Face to face l

No sé muy bien cómo contar lo que fue pasando, a pesar que pasó hace dos días se me mezclan las ideas, empecemos por el principio.

El jueves pasado cuando hablé con Pablo por teléfono tenía sentimientos encontrados. Por un lado una bronca terrible por estar en esa encrucijada, después de haber esperado tanto justo las palabras tan esperadas se daban cuando yo estaba reconstruyendo mi vida con otra persona y por el otro lado me sentía al borde de un precipicio, como en un sueño donde si no saltas te caes.

No le hablé bien, no lo dejé contarme que había pasado, le solté la mano y los días siguientes cuando pude estar tranquila y fuí bajando a la tierra me dí cuenta que no había estado bien.

El martes sentía que tenía que dejarlo hablar, que no servía esconderme y hacer cómo que no me pasaba nada porque no era verdad. Pablo hace girar mi mundo y si quiero en el fondo de mi alma que ésto deje de ser así (o no) debo poner las piezas en su lugar para saber a donde moverlas.

Creo que todavía no es el momento para que les cuente de la persona con la que estoy ahora, para llegar a él tuve que recorrer un largo camino que ya se los estoy contando y me parece que se podría perder el hilo de comprensión de mi historia.

El martes lo llamé totalmente decidida, estaba tranquila y pensaba claramente, nada iba a nublar mi juicio y me sentía dueña de mí. Sabía que quería.

Nos encontramos en un café de Belgrano. Hacía mucho que no nos veíamos, bah, nos habíamos visto el día que conoció la existencia de éste blog pero también nos habíamos encontrado después de mucho tiempo para hablar.

Cuando llegué él ya estaba ahí. Cuando me vió sonrió y se paró para saludarme. Es increíble lo que puede transmitir un abrazo. No quería empezar a llorar ni debilitar la fuerza que había adquirido esos días y lo solté rápido, un segundo más y me hubiera perdido.

Nos sentamos y pidió un jarrito con crema cómo sabe que me gusta a mí.

-Cómo estás?- le dije para empezar a hablar y porque realmente me interesaba saber como se sentía
-Estoy bien, mejor de lo que creía que iba a estar...siento que hice lo que tenía que hacer
-Me alegro por vos...
-Y también estoy bien porque estás acá conmigo...
-Estoy acá porque nos debemos esta charla me parece
-Si...me di cuenta que te shockeó la noticia el otro día, no me dejaste hablar
-Vos sabés lo que esperé por esa noticia Pablo...pero me la diste en un momento que yo ya no la esperaba
-Importa el cuando Lucila? si es lo que siempre quisiste...quisimos mejor dicho
-Sí que importa! te esperé mucho tiempo...sabías que yo estaba empezando algo con alguien...siento que hiciste ésto por celos...
-Y si fué así que importa? sí sentí celos, obvio! cómo no me voy a sentir así si veo que la mujer que quiero está dejando de quererme? no es normal?
-Y no te parece normal que después de años que fuí tu amante quiera tener algo en serio con alguien? me da bronca Pablo! no puede ser que me hagas ésto! estuviste comodisimo un montón de tiempo porque yo esperaba como una boluda al lado tuyo que te separaras y vos no hacías nada!- trataba de no levantar la voz pero no podía evitar enojarme
-Sabés que no es así, sabés que te amaba! no es tan fácil!
-Y ahora sí fue facil?
-No, no lo fue...Mechi armó un escándalo bárbaro...a pesar que que entre nosotros hacía tiempo que no pasaba nada de nada, no lo entendió...dijo que se iba a matar y no se cuantas cosas mas

Ahí me callé y dejé que me contara...