que conozco y soy débil. Amarte me hace un hombre débil
-No me gusta lo que me estás diciendo- dije frunciendo el seño
-Lu...vos me hacés sentir indefenso...no hay nadie en el mundo que me haya hecho sentir de ésta manera, es como si no tuviera poder de elección, es como que hay algo que me atrae directo a vos siempre y no puedo escapar...
-...
-Y no quiero escapar Lu...- me dijo mientras me besaba las mejillas y me volvía a abrazar- no quiero volver a soltarte, pero me mata saber que para llegar a lo que deseo debo cagarle la vida a alguien, entendés?
-Si...
-Tenés que entender que no es fácil para mi
-Si, lo entiendo, pero entendeme vos a mi...el hombre que quiero mas que nada en el mundo también me ama pero no puedo estar con él, te parece justo? te parece que yo debo aceptar eso?
Yo quiero estar con vos Pablo y vos querés estar conmigo...yo no te voy a dejar, te voy a ayudar, pero no dejemos que el mundo nos diga que hacer, hagamos lo que sea necesario para poder estar juntos
Él se quedó con la vista perdida sin decir nada y yo lo miraba. Esperaba la frase que me diera la seguridad de que al fin los planetas se habían alineado y que estábamos encaminados. Pero no fue como yo me lo esperaba.
Pablo se levantó y se acercó a la mesa a buscar sus llaves y billetera.
Yo me quedé sentada, mirándolo, expectante.
-Te vas? no vas a decirme nada?
-Prefiero irme Lu...necesito pensar que voy a hacer- me dijo con la mano en el picaporte
-"Que vas a hacer vos?" y yo?, tengo que quedarme acá esperando como Penélope a ver que va a decidir el señor?
-Lu, por favor...
-Ok...como quieras, ya sabés lo que siento...pero no tires de la soga Pablo
-No...ya sé, no puedo seguir con ésta situación...por favor, dejame ver cómo puedo hacer las cosas para atenuar el desastre...no va a ser fácil
-Ok...
-No te preocupes mi amor, dame un tiempito si? y vas a ver que vamos a poder estar juntos, bancame.
Me saludó con un beso y se fué. Lo ví subirse a su auto por la ventana mientras pensaba:
Un tiempito nada más...un tiempito y vamos a estar juntos.
jueves, 29 de abril de 2010
Querer y no querer
Todos tenemos un beso que nos queda grabado a fuego
Es un beso que nos hace temblar desde la punta del pie hasta la cabeza. Es una sensación única y creo que puedo aseverar que irrepetible.
Es llenar los vacíos, sentirnos llenos casi hasta estallar.
Es como un big bang personal.
Cuando empecé a escribir ésta entrada, antes de decir algo que tal vez pudiera no ser cierto, recordé distintos besos, con otros y con Pablo. Me acordé del beso en la cochera de su edificio, tan confuso, tan lleno de miedos, que no pude dejarme llevar por la catarata de sensaciones que podría experimentar.
Después resurgió en mi mente el beso en su casa, tan esperado, tan físico, casi animal, el que terminó de sellar nuestro amor y que nos permitió estar juntos antes de que sucedieran los hechos que nos hicieron terminar.
Pero éste, el de ahora, no era igual a los demás. Mi mente y mi alma ya no me pertenecían, todo era tan irreal. Flotaba, estoy segura que flotaba.
No había ruidos, ni frío ni calor, sólo luz.
No sé si alguna vez les pasó de no poder separar sus labios de los de otra persona y necesitar seguir y seguir como si de eso dependiera vivir.
Si lo soltaba, si dejaba que parara ya no íbamos a ser uno y yo iba a volver a ser yo, sola, parada en la vereda con mi pasado y sin futuro.
Con su frente apoyada en la mía y con los ojos cerrados, cada tanto me decía que me amaba y yo repetía como un mantra que no me deje otra vez.
En un segundo estábamos en su auto y en el siguiente en mi casa. Su teléfono y el mío sonaban alternadamente esperando una respuesta que no pensábamos dar.
Aunque muchas mas veces de las que hubiera querido una sombra de culpa velaba mi mirada, recordándome la realidad, nos arrancamos mutuamente la ropa sin decir palabra, como siempre y como nunca, sin llegar a la cama.
Demasiada distancia para algo tan urgente.
Su perfume y su piel me inundaban completamente mientras acariciaba su cuello y sus hombros pensando que no tenía opción, no había fuerza en el universo que evitara lo que nos pasaba el uno con el otro.
Tuvimos la necesidad irrefrenable de ser uno y con desesperación explotamos a la vez como muy pocas veces me pasó en la vida.
Con el asombro que sucede a la sorpresa nos miramos a los ojos agitados, sin entender, casi como despertando.
Permanecimos abrazados, los dos tratando de no romper la burbuja en donde nos habíamos escondido.
Pero como siempre, nada es eterno y los momentos felices son cortos y escasos.
Con un beso en mi frente Pablo se incorporó. Sentado apoyó sus codos en sus rodillas, agachó su cabeza tomándola entre sus manos y dijo:
- Y ahora...que hacemos?
Es un beso que nos hace temblar desde la punta del pie hasta la cabeza. Es una sensación única y creo que puedo aseverar que irrepetible.
Es llenar los vacíos, sentirnos llenos casi hasta estallar.
Es como un big bang personal.
Cuando empecé a escribir ésta entrada, antes de decir algo que tal vez pudiera no ser cierto, recordé distintos besos, con otros y con Pablo. Me acordé del beso en la cochera de su edificio, tan confuso, tan lleno de miedos, que no pude dejarme llevar por la catarata de sensaciones que podría experimentar.
Después resurgió en mi mente el beso en su casa, tan esperado, tan físico, casi animal, el que terminó de sellar nuestro amor y que nos permitió estar juntos antes de que sucedieran los hechos que nos hicieron terminar.
Pero éste, el de ahora, no era igual a los demás. Mi mente y mi alma ya no me pertenecían, todo era tan irreal. Flotaba, estoy segura que flotaba.
No había ruidos, ni frío ni calor, sólo luz.
No sé si alguna vez les pasó de no poder separar sus labios de los de otra persona y necesitar seguir y seguir como si de eso dependiera vivir.
Si lo soltaba, si dejaba que parara ya no íbamos a ser uno y yo iba a volver a ser yo, sola, parada en la vereda con mi pasado y sin futuro.
Con su frente apoyada en la mía y con los ojos cerrados, cada tanto me decía que me amaba y yo repetía como un mantra que no me deje otra vez.
En un segundo estábamos en su auto y en el siguiente en mi casa. Su teléfono y el mío sonaban alternadamente esperando una respuesta que no pensábamos dar.
Aunque muchas mas veces de las que hubiera querido una sombra de culpa velaba mi mirada, recordándome la realidad, nos arrancamos mutuamente la ropa sin decir palabra, como siempre y como nunca, sin llegar a la cama.
Demasiada distancia para algo tan urgente.
Su perfume y su piel me inundaban completamente mientras acariciaba su cuello y sus hombros pensando que no tenía opción, no había fuerza en el universo que evitara lo que nos pasaba el uno con el otro.
Tuvimos la necesidad irrefrenable de ser uno y con desesperación explotamos a la vez como muy pocas veces me pasó en la vida.
Con el asombro que sucede a la sorpresa nos miramos a los ojos agitados, sin entender, casi como despertando.
Permanecimos abrazados, los dos tratando de no romper la burbuja en donde nos habíamos escondido.
Pero como siempre, nada es eterno y los momentos felices son cortos y escasos.
Con un beso en mi frente Pablo se incorporó. Sentado apoyó sus codos en sus rodillas, agachó su cabeza tomándola entre sus manos y dijo:
- Y ahora...que hacemos?
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