viernes, 27 de noviembre de 2009

Ruta al infierno

Estoy sentada frente a la pantalla en blanco.

Antes de escribir miro por la ventana, llueve. Es temprano.
Todavía el ruido no es infernal.
Estoy en un segundo piso con la ventana abierta y si estiro la mano puedo tocar las hojas de un árbol no muy alto que está en la vereda. Un pajarito se posa en la ventana y lo miro con mi cara apoyada en mi mano derecha.
Es viernes y no tengo ganas de trabajar. Sé que tengo que escribir y contar lo que sigue y rememoro los hechos, casi hasta vuelvo a escuchar esas voces que no volví a escuchar.

Pienso.

Estaría acá sentada si las cosas hubieran sido diferentes?
Estaría hoy viendo llover por ésta ventana si nunca hubiera conocido a Pablo?
Hubiera deseado estar en otra parte, como hoy?

Las opciones son infinitas pero una sola se hace realidad. Y mi realidad es ahora. Mi presente es éste, no hay vuelta atrás. Nunca hay vuelta atrás.

El programa que uso en estos momentos para mi trabajo tiene un botón con una flechita que se llama UNDO, deshacer, y lo utilizo constantemente, deshago y deshago y vuelvo al principio. Adoro ese comando, me da libertad para elegir, para probar, para que mi creación quede perfecta, que no haya fallas. La vida debería tener un botón como éste.

Soy reiterativa con éste tema, pero es algo que pienso todo el tiempo. Imperfecto del subjuntivo y condicional, encontré en internet. "Si yo hubiera".... No sé, nunca fuí buena para lengua.

A veces tardamos en entender algo que leemos o nos están diciendo. Procesamos en nuestra mente las palabras que se mezclan con nuestras propias obvservaciones o creencias.
Las palabras que habían salido de la boca de Agustín no tenían el menor significado para mí.
Pablo no me quería ver mas? Imposible.

-Pará Agustín, volvé!- le grité desesperada
-Vos entendés lo que te acabo de decir?- me dijo mirándome un segundo- Pablo no nos quiere ver más Lucila, sabe estuvimos juntos!
-Pero cómo! por qué le contaste!- y mis lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos
-Por que? no es verdad?- dijo con una pequeña sonrisa irónica
-Pero para que lo hiciste! no tenía por qué saber! yo no estaba con él cuando eso pasó, sos un hijo de puta Agustín! que ganás con ésto? por qué mierda me cagaste así la vida!- dije llorando
-Vos le estabas por cagar la vida a él Lucila...te crees que iba a dejar que no se casara por una mina como vos? entendés que el tipo estaba por largar a la novia de siempre por una calentura?
-Que? una mina como yo? estás loco?
-Ay Lucila por favor! no te hagas ahora la santa...cogiste conmigo y te importó tres carajos que yo fuera el amigo, te importó tres carajos que yo estuviera interesado en vos y te importo una mierda que el tipo dejara a su novia en el altar...la verdad nunca pensé que te atrevieras a volver con él y la verdad pensé que nosotros podíamos llegar a algo, pero me demostraste que sos una flor de puta...te lo tenías guardadito no? cuando me lo ibas a decir? eh? ibas a seguir viendo como yo con cara de estúpido te decía que quería cenar con vos? que me gustabas?
Cuando los vi caminar por el pasillo traté de creer que no pasaba nada pero después me lo dijo él de su propia boca...no lo podía creer y le tuve que contar, entendés? aunque me odie no podía dejar que tire su vida a la mierda...algún día me lo va a agradecer...

No podía dar crédito a lo que escuchaba. Con los ojos bien abiertos lo miraba muda. Miré para adelante hacia la autopista y dije

-Dejame bajar
-Estamos en la panamericana Lucila, no ves?
-Dejame bajar Agustín! te odio! dejame ir!

A toda velocidad agarró la primer bajada que vió. Frenó y por encima mío abrió la puerta de mi lado

-Dale bajá nena, querés salir? dale, salí

Bajé y arrancó a toda velocidad. Me quedé sola, parada en la colectora sin saber para donde ir.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Crónica de una muerte anunciada

Hace poco en una reunión de amigos comentábamos sobre cómo nos dibujábamos en nuestra cabeza la línea de tiempo de las semanas, los meses, los años de nuestra vida.

Es difícil de explicar lo que quiero explicar pero si lo piensan todos tenemos una imagen mental de distintas lineas de tiempo.

Yo me imagino las semanas y los días como una linea gruesa amarilla flotante y en perspectiva que va corriendo hacia la izquierda y el fin de semana son dos cuadrados mas grandes que representan el sábado y el domingo.
Los meses me los imagino de una forma parecida pero los años se me dibujan en el sentido contrario como una linea negra fina y los años son círculos con el número al costado blanco.
Toda esta perorata es para contar que el período de mi vida en que ocurrieron los hechos que voy a narrar los imagino con bruma pero resaltan entre todos los demás, como si tuvieran relieve, como una loma. Es mi punto de inflexión o no, mejor dicho es el punto de caída. Es como un moretón.

La fiesta comenzaba su mejor momento
Agustín y Pablo bajaron la escalera haciéndose chistes abrazados como dos grandes amigos que eran. Yo los seguía atrás.
Dejé que se perdieran en la multitud, no quería estar pegada a Pablo toda la noche, me parecía mejor dejarlo disfrutar y si él tenía ganas de estar conmigo me iba a buscar.

Todo estaba saliendo perfecto y yo ya podía sentir el después. Esa era la última noche que nuestro amor iba a estar censurado.
Parada junto a una columna de la galería observaba hacia afuera e imaginaba nuestra vida juntos,cada tanto buscaba a Pablo con la mirada y lo veía charlando animadamente con sus invitados.

Seguramente al principio iba a ser difícil. La familia iba a tener que aceptar nuestra relación y entender que todos nos equivocamos y podemos cambiar de opinión. Si el destino de Pablo era estar conmigo ellos iban a tener que hacerse a la idea.

El tiempo cura todo, pensaba, y no hay mal que por bien no venga, me decía a mi misma en una frase super cliché que en ese momento me parecía de lo mas acertada.
Sumida en mis pensamientos me encontraba cuando sentí que me tironeaban fuertemente del brazo tratando de arrastrarme y una voz me decía

"Vamos! tenemos que salir ya de acá!"

No era Pablo que quería estar conmigo sino Agustín que me llevaba como un banderín corriendo como si lo estuvieran persiguiendo.

-Que pasa Agustín! a donde vamos?- grité tratando que me escuchara sobre la música

No me contestó y conmigo tomada del brazo salimos fuera de la casa hasta el auto. Me abrió la puerta y me dijo

-Entrá dale!
-Que pasa! estás loco? explicame ya!
-Podés entrar por favor?- dijo sacado, parecía poseído

Me subí al auto, él cerró la puerta, corrió a su lado, entró y arrancó a toda velocidad

-Agustín por favor! vamos a chocar! que pasa?!- ya estaba desesperada, no entendía nada y no había podido hablar con Pablo para decirle que me iba
-Por qué no me dijiste que habías vuelto con Pablo!- me dijo sin mirarme aferrado al volante
-Que?
-Que por qué no me dijiste! no te parece que yo tendría que haberme enterado antes que nadie?
-Porque Pablo no quiso, pero...que tiene que ver Agustín? no entiendo nada! no le pude decir a Pablo que me iba, se va a preocupar! lo voy a llamar...
-No te gastes...Pablo no quiere hablar con vos...
-Que? por que!?
-Porque le conté todo. No nos quiere ver más Lucila, ni a vos, ni a mi.

martes, 24 de noviembre de 2009

La enroscadita

No sé si es la humedad, el calor, la época del año o que pero no me aguanto a mi misma.
Estoy insoportable, lo admito pero bueno, hay cosas que influyen en mi estado de ánimo como podría ser lo que me ocurrió ayer.

Nunca me había pasado algo así, por lo que en un principio quedé a-no-na-da-da y después me ofendí.

Diego llegó a mi casa a la tarde después del trabajo mientras yo hablaba con una amiga por teléfono. que dejaba una bolsa en una silla y se dirigía a la cocina a hacerse un café.
Cuando colgué lo saludé y le pregunté

-Que es esta bolsa tan linda?- dije hurgando en su interior- me trajiste un regalito?
-No- me dijo mientras ponía la taza en el microondas- te lo manda Ester
-Ester?- dije sorpendida
-Si, me lo dió para vos- me dijo mientras yo sacaba una pollera hermosa de la bolsa- dice que se lo regalaron y a ella le queda grande y capaz a vos te quedaba.

Freezemos un minuto la imagen.

La mina sacando una prenda de ropa de una bolsa y el novio diciéndole que a su totalmente bondadosa y desinteresada amiga de un metro setenta, con el pelo de propaganda de shampoo, sonrisa perfecta y silueta de sílfide le donaba una pollera que a ella "le queda grande".

En el instante me hice varias preguntas

*Estercita no tiene amigas para regalársela? es so fucking perfect que ninguna mujer en sus cabales quiere tener a su lado semejante bestia para que no la opaque?
*Me quiso decir gorda?
*Es un metamensaje dirigido especialmente a mí, cosa que Diego nunca podría descifrar y yo sí?
*Se quiere congraciar conmigo por algo?
*Pensará que me visto mal?
Y por último y lo mas importante

"Que le puede pasar a una mujer por la cabeza para hacer semejante cosa con alguien que vió dos veces en su vida???eh eh eh eh?

Como decía al principio, tal vez es el clima o simplemente soy una forra jodida pero:

NO PODÉS REGALARLE ALGO QUE NO TE QUEDA BIEN A LA NOVIA DE UN AMIGO TUYO CON LA QUE TENÉS 0 CONFIANZA

Imaginarán que me enojé, le dije:

-Porqué me traés ésto? que es caridad? que se piensa? a ella no le queda y me lo manda a mi?
-Lu, pará, lo hizo de buena mina, se acordó de vos y me lo dió, no podés ser así
-Es que no , Diego! no , algo que me quiere decir...
-Jaja, por favor Lucila! no seas enroscada!

A mi no me va a convencer. No es normal lo que hizo, o si y yo soy enroscada como dice Diego?

lunes, 23 de noviembre de 2009

Encuentros casuales

Jueves. 6.30 de la tarde.

Había quedado con Diego en encontrarme en importante disquería (que antigua!) de importante avenida de importante barrio de zona norte de la Capital Federal.

Como aún era temprano porque había podido salir antes del trabajo entré a ver libros y algún CD.
Hacía tiempo que me quería comprar el último de The Verve.

Revolví un rato mientras en los parlantes del local sonaba Arjona, arruinándome un poquito la tarde y al no tener éxito en mi búsqueda fuí hasta el mostrador de atención al público para que me dijeran donde lo podía encontrar.

Mientras hablaba con el amable encargado que me decía que el disco era diferente a los anteriores y que estaba muy bueno siento que una voz femenina dice mi nombre a mis espaldas.

Me doy vuelta y lo primero que veo es una niña rubia, muy rubia vestida de importante marca femenina que ahora se le dió por hacer ropa para chicos cuyo costo incluye dejar un riñón a la entrada como parte de pago.

-Lucila! como estás tanto tiempo?

La verdad que encontrarme con Laura, la mujer de un amigo de Pablo que sabía de lo nuestro, no estaba en mis planes esa tarde.

-Laura! que sorpresa...que hacés por acá?

Casi hasta tonta fué mi pregunta. Laura, como solía hacerlo Pablo, vive en esa zona

-Comprando un regalo para mi papá que cumple años, pero contame vos como estás! me enteré hace poco de todo...como fue?

Laura es chusma. Así, simple y le encanta hablar y criticar a la gente, me imagino que encontrarme ahí sola toda para ella con información vital para su existencia le debe haber producido una especie de orgasmo

Traté de hacerme un poco la boluda (que mucho no me cuesta) porque no sabía cuanta info tenía en su cabeza. No iba a ser yo la que ampliara su repertorio de chismes para la reunión del fin de semana. Tengo que, igualmente, aceptar algo. Laura nunca dijo nada de mi relación con Pablo, por lo menos a alguien que le importara y es por eso que nunca tuvimos ni un sí ni un no.

- De qué te enteraste?- dije como si no entendiera
Con una media sonrisa y entrecerrando los ojos como si mi actitud fuera obvia me respondió
-Que Pablo se separó...me contó Mauricio hace como quince días, la verdad que me puso contenta la noticia, se merecen estar juntos.
-Me parece que Mauricio no te contó todo Lau...
-No? por qué me decís?
-Porque yo no estoy con Pablo, es una decisión que tomó solo, hace tiempo que no estamos juntos
-En serio???? No te puedo creer! pero entonces? para qué lo hizo? con todo lo que esperaron!
-Es complicado Lau...
-No te puedo creer...- repitió llevándose una mano a la boca.

En eso la nena empezó a decirle que quería ir a ver los muñecos que le había prometido y a mi me sonó el teléfono con un mensaje de Diego que estaba en la puerta.

-Te tengo que dejar Laura, me están esperando. Me alegro mucho de que estés bien. Mandale un beso a Mauricio
-Si si, pero esperá, tenemos que juntarnos, ir a tomar un café...algo, tomá, te dejo mi tarjeta, llamame y nos juntamos dale?
-Ok...

Me dió su tarjeta, la saludé con un beso y salí a la calle a encontrarme con Diego.

No sé si alguna vez la voy a llamar, no creo que me sirva de nada pero éste encuentro me hizo reflexionar porque, si Diego me hubiera encontrado con ella no sé como la hubiera presentado y eso me lleva a pensar que tengo que contarle a él toda la historia.

Tal vez no me sirva hablar con Laura pero sí me sirva sincerarme con Diego.

viernes, 20 de noviembre de 2009

La mirada de los otros

Me puse de pie para ver a Pablo pero fué imposible

Todos aplaudieron y gritaron su nombre y la música comenzó a sonar a todo volumen.
Creí que era mejor esperar en mi lugar a que todos saludaran y cuando estuviera solo acercarme para que me viera.

Era increíble la cantidad de gente que había en cada metro cuadrado de esa vivienda. Parecía una publicidad de cerveza. Chicas hermosas con piernas larguísimas y minis cortísimas que bamboleaban toda su humanidad al ritmo de la música.

Mientras observaba sentada el espectáculo sentí una mano en mi hombro. Me di vuelta y lo vi a Pablo parado a mi lado con una sonrisa. Me levanté de un salto y no pude evitar abrazarlo efusivamente. Estaba brillante como siempre y cuando sentí su calor y su cercanía por fin estuve segura. No tenía mas dudas y si me lo pedía en ese instante era capaz de todo por él. Ni su futura ex novia, ni su casamiento, ni Agustín ni nadie iban a impedir que yo lo soltara.

-Te extrañé- Me dijo alejándose unos centímetros para mirarme a los ojos
-Yo también, no sabés cómo, ya me estaba poniendo nerviosa que no llegabas-

Sus ojos se ensombrecieron por un segundo y corrió un mechón de mi pelo hacia atrás con ternura

-Tuve una discusión con Mechi y no pude llegar antes- me dijo al oído, el ruido casi no nos dejaba escucharnos
-Le dijiste algo?- pregunté entre nerviosa y esperanzada
-Todavía no, le dije que necesitaba hablar mañana seriamente con ella y que quería que nos encontráramos en mi casa a la tarde
-Y por qué discutiste? se enojó por eso?
-Se enojó por todo un poco, por ésta fiesta y porque no le quise contar que es lo que quería decirle- miró para los costados un poco molesto y me dijo- ésto es un quilombo Lu, no sé puede ni hablar acá, vamos para arriba
-Pero no se darán cuenta?
-Que importa? nadie va a decir nada
-Ok, vamos

Me tomó de la mano y me guió esquivando gente hasta la escalera. Cuando íbamos subiendo crucé miradas con Agustín que charlaba con otros dos chicos con un vaso en la mano.
Entramos al baño para poder cerrar con llave y que nadie pudiera entrar de improviso.

-Tendrías que contarle a Agustín Pablo- dije cerrando la puerta- me parece que sospecha
-Agustín es lo que menos me preocupa Lucila

Yo no podía decir lo mismo. Pablo ni se imaginaba lo importante que era para mi blanquear la situación con Agustín.

-Ok, como quieras- dije mirándome al espejo.

Pablo me tomó la cara con la mano y me dio un beso. Nos miramos sin hablar y volvimos a besarnos pero ésta vez mas profundo e intenso. Sentí su lengua en mi boca y su mano en mi cintura.

-Pará Pablo! se van a dar cuenta!
-No me importa- me dijo y volvió a besarme

No tardó en traspasar la poca barrera de ropa que nos separaba y en un segundo casi sin pensar estábamos teniendo sexo sobre el inodoro.
El baño no es el lugar más cómodo para éste tipo de vicisitudes, pero la urgencia que Pablo siempre me generó, esa necesidad, ese deseo incontrolable, hizo que me perdiera en mi misma.

Eramos felices al tener esa química entre nosotros y poder satisfacer nuestros deseos sin hablar, sin decirnos nada, ya sabíamos donde tocar, donde besar y lo que el otro necesitaba.

Riéndonos salimos mirando a los costados y abrazados caminamos por el pasillo pero antes de llegar a la escalera Agustín tomaba el último escalón.

Instintivamente solté a Pablo y Agustín me miró inquisidoramente, serio, y sin decir nada luego lo miró a Pablo y le dijo con esa sonrisa falsa que conocía tan bien.

-Te estamos esperando Pablito, donde andabas? no podemos festejar sin vos, no te parece?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Que comience el show!

Pasamos la entrada de seguridad del Country y despacio por las callecitas llegamos a una casa majestuosa.

Desde afuera ya se intuía por la iluminación y la música que adentro había una gran fiesta.

Bajé del auto tratando de no clavar mis tacos en el pasto mojado y lo seguí a Agustín hasta la entrada, detrás nuestro llegaba más y más gente. Abrió la puerta directamente con sus llaves y pude comprobar que lo que me había prometido era real.

La fiesta era increíble, no habían escatimado en nada. En el estar del frente, cuando recién entrabas había un Dj que pasaba música mas tranquila, en los sillones la gente charlaba mientras tomaban tragos hechos por un barman en una barra que habían instalado al costado de la escalera.
Algunos muebles habían sido removidos para dar mas espacio y en su lugar habían colocado unos pufs blancos con mesas ratonas. Ese ambiente tenía unos ventanales enormes que daban a la galería que había sido ampliada con una especie de toldo o carpa hacia el gran jardín. Era una noche fresca pero algunos preferían estar afuera junto a la pileta que habían decorado con velitas en todo el perímetro y otras flotando en el agua. En la carpa había otro Dj tocando música mas movida para bailar y otra barra mas grande que se iba llenando de gente..

Yo observaba todo asombrada por la organización, no esperaba tanto despliegue y Agustín me miraba con una sonrisa en la boca, orgulloso de su creación.Todos los invitados lo saludaban y él se ponía a charlar con cada uno de ellos.

No conocía a nadie y no tenía otra opción que quedarme por lo menos un rato junto a Agustín que me iba presentando a los demás como una "amiga". En un momento de paz le pregunté.

-De donde es toda ésta gente?
-De todas partes, la idea surgió con otro chico que también se llama Pablo. Se casaba y nos aburría mucho hacer la típica de llevarlo a un cabarulo o atarlo desnudo al obelisco, la realidad es que nadie se divierte con esas cosas. Entonces pensamos que la última noche de soltero se tenía que sentir realmente como cuando era soltero y organizamos una super fiesta con muchas chicas y amigos que no tuvieran nada que ver con la novia. Así él iba a poder sentir que era soltero otra vez y después lo que hiciera esa noche iba a ser su decisión, o sea, si tenía ganas de acostarse con alguien y pasarla bien nadie iba a decir nada.
-Está buena la idea, a mi tampoco me gustan las despedidas, nunca la pasé bien en ninguna, todo muy forzado...
-Tal cual, así que aquí estamos. Me la hicieron a mí en su momento y la pasé muy bien
-Y vos decidiste ser totalmente soltero esa noche?
-Querés decir si estuve con alguna chica?
-Si
-No, fuí un boludo, tuve miles de oportunidades, pero en ese momento me parecía que estaba mal, que se yo, ahora pienso distinto. Pero ya fué, ahora sí soy soltero y puedo hacer lo que quiera, no?
-Si- dije no muy segura de lo que quería decir su mirada
-Ya vengo Lu, no te pierdas- me dió un beso en la mejilla y se fué para la cocina

Me acerqué a la barra y me pedí un trago. Estaba incómoda. No la paso bien en lugares donde no conozco a la gente, no sé ni me divierte mucho entablar una conversación con desconocidos y a eso se le sumaba la situación en la que estaba. No lo había meditado mucho hasta el momento pero aunque nadie lo supiera, yo, de alguna manera, era la responsable por la que el agasajado nuna iba a llegar al altar y por la que esa fiesta era una puesta en escena que Pablo no había querido cancelar.

Me senté en un silloncito y no tardó en llegar el típico levantador de minas de boliche. Mis afirmaciones y negaciones escuetas le bastaban para seguir con su chamuyo sistemático y totalmente estéril. No le prestaba atención, estaba totalmente pendiente de la llegada de Pablo que todavía no había aparecido.
A eso de las doce de la noche Agustín hizo cortar la música y tomó el micrófono. Desde mi lugar no lo veía pero pude escuchar que decía

"Señoras y Señores, con ustedes, en sus últimos tiros de su soltería, Pablo!!!!!!! y que empiece la fiesta!!!!"

lunes, 16 de noviembre de 2009

Palpitando el futuro

Me senté a esperar a Agustín en el sillón del living de mi casa.
Mi taco repiqueteaba en el piso de madera sin parar y tenía que hacer un gran esfuerzo para no arruinar el esmalte de mis uñas cada vez que me las llevaba con ansiedad a la boca para arrancarlas de un tirón.
Cada vez que escuchaba un auto me paraba y caminaba hacia la ventana para ver si era él. No hacía frío pero tenía la piel de gallina.
Quince minutos después de las once de la noche vi que estacionaba su auto. No le di ni tiempo a bajar, abrí la puerta y salí raudamente.
Entré a su auto y lo saludé amistosamente. Tenía puesta una música tranquila tipo chill out o bossa nova y su perfume era embriagante.

-Estás hermosa- me dijo mientras arrancaba despacio
-Gracias- dije escuetamente, y aunque pensaba que él también estaba muy guapo no lo podía decir, un comentario amable podía ser malinterpretado y era lo último que quería en ese momento.
-Que pensás?- me dijo después de unos minutos de silencio
-Nada...- dije mirando hacia afuera por la ventanilla
-Estás nerviosa?-
-Y por qué debería estarlo?- dije defensivamente
-No sé, tal vez porque vos y Pablo tuvieron algo, no te jode ir a su despedida de soltero?-
-Si me jodiera no habría venido, no?-
-No necesariamente, a veces las mujeres son bastante morbosas, les gusta sufrir-
-A mi no me gusta sufrir- dije sin mirarlo
-Ok, fantástico, así la vamos a pasar mejor
-Vamos?
-Y si, no te quiero ver con cara de sufrimiento, es una fiesta, vamos a divertirnos no te parece? además me encanta que vengas conmigo, sabías?
-No- dije secamente, no me gustaba el tono que estaba tomando la conversación
-Bueno, entonces te lo digo, para que lo sepas, me gusta estar con vos

Lo miré y sonreí falsamente y él siguió diciendo

-Seamos sinceros Lu, Pablo no era para vos, es mejor que no siguieron las cosas con él
-Mejor para quien?- dije desafiante, no veía la hora de que Pablo le dijera lo que habíamos decidido, iba a tener que guardar todas sus palabras
-Para vos, para él y para mí, para qué te voy a mentir

Me callé, no dije nada, tenía miedo de hablar de más pero ya me sentía en el fondo de un agujero negrisimo

-No vas a decir nada?...no quiero ser hipócrita Lu, sé que casi te enganchás con mi mejor amigo y creo que no va a ser fácil contarle lo que pasó entre nosotros y lo que siento por vos
-Contarle? no le podés contar nada Agustín, quedamos en eso!-dije nerviosa
-Ok ok, por ahí éste no es el mejor momento para hablar de lo que me pasa, si querés lo dejamos para después, mañana a la tarde tal vez
-Si, no es el momento- dije tratando de cortar con la charla, se estaba poniendo densa y quería dejar pasar el mayor tiempo posible para que Pablo tuviera la chance de contarle, no sé si esa noche pero seguro en breve.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Maldito Facebook

No pude escribir ayer. Mucho trabajo.Por suerte? Si, por suerte

Estoy bañada, vestida y maquillada esperando que venga Diego a buscarme. Vamos a ir a comer con dos parejas amigas de él que todavía no conozco.

"Son divinos, vas a ver..." me dijo ansioso

"ok", le contesté tratando de forzar mi emoción

"Por favor Lu...tengo muchas ganas que los conozcas, les hablé de vos y esperan conocerte"

"Ok mi amor" le dije "si es tan importante para vos..."

Mientras espero escribo y algo más. Entro a facebook y veo algo que no tenía ganas de ver. Fotos de Pablo en Australia.
Me quedo tildada con los ojos en la pantalla. Son diez fotos, con el amigo, solo, con la mujer del amigo y el nene de ellos.

Ramiro, un amigo de Pablo le puso un comentario y él se lo contesta

Ramiro dice: Que hacés Pabloncho! se te extraña! cuando te volvés? nos falta el goleador del equipo, nos están haciendo bosta en el campeonato, como nos abandonaste!

Y Pablo dice: Que hacés boludo! yo también los extraño, no sé cuando voy volver, estoy con proyectos grosos, te llamo en la semana. Mandale un saludo a los chicos

Ya no tengo ganas de salir...

jueves, 12 de noviembre de 2009

Sábado de fiesta

Mañana soleada de sábado. Me desperté con la música que venía del cuarto de mi hermana. Estaba preparando un final y según ella solo podía concentrarse si tenía música a todo volumen.
Una vez más pensé "tengo que irme a vivir sola"
Bajé las escaleras y fui hasta la cocina donde estaba mi mamá desayunando.

-Como estás gorda?- me dijo cuando la saludé
-Bien - le dije mientras me servía una taza de café recién hecho
-Como anda todo?, no te vimos mucho estos días

La verdad que no daba para contarle nada todavía y menos a la mañana cuando me acababa de levantar. Me senté con cara de pocos amigos mientras agarraba una galletita

-Estuve yendo a lo de Caro, necesitaba ayuda con unas cosas para la facultad- mentí y para cambiar de tema le dije - No le podés decir a Eugenia que baje esa música? está sorda?
-Buuueeeno, dejala, está nerviosa por el final, aparte me parece que se peleó ayer con Germán (el novio) y estaba como loca
-Y por eso todos tenemos que sufrir?
-Bueno Lucila, dejala, ya se le va a pasar, entendela, ella no es como vos...
-Como yo? y yo como soy?
-No sé, vos sos mas fría, mas dura, mas como tu papá, mirá...te peleaste con Sebastián y ni se notó, recién me enteré cuando la madre me contó...
-Uf, ! que! tengo que andar publicándolo por todas partes? se terminó y listo! por qué tengo que seguir llorando por los rincones?
-Ves lo que digo? igual a tu padre, y Euge es mas como yo, mas sensible, mas romántica
-No es sensible! es una hincha pelotas!
-Bueno Lucila basta, no se peleen, vivamos en paz
-No sé , estoy pensando que estaría bueno tener mis espacios...
-Te querés ir? nos querés dejar?- dijo con un dejo de angustia
-Bueno, tampoco para tanto! es normal! ya estoy grande y me gustaría tener mi lugar en donde no me despertara mi hermana "sensible" porque se peleó con el noviecito
-Me parece una medida muy drástica, tampoco tu hermana te despierta todos los días...
-No es eso nada más, es algo que necesito
-No sé, a mi no me parece- dijo como haciendo un pucherito muy característico de ella
-Bueno , después lo hablamos bien cuando ya tenga en claro todo si? ahora todavía no vale la pena

Siempre tuve buena relación con mi mamá, pero no tenemos esa relación de madre- hija-amiga.
Siempre fue muy sobreprotectora pero comprensiva. Ella solo tiene que hacerse a la idea, después, cuando ya lo tiene asumido es la primera en ayudarte a obtener lo que deseas.

La charla con mi mamá me hizo olvidar por un rato de la fiesta de esa noche y cuando me acordé se me hizo un nudo en el estomago. No sabía bien con qué me iba a encontrar y me parecía una situación demasiado rara.
Hablé con Caro para que me acompañara a comprar ropa y para convencerla de venir conmigo a la fiesta pero no hubo caso. Todavía no estaba diez puntos después de lo que le había pasado y preferí no insistir.
A eso de las cinco de la tarde me llamó Agustín

-Hola Agus- dije sin mucha emoción, sabía que me llamaba para arreglar como ir, situación que me ponía un poco incomoda pero no tenía otra opción
-Hola preciosa, estás preparada para la gran fiesta? mirá que con los chicos no nos andamos en chiquitas! va estar buenísima
-Si? que bueno...-
-Si! ya preparamos todo! te paso a buscar tipo once, te parece?
-Si...igual por ahí vos estás ocupado organizando, no sería mejor que fuera sola con mi auto?- dije tratando de zafar
-No!!! como vas a venir sola? con quien pensás que estás hablando? soy un caballero!, no se discute más, a las once te quiero lista, ok?
-Ok- dije y asumí que no iba a poder cambiar el destino- a las once estaré lista.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Una novia normal

Ayer me pasó algo raro.

Como conté alguna vez Diego es arquitecto y como le gusta mucho su carrera y en el estudio donde él trabaja se lo bancan está haciendo un posgrado.

Cuando salí del trabajo a la tarde quise darle una sorpresa, pasé por una panadería y compré unas masitas secas que nos gustan a los dos y me fuí para su casa sin avisarle. Cuando llegué pensando que no iba a estar lo encontré sentado en la mesa estudiando con una compañera.

No tengo buenas experiencias con compañeras de novios, recordarán a Natalia, la ratita de biblioteca amiga de Sebastián. La diferencia con la mujer que estaba sentada con Diego, riendo y charlando sin parar y la famosa Natu era que parecía hecha con una maquina de hacer muñecas. Alta, delgada, hermosa, fina. Casi casi una modelo, lo único que tendría en contra es el nombre, se llama Ester. Si, así como leen, una diosa con nombre de señora mayor con ruleros.
Por supuesto ningún hombre que se precie de tal se fijaría en semejante detalle, pero el problema era que Estercita no estaba delante de cualquier hombre, sino del mío, de MI Dieguito.

Celos, inseguridad, envidia, no sé, llámenlo como quieran, pero no pude evitar poner cara de orto.

Puse agua para hacer un té, lo serví con las masitas, como buena anfitriona, en la casa de Diego pero anfitriona al fin, y me senté a la mesa junto a ellos.

Ester no era antipática (encima!) pero me molestaba sobremanera como se reía cuando Diego hacía un chiste, que no está de más decir que parecía un payaso del circo. Tiraba un chiste atrás de otro (malísimos) y ella no paraba de carcajear como una hiena.

Hacía mucho que no tenía ese sentimiento y se incrementaba al verlo a Diego comportarse tan divertido y libre y mas al ver la adoración en los ojos de Ester. Se notaba que lo admiraba.

No sé que quiere decir ésto, no sé si es buena o mala mi reacción, no desconfío para nada en él pero no estoy acostumbrada a ésto.

Para finalizar yo me fui antes que ella, me aburrí de escucharlos hablar de cúpulas, arcos y bóvedas. Entre ellos se entendían y yo ahí era sapo de otro pozo. Los saludé como una reina, ya estamos grandes para hacer escenitas pero cuando llegué a mi casa me sentí sola y fea.

Ésto es lo que hay que aguantar para ser una novia normal?

martes, 10 de noviembre de 2009

La recta final

No quería seguir hablando con Agustín.
Le dije que me había olvidado de llamar a alguien importante y salí corriendo de su oficina, fui hasta mi escritorio a buscar mi celular y subí a la terraza para llamar a Pablo

-Hola Pabli?
-Hola mi amor!
-Podés hablar?
-Si, estoy en una estación de servicio...pasa algo?
-Recién estuve hablando con Agustín...
-Le dijiste algo?
-No, no le dije nada pero me parece que tendrías que contarle rápido, me invitó a tu despedida de soltero
-Uf, si...es este sábado no?
-Si, pero tendrías que hacer algo, no sé, decirles que no podés...
-Por qué no venís a casa hoy a la noche y hablamos bien, dale? tengo muchas ganas de verte...te extraño...
-Yo también...pero la verdad que no sé...
-Sabés que Mechi no viene hasta el viernes, no va a haber problema y quiero estar con vos todo el tiempo que pueda
-Ok, salgo voy a buscar algo de ropa a mi casa y me voy para allá.

A las siete de la tarde estuve en su casa, no llegué a pasar la puerta y ya estábamos besandonos con el obvio final en la cama. La vida era tan hermosa y me sentía llena, plena, completa y por un rato me olvidé de Agustín y de Mechi.
Mientras yo me bañaba Pablo pidió comida y recién cuando cenamos pudimos hablar del tema de la despedida.

-Pablo, como vamos a hacer? vas a dejar que te hagan la despedida igual?
-Creo que sí, ya está todo arreglado y no quiero defraudar a los chicos, están muy entusiasmados con la fiestas, vos pensá que en realidad es una excusa para festejar, no les importa si me caso, si viajo, si cumplo años, total después viene la despedida tradicional y supongo que a esa no voy a llegar
-Ok, decidí vos...
-No me digas así...me gustaría saber tu opinión
-Que se yo, es todo tan raro...yo voy a estar ahí, en tu despedida, porque todos creen que te vas a casar, no sé
-No te hagas problema Lu- me dijo acariciándome la espalda- es una fiesta nada más, dejo que la hagan mas que nada porque no quiero cagarles la joda y porque además quiero hablar primero con Mechi, no estaría bueno que se enterara de esa manera
-Si, tenés razón...y que le vas a decir?
-No sé todavía, no quiero lastimarla, tengo que ser muy cuidadoso, es muy feo lo que le voy a hacer, pero es lo mejor
-Le vas a decir que estás conmigo?
-No, no me parece, por lo menos por ahora, creo que eso sería muy fuerte...le voy a decir que no estoy seguro de que casarnos sea una buena idea, que necesito pensar, que para tomar esa decisión hay que estar muy seguro y eso...que se yo...en parte es verdad
-Yo fuí tu excusa?
-Ja! sos terrible!, no me gusta llamarte excusa pero si no me hubiera enamorado de vos es probable que me hubiera casado, vos me abriste la cabeza para decirlo de otra manera
-Y a Agus? cuando le vas a decir? también después de la fiesta?
-Supongo que sí, no se lo digo todavía porque quiero hacer las cosas tranquilo, no tengo ganas de que me llenen la cabeza...
-Por qué Agus te va a llenar la cabeza?
-No sé, Agustín está muy hincha pelotas ultimamente, primero que no me case, después que me case, después que vos no sos para mí, que me olvide, no sé...todavía no tengo ganas de contarle
-Te dijo que yo no soy para vos?- dije con miedo, no creía que le hubiera contado lo que pasó entre nosotros pero estaba boicoteando mi relación con Pablo y no me dejaba tranquila su reacción
-Si, bah...me dijo que seguramente estaba confundido, que vos me habías entrado por los ojos y que era como el manotazo de ahogado de un tipo que se le venía el casamiento encima, no es un tarado? igual no me importa lo que me diga, que se meta en lo suyo que ya tiene bastantes quilombos con su ex ese forro, cuando le cuente no lo va a poder creer, jaja!
-Jaja- reí, pero para mis adentros cada vez estaba mas preocupada, al principio creí que Agustín era un aliado pero ahora estaba tirando barro para mi cancha.

Pasamos unas noches idílicas hasta que llegó el viernes, no era conveniente que tuviéramos contacto cuando Mechi estuviera en Buenos Aires. Había que pasar la fiesta del sábado en la quinta y la idea era que iba a hablar con ella el domingo tranquilos. Ya estaba todo encaminado.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Lunes filosófico

Colgada con el comentario que me hizo China en el post anterior me quedé pensando en por qué me enamoré de Pablo.

Es verdad que contando la historia no son tantos los post que hablo de él, mas que nada porque no fueron tantas las veces que nos encontrarmos o hablamos.

Puede ser que para resumir y poder armar un hilo haya omitido alguna llamada o algún mail pero la realidad es que no hubo tantos mas acercamientos de los que relaté.
Nuestra atracción surgió de la nada. Desde que lo vi me atrajo y aunque traté y traté de no sentir nada por él no hubo caso, había algo que me empujaba, me llevaba a pensar y pensar en ese hombre.

Recuerdo una vez que me dijo: "No sé por qué me gustás tanto" y yo me ofendí terriblemente hasta que me puse a pensar por qué estaba enamorada de él y no lo pude deducir, no hubo ningún pensamiento lógico que explicara el por qué de todos esos sentimientos hacia él.

Se puede ser lógico en el amor? No es algo totalmente opuesto y contrario?

Me gusta pensar que lo nuestro fue un flechazo, quizas para darle una respuesta a algo que no la tiene.

Cuenta la mitología griega que existía un ser, "el andrógino" que estaba compuesto tanto por órganos masculinos como femeninos y que esta duplicidad de sexos tornaba a esta criatura poderosísima, razón por la cual Zeus manda un rayo que la parte en dos, y desde entonces cada mitad busca afanosamente a su otra mitad perdida y cuando la encuentra la estrecha en un abrazo. El mito del andrógino presupone que existe "un amor de la vida", es decir una y sólo una persona a la que podremos amar, una media naranja que nos está predestinada, que conforma nuestra mismísima identidad y a la reconoceremos inmediatamente apenas se nos cruce por el camino.

Tal vez es una mirada un tanto facilista, es como decir "yo no tengo la culpa de lo que me pasa, no puedo hacer nada, tengo que ser amante de éste hombre cueste lo que cueste...no te das cuenta que es mi otra mitad?".

Ya que hoy me desperté filosófica veamos lo que dice Platón "Sólo podemos desear aquello de lo que carecemos y si deseamos lo que tenemos es exclusivamente por miedo a perderlo" , mas claro echale agua.

Nunca pude tener a Pablo, primero por su relación y ahora por la mía, y es exactamente eso lo que alimenta nuestra relación, es por eso que nos negamos sistematicamente a estar juntos, es la única forma de mantener la pasión encendida ad eternum.

Para terminar llego a mi conclusión de la cual soy el vivo ejemplo y es que, la única forma de tener un amor para toda la vida es no poseer nunca a la persona que amas.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Duró lo que un suspiro

Releyendo la entrada de ayer me quedé colgada.

La escribí rápido, sin pensar, apurada. Me gustaría haber detallado mejor el momento, el ambiente, las sensaciones y ahora repasando lo escrito me vienen a la mente flashes de como se fueron sucediendo los hechos.

Quiero creer que el destino tiene la culpa, como siempre. Quiero creer que todo lo que pasó tiene un por qué y en algún momento lo voy a saber.

Me puse a pensar en ese sentimiento. No sé bien que era. Me atrevería a llamarlo amor, pero era más que eso, era pasión, necesidad, sed. Si alguien alguna vez se preguntó si estuvo realmente enamorado tiene que pensar si percibió algo así, si se perdió por alguien, si tuvo el deseo de poseer algo por siempre.

La felicidad absoluta existe y eso es lo que sentí esa noche junto a Pablo aunque recién ahora puedo etiquetarla como la noche mas feliz de mi vida. Si lo hubiera sabido en ese instante quizás, no sé, hubiera hecho algo para plasmarla en la eternidad, para volver a vivirla cuando yo quisiera.

Hay una película con Robin Williams en donde la historia se basa en un implante que le ponen a la gente y les graba toda la vida. Por supuesto hay momentos que nunca más querríamos volver a ver pero que pasa con esos momentos especiales, esos instantes por los que realmente vale la pena vivir.
Si fuera posible poner pausa en un determinado punto o hito de nuestra existencia yo elegiría esa noche en donde lo tenía todo, y no importaba nada mas que él y yo, no había preocupaciones, ni día ni noche, no hacía frío ni calor, ni problemas de plata o de familia. Nada.Nadie

Como flotando fuí al otro día a trabajar. Cuando estás enamorado todo es hermoso, los árboles, los niños, la lluvia, el sol. La vida es hermosa.
No suelo ser muy sociable y menos en el trabajo a la mañana temprano pero ese día estaba exultante, llena de dicha y de futuro.

Sentada en mi escritorio me puse a trabajar y a media mañana me avisan que Agustín quería verme.
Con Pablo habíamos decidido que no le íbamos a decir nada a Agustín por lo menos por unos días hasta que supiéramos bien como nos íbamos a manejar e igualmente era Pablo el que quería contarle por lo que yo tenía que mantenerme en silencio.
La llamada de Agustín me puso un poco nerviosa, tenía temor que me preguntara que había pasado después que me había dejado con Pablo y no poder contestarle.
Cuando entré a su oficina estaba hablando por teléfono, con un gesto me dijo que me sentara.
Cuando colgó le pidió a su secretaria que trajera dos cafés.

-Como estás Lu? hace mucho que no charlamos- me dijo con una sonrisa
-Si, que se yo, estamos de acá para allá...mucho trabajo por suerte...
-Si, es verdad...igualmente tenía ganas de hablar con vos para ver como estabas, no quiero que por lo que pasó dejemos de ser amigos, no?
-No, obvio! igual no te preocupes, no pasa nada, yo sé que estás muy ocupado, no te hagas drama, nunca pensé que fuera que me estás evitando o algo...
-No! nada que ver! como te voy a evitar! al contrario! hace rato que tenía ganas de juntarme un ratito con vos a..no sé, tomar algo, cenar...

Me puse un poquito nerviosa con esa propuesta, tenía que de alguna manera salir educadamente por la tangente, no podía seguir alimentando una posible relación con Agustín.

-Mirá Agus, no sé...me parece que mejor esperar un poco, vos te estás separando...
-Pero eso ya está! hace rato que se terminó mi relación con mi ex...que estuviéramos casados no quiere decir que yo ya no haya hecho el duelo...
-Igual, vos sos mi jefe aparte y ...
-Es por Pablo no?- me dijo serio
-No, bueno sí, él es tu amigo y entre nosotros las cosas todavía no están claras y no quiero que haya problemas...
-Pablo no es para vos Lucila, cuando te vas a dar cuenta? pensás que va a dejar todo por vos?

No podía contestarle, y tenía que mantener la compostura, dijera lo que dijera

-Disculpame- siguió diciendo ante mi silencio- no me quiero meter, pero me mata saber que estás ahí esperando un tipo que no tiene nada para darte, pero bueno, es tu vida, hacé cómo quieras y con mi relación con él no te preocupes, ya está, nos mandamos la cagada y si se entera, ya fué, yo hice lo que sentí, no me puede culpar por eso...

Un frío me recorrió la espalda, Pablo de ninguna manera se podía enterar de lo que había pasado con Agustín

-Agus, por favor, que ésto quede entre nosotros, preferiría que nadie se entere- traté de darle un interés general para que no se diera cuenta el miedo que tenía a que Pablo se enterara
-No obvio, yo no voy a decir nada, que pensás? que tengo ganas de agarrarme a piñas con mi mejor amigo?no...ah! cambiando de tema, escuchame, el sábado vamos a hacer la bendita despedida de soltero en la quinta, vos venís no? si querés te llevo...

Tenía que aparentar y le dije que sí.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Demasiadas palabras ll

Siempre fuí muy mental.

Puedo hacer un análisis exhaustivo de una palabra, un gesto, una mirada, tratar de traducir una frase, nunca nada dicho para mí tiene un significado simple.

Si, lo admito, soy muy hincha pelotas, paso mas tiempo conmigo en mi mente que disfrutando del momento.

"Relajate Lu..." me decía siempre Carolina, pero es imposible, cuando me relajo pierdo el control, cómo pasó con Agustín, y ese tipo de errores son los que me dan la razón, los que no me dejan cambiar.

Pablo es igual y esa es nuestra perdición. Entramos en un laberinto de "que me habrá querido decir" y no podemos salir.

Sentada en a la mesa en la casa de Pablo con su mano en la mía, mi cabeza trabajaba a mil por hora. Cómo una computadora listaba en mi cerebro millones de variables posibles para distintas respuestas.
Por supuesto siempre sé que es lo que desea y me grita mi lado instintivo, y es tan obvio que es lo primero que descarto.

Pablo me miraba espectante y las palabras se arremolinaban en mi garganta queriendo decir todo y nada a la vez.

"Arriesgate" pensé, "por una vez, a ver que pasa, no tenés nada que perder"

Tenía la piel de gallina y una presión en el pecho, supongo que era temor, ansiedad.

Me levanté a buscar un cigarrillo y como queriendo dilatar el momento me puse a buscar un encendedor en la cartera que había dejado tirada en el sillón.

"Dale!, no esperes más!, no lo dejes así"...sentía los gritos en mi mente, demasiadas palabras para un sentimiento tan simple.

No sé si fué mi silencio, no sé si fueron los gritos de su propia mente o que sencillamente no daba para más.

Pablo se puso de pie de golpe, caminó los dos pasos que lo separaban de mi y tomándome de la cara de me dió vuelta y con un beso me empujó contra la puerta de entrada.

Hay bocas que están destinadas a unirse, donde no hay espacios y se acoplan en un beso perfecto. No recuerdo en mi vida haber sentido algo igual, una electricidad que me recorría todo el cuerpo y que necesitaba más.

Traté de unir un pensamiento pero fué imposible, yo ya no era yo y él no era él, eramos algo más, algo que estaba destinado a estar unido.

Me dejé llevar, me olvidé de mí y me obligué a sentir, no había milímetro de mi cuerpo que sus manos no recorrieran y la sed y la necesidad de más nos llevaron al sillón.

Me sentía completamente libre y cómo si nuestros movimientos estuvieran en piloto automático me dejé llevar y no tuve que pensar más. Era ahí donde quería estar y era con él con quien deseaba vivir.

No hubieron mas palabras, mas frases, mas nada. Estaba todo dicho yo quería estar con él y él quería estar conmigo.

Estuvimos juntos toda la noche y nos dijimos todo lo que sentíamos el uno por el otro. Decidimos que no había nada mas importante que nosotros y que había que tomar una resolución, él debía cancelar su casamiento, no había dudas ni preguntas, ahora sí todo era claro.

martes, 3 de noviembre de 2009

Demasiadas palabras l

Caminamos en silencio una cuadra hasta que se paró al lado de su auto.

-Pero acá a la vuelta hay un café...- le dije
-Me gustaría hablar tranquilo con vos, te molesta si vamos a mi casa?
-Si...no...no sé...
-Como vos quieras...
-Ok, dale, vamos

Nos subimos al auto.

Estaba nerviosa, me daba miedo preguntarle por Mechi, no quería escuchar la respuesta, cualquiera que fuera y si todavía estaba con ella me daba temor entrar a su casa, que de alguna manera alguien nos viera y que hubiera problemas.

Subimos a su departamento y entramos

-Tomás café?- me preguntó
-Si dale- le dije sentándome en la misma silla donde había estado sentada la única vez que estuve en su departamento.

A simple vista era el hogar de un hombre solo, no había señales de que viviera o estuviera con alguien, ni fotos, ni elementos personales que pudieran denotar la presencia de una mujer.

Me alcanzó mi taza y se sentó del otro lado de la mesa.

-Lu, quería hablar con vos porque necesito ordenar mis ideas...-
-Te escucho- dije mientras rompía un sobrecito de azúcar, trataba de mantenerme impávida
-Vos entendés que estoy en una situación complicada, en un mes me caso, está todo organizado, las invitaciones enviadas, la ropa comprada, las despedidas armadas con día y hora, todo...- suspiró mirando su taza y siguió- y a pesar de todo eso no puedo dejar de pensar en vos y me estoy volviendo loco, quiero ser sincero para que puedas realmente entender que difícil es para mi ésto...no sé que hacer Lucila...-
-No sé que decirte Pablo- dije realmente sin saber que decir, aunque quería con todas mis fuerzas que me eligiera no quería ser la causante de esa separación, si él no estaba convencido no quería sentirme culpable, la decisión la tenía que tomar solo, sin ninguna influencia
-No tendría que haber dejado que ésto vaya tan lejos, tendría que haber hablado con Mechi cuando todavía podía y pedirle que me diera un tiempo para reflexionar, no es solamente lo que me pasa con vos lo que me frena aunque es algo fuerte, claro...es que...creo que me estoy equivocando con éste casamiento...-
-Pablo, siempre estás a tiempo de dar marcha atrás...que es peor? que la dejes ahora o vivir un matrimonio en donde ninguno de los dos está a gusto?- no pude dejar de dar mi opinión
-Agustín me decía lo mismo, aunque hoy me dijo que dejara de dar vueltas...él piensa que tengo que dejar de verte...
-Eso te dijo?- dije sorprendida
-Si...obviamente que te adora y que te aprecia pero por ahí por eso él piensa que no deberíamos seguir viéndonos y que yo tendría que ocuparme de mi casamiento, por ahí para no lastimarte a vos y a Mechi...- dijo mirándome a los ojos- vos que pensás? necesito que me digas realmente que sentís...- me tomó de la mano y prosiguió- si yo estoy seguro que estás conmigo estoy dispuesto a arriesgarme Lu...-

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Ahora sí seguimos mañana....

Vamos a hablar?

Como la calma que precede a la tormenta después del episodio del llamado de Sebastián todo estuvo sospechosamente tranquilo.

Carolina había vuelto a trabajar y a estudiar, yo me había anotado para dar un par de materias a la noche en la facu y en la oficina todo fluía.

A Agustín casi no lo veía, estaba muy atareado con el laburo e iba y venía a Uruguay para cerrar contratos y negocios.

La vida seguía su rumbo pero cómo una mosquita molesta me rondaba los pensamientos lo que me había contado Caro de Pablo.

"me dijo que no se había olvidado de lo que habían hablado y que lo bancaras que estaba tomando una decisión..." me había soltado Caro en nuestra conversación telefónica cuando volví de mi accidentado viaje de trabajo.

Cuando no tenemos nada de que preocuparnos buscamos algo para mantener la adrenalina de la vida en su límite justo.

Pablo no me había llamado para contarme que había decidido, eso por un lado me daba como una cierta sensación de esperanza pero por el otro pensaba que por ahí se había echado atrás y no sabía como decírmelo.

Pasados los días mi curiosidad por saber su respuesta se volvió ansiedad, no sabía que hacer, si llamarlo, dejar todo cómo estaba o tratar de informarme por otro lado pero,ese otro lado era Agustín y después de lo que había pasado no quería mezclar más el trabajo con los sentimientos.

Una tarde me quedé una hora más a terminar un trabajo que tenía que entregar al otro día. No quedaba casi nadie en la oficina, sólo un compañero discutiendo con su novia por teléfono y la chica de la limpieza. Cuando terminé pasé por la máquina a comprarme una gaseosa y siento que desde el otro lado del pasillo me llaman, doy vuelta la cabeza y veo parados en la puerta de la oficina a Agustín y a Pablo, los dos mirándome con las manos en los bolsillos esperando que me acercara a saludar.

No necesito explicar que se me aflojaron las piernas y el corazón me empezó a latir a mil. Llegué a donde estaban ellos casi sin respirar.

Agustín tenía una cara rara, estaba serio y me miraba con fuerza. Por un milisegundo creí que le había contado a Pablo lo que había pasado pero esa idea se me esfumó de la cabeza cuando vi a Pablo sonreirme.

-Chicos los dejo porque estoy a mil, llamame mañana Paul y arreglamos todo- dijo Agustín cómo malhumorado. Yo no entendía bien su actitud, supuse que era porque estaba con muchos líos de trabajo y no le di importancia

-Dale, te llamo- le dijo Pablo sin dejar de mirarme.

Agustín me volvió a mirar cómo queriendome decir algo pero tuvo que atender una llamada en su celular y con un gesto de su mano nos saludó y se fué.

Pablo y yo nos quedamos los dos parados sin decir nada. Yo no lo podía mirar a la cara, me daba vergüenza y mi rostro seguramente estaba rojo fuego.

-Te vine a buscar- me dijo despacito

Las mariposas en mi estómago empezaron a volar desenfrenadas. Por un instante sentí vértigo, cualquier cosa que me dijera iba a ser definitoria.

-No estaba seguro que estuvieras pero necesitaba verte, quiero hablar con vos-
-Me dijo Caro que la llamaste-
-Si, quería saber cómo estaba y cómo no te quería molestar porque sabía que estabas laburando que te dijera que no me había olvidado de lo que habíamos hablado...
-Y pensaste?
-Si...vamos a hablar a alguna parte? no da que lo hablemos acá parados,no?
-Ok, vamos-

Y fuimos...

lunes, 2 de noviembre de 2009

Click!

Definitivamente tengo que hacer un click en mi cerebro.

Fin de semana gris en todo sentido.

No paré de discutir con Diego por nimiedades. Supongo que es lo que hacen las parejas felizmente unidas, por lo menos con Sebastián discutía seguido y me parecía normal.

"A ese restaurant no quiero ir, me deprime" (dije yo)
"Por qué me trajiste medialunas de grasa si sabés que no me gustan?" (dije yo)
"No empecemos todavía a ver la nueva temporada de Dexter! todavía no terminamos Prison Break!" (dije yo)
"No tengo ganas de ir a cenar con tus amigos! andá vos si querés" (dije yo)
"Mejor me voy, parece que no estás de humor" (dijo él)
"Hacé lo que quieras!" (dije yo obviamente pensando totalmente lo contrario)

(observese la mayoría de quejas mías)

No sé si es que me está por venir, que soy una caprichosa incurable, que soy mujer, que no estoy acostumbrada a tener un novio normal o que Pablo me mandó un mail el viernes a la noche diciendo que me extrañaba...