martes, 29 de septiembre de 2009
Minuto a minuto
Quedamos que nos encontramos ahora a las 17.30 acá a la vuelta de mi trabajo.
Nos merecemos hablar cara a cara y necesito escuchar y que me escuche.
Estoy nerviosa...mañana les cuento.
Perdida
Le pregunté a Pablo si había forma de ubicarlo pero me dijo que no creía que fuera posible, no había dejado teléfono, nunca lo hacía cuando se iba para escapar de su vida acá y no tenía la menor idea de donde vivía el padre de Fabio.
Le rogué que me ayudara, apelé a su conciencia, a su bondad pero me dijo que estaba más allá de eso, que iba a intentar conseguir su paradero pero así y todo no podía prometerme que Fabio se fuera a hacer presente en argentina y menos si se enteraba que era por un embarazo.
Me dolía saber que todo estaba tan trabado y que Pablo, conociéndolo desde hace años, diera por perdido cualquier intento por hacerle saber de su paternidad. No teníamos muchas esperanzas.
Me despedí de Pablo fríamente, aún me quedaba en la cabeza nuestra conversación tirante y el problema de Caro no me dejaba pensar ni por un instante en cualquier problemita amoroso tonto que pudiera tener con él.
El resto del día estuve tan grogui como a la mañana, primero por los nervios que me había generado volver a ver a Pablo y ahora por pensar cómo le iba a decir a mi amiga que no traía buenas noticias.
Caro no podía esperar y me llamó varias veces para ver que había hablado con Pablo pero no podía contestarle, que le iba a decir? Escuchaba sonar mi teléfono y aunque me daba cargo de conciencia no atender era mucho mayor la desazón por no poder darle la información que ella quería.
Cuando salí del trabajo junté fuerzas y la llamé para decirle que iba para su casa, trató de sonsacarme algún dato de mi conversación pero le dije que estaba manejando y que le contaba cuando llegaba. Por lo menos eran unos minutos mas para pensar cómo le iba a decir lo que no quería decirle.
Ni bien me abrió la puerta me dijo:
-Y? contame ya!le contaste a Pablo? lo va a llamar a Fabio? sabe donde está? se cree que soy una boluda no?
-Pará Caro! dejame pasar!- le dije empujando la puerta y esquivándola para poder entrar
-Lu!!!! decime!!!!
-Por qué no hacemos algo para tomar y te cuento? tengo hambre- dije yendo para la cocina
-Le das vueltas porque me vas a contar algo malo no?- dijo Caro que me conoce muy bien
-Ahí te cuento Caro, dejame llegar...- dije poniendo la pava en el fuego, me dí vuelta y me apoyé en la mesada para verla de frente
-Bueno...me junte con Pablo-
-Y????????????
-Ehmmm, que...Fabio no está en Buenos Aires...-
-No? y donde está? por eso no lo podía ubicar...se fue a Mar del Plata? tiene una casa ahí creo-
-Mas lejos...
-A Uruguay? Ay basta Lu! decime ya!
-Está en España, en la casa del padre y Pablo no sabe como ubicarlo...- dije sin respirar
Caro me miró y se quedó callada, se sentó en una silla y miró para la ventana como pensando. Creía que se iba a poner a llorar, gritar, maldecir o que por lo menos iba a decir algo pero solo se quedó muda en su silla.
-Caro...que estás pensando?
-Que ahora con lo que me acabas de decir, mas que nunca pienso que no puedo seguir con éste embarazo...
lunes, 28 de septiembre de 2009
Conversación ll
Sabía que lo tenía que llamar y miraba el teléfono con miedo. Esa llamada iba a ser un antes y un después no importaba lo que nos dijéramos.
Fui estirando el momento, me serví un vaso de gaseosa, prendí la tele, miré por la ventana pensando que le iba a decir y pensé miles de veces en no llamarlo.
En un momento sonó el teléfono y nerviosa lo atendí pero era mi mamá preguntándome si iba a ir el fin se semana al cumpleaños de mi sobrina. La oía pero no la escuchaba, mi mente estaba en cualquier parte, le decía que sí a todo pero no tenía la menor idea de lo que me estaba diciendo.
Cuando colgué me quedé sentada en el sillón con el teléfono en una mano y mi vaso en la otra, miraba a la pantalla prendida de la televisión tratando de entender por qué Julia Roberts les hablaba a un grupo de chicas vestidas con ropa antigua.
Miré el teléfono y sin pensar marqué el numero de Pablo, es el único celular que me sé de memoria.
Empecé a hablar con él dura, sin sentimientos, no me quería quebrar y afloró en cada palabra mía un orgullo que no sé donde lo tenía. Pablo siempre me llevó a los extremos. Amor extremo y dolor extremo. Lo escuchaba y la angustia me presionaba el pecho, tenía ganas de salir corriendo, de escaparme a algún lugar donde ésta historia se terminara, donde Pablo no existiera donde yo pudiera ser feliz sin pasado.
Cuando Pablo me preguntó si lo amaba no supe que contestar, me quedé en silencio, lo amaba? que era lo que yo sentía por ese hombre que me había hecho sentir al límite por cinco años?
-Lu...por favor contestame, no me deje así-
-No sé que contestar Pablo...me estás matando...
-Si me amaras no dudarías...yo no tengo la menor duda que te amo, pienso todos los días en vos, vivo por vos, sé que tardé...mucho, lo sé...pero ahora me jugué, no es lo que me pediste siempre?
-Hace un tiempo que ya no te lo pido Pablo, había perdido las esperanzas, creía que nunca te ibas a animar...lo que no entiendo es por qué ahora...
-Y por qué no? no tiene por qué tener un por qué, es lo que los dos queríamos, poder ser libres para estar juntos, o no?
-No me pidas que te dé ahora una respuesta, vos tuviste tu tiempo para madurarlo, para decidir, ahora vas a tener que darme el mío
-La verdad no pensé que ésto fuera a ser así...creí que ibas a estar contenta, que...
-Que iba a ir corriendo a tus brazos como si nada?
-No bueno...
-Pablo, te parece que esperé poco? que no aguanté, que no le puse pilas?...te pido por favor que no seas egoísta, que entiendas que yo necesito tiempo para saber lo que siento, no podés venir así y desarmarme otra vez la vida, estaba bien, con alguien, tratando de rearmarme de tener una existencia relativamente feliz, de pensar en un futuro y vos venís y me decís que tengo que dejar todo eso...
-Lucila, no podés comparar lo que tenés con ese tipo con lo que tenemos nosotros
-Que sabés que tengo con él? y que tenemos nosotros?...nada Pablo, nunca tuvimos nada, nunca fuí nada, siempre una sombra atrás tuyo, siempre tuve las sobras y ahora soy la protagonista entendés? ya te lo dije...
-Si no me amaras no hubieras estado conmigo, no me hubieras esperado, no podés ahora después de tanto luchar tirar todo a la basura
-Hace mucho que estoy en la basura Pablo...siempre fuí la basura para vos
-No digas eso, sabés que no es así
-No quiero seguir hablando...- dije con un nudo en la garganta, no podía más- necesito pensar, dejame pensar por favor...
-Está bien, no quiero que estés mal...sé que soy un forro, que tendría que haber hecho ésto mucho antes pero ya no me sirve arrepentirme, ahora estoy acá y voy a hacer todo lo que tengo que hacer para recuperarte, no me voy a quedar de brazos cruzados viendo como el amor de mi vida se va con otro...
-Basta Pablo! no quiero hablar más con vos, me hace mal! por qué me decís todo ésto ahora...por qué?- y me largué a llorar
-Lu...mi amor...por favor no llores, veámonos, hablemos en persona, dejame que te cuente todo, que te explique
-No Pablo...dejame pensar, hablamos otro día
-Está bien...llamame cuando quieras...pero quiero que sepas que ya estoy acá...para vos, y te voy a querer siempre y voy a esperar el doble de lo que vos esperaste si es necesario
-Chau Pablo.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Conversación l
-Hola
-Hola
-Cómo estás?
-Maso...pensé que no me ibas a llamar...
-No leíste mi blog?
-No, no lo leo más, no me gusta
-No te gusta?
-No me hace bien...
-Ahá...todo lo contrario de lo que me pasa a mí...recordar me hace bien, me ayuda a pensar
-Debe ser porque lo ves desde tu perspectiva, capaz que tendría que escribir yo uno...
-Y sería muy diferente al mío?
-Las historias pueden ser diferentes según quien las escriba, no?
-Si, puede ser...
-...
-...
-Que pensás?
-Muchas cosas, demasiadas, me gustaría escuchar que pasó para poder ver donde estoy parada
-Me fuí de casa...ayer a la noche, desde que te vi por última vez que la cabeza me hizo como un click...cómo que se me despejó la mente...no sé cómo explicarlo y me di cuenta que mi vida no estaba ahí con ella, que no era lo que quería...
-Y no pensaste que por ahí ya es tarde?
-Si...desde que me fuí de tu casa ese día supe que ya era tarde, que se me había ido el tren...
-Y entonces? no entiendo...si sabés que nuestro momento ya pasó por qué te fuiste?
-Porque no quiero seguir perdiendo más cosas...la vida que llevaba no es la que quería, por lo menos creo que estoy a tiempo de recuperarme a mí mismo.
-Nadie te obligó a llevar la vida que llevabas, todo lo elegiste vos y yo también, nadie me obligó a estar en la posición que estaba y ahora yo había elegido dejarte, entendés? pensaste que todo ésto me hace mal? si creías que ya se te había ido el tren conmigo para que me llamás? me mata que me hagas ésto...
-Lo hice porque no me sirve hacerme el orgulloso, sé que te amo, sé que quiero estar con vos y quiero que vos también lo sepas...
-Me hacés mierda Pablo...
-Lucila...decime que ya no me amás y no vas a escuchar más nada de mi
ESTOY EN PROBLEMAS
Me fuí de mi casa, si todavía sentís algo por mí llamame.
No sé que hacer*.
*Sé que Pablo puede estar leyendo el blog y ésto también es un poco una respuesta para él.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
De mal en peor
Estaba desconcertada, había ido preparada para la indiferencia, con todas las vallas puestas para no expresar nada y él estaba abriendo la puerta para que yo derramara mis sentimientos ahí, sobre la mesa, pero al instante otra idea se me cruzó por la cabeza. Como una sombra pesada y oscura caída sobre mi pecho sentí angustia y enojo.
La sorpresa se convirtió en fastidio y mi cara se debe haber transformado porque me dijo:
-Disculpame, no debería haber dicho eso...-
Me removí en mi silla incómoda, tenía una catarata de sentimientos encontrados en mi interior que estaban a punto de explotar. Como explicarle que lo amaba, lo odiaba, quería llenarlo de besos y a la vez tirarle la botella por la cabeza?
Los hombres no suelen entender esta clase de reacciones, piensan que todo es simple, que todo es negro y blanco y nosotras nos perdemos en ideas y reflexiones eternas. Si me das mañana lo que te pedí hoy es muy probable que ya no lo quiera, no les pido que lo entiendan, sólo que lo acepten, es nuestra naturaleza.
-Pablo, es que...vos como pensás que me siento yo cuando me decís eso?-
-Es que...venía con toda la idea de...que se yo...charlar y nada más y cuando te ví me acordé por qué me gustas tanto...soy un boludo-
-Pablo, seamos sinceros- dije en un rapto de lucidez- lo nuestro, si existe lo nuestro, no tiene futuro...ya lo hablamos, te estás por casar o en este tiempo que no nos vimos algo de eso cambió?- dije con una leve esperanza
-No- dijo tajante y serio, enderezándose en su silla- tenés razón, siempre la tuviste, disculpame otra vez, cambiemos de tema, contame lo que viniste a decirme-
No voy a negar que sus palabras me lastimaron, hubiera sido lindo que me dijera que por mí iba a cancelar el casamiento, que se había dado cuenta al verme que no iba a poder vivir con la idea de no estar nunca conmigo, pero todo siempre es mas simple, la realidad es generalmente lo obvio, lo que sabemos que va a pasar. Las películas mienten, nunca es como lo pintan.
Traté de concentrarme nuevamente en el problema de Caro, no había nada mas entre nosotros para hablar.
-Bueno...- dije apoyando mis codos en la mesa y mi cara en mi mano- es complicado lo que te voy a contar, te pido por favor que ésto quede entre nosotros-
-Ok, contame- dijo prestando atención
Nos sirvieron la comida y cuando el mozo se fue comencé a contar
-Vos sabías que Caro y Fabio salieron un par de veces...-
-Aha..si, algo sabía-
-Bueno, Caro la verdad que estaba, o está, mejor dicho, bastante enganchada con Fabio y pensó que...-
-Pará Lu- me dijo interrumpiéndome- Fabio es una persona bastante complicada y tiene unos quilombos importantes...
-Si, Agustín me dijo algo de eso-
-Por eso, si lo que quiere Caro es que hable con él para que se ponga las pilas con la relación va muerta, Fabio es un caso perdido y la verdad que a mi no me gustaría meterme en eso-
La negación de Pablo me frustró, primero porque me contaba lo mismo que me había dicho Agustín y segundo por su seguridad al decirme que no iba a participar.
-Pablo, es más jodido que eso...-
-Que pasó? le hizo algo? se pelearon?-
-Ellos no se cuidaron Pablo...Caro está embarazada...-
-No!- dijo abriendo los ojos- no te puedo creer! pero son idiotas?-
-No sé Pablo...ya está-
-Ya está??? puedo creer lo de Fabio que es un tarado irresponsable que no le importa nada la vida, pero tu amiga?, como no se va a cuidar!- decía escandalizado- disculpame pero le falla-
-Pablo no estoy acá para decir si lo que hicieron está bien o está mal, por supuesto que pienso igual que vos pero ya está...ahora hay que seguir y ver de ubicar a Fabio para decirle...Caro está en una encrucijada, no sabe que hacer, está pensando en hacerse un aborto pero me parece que Fabio tendría, por lo menos, que saber-
-Mirá, no te quiero tirar abajo...pero conociéndolo a Fabio no creo que le importe mucho...-
-Eso no lo podés saber! y acá tiene una obligación y se tiene que hacer cargo!- dije enojándome, no me gustaba que lo diera por perdido
-Mirá Lu- dijo acercándose- Fabio es un tipo que no le conviene a ninguna mujer, no le importa su vida ni la de los demás, cuando lo conocés te puede parecer simpático, comprador, no te das cuenta...pero lo conozco y no va a hacer nada, te lo aseguro-
-Pero Pablo! me estás jodiendo? no te estoy diciendo que necesito encontrarlo para devolverle un libro! Caro va a tener un hijo y también es de él! no te parece que debe hacerse cargo?-
-Yo si lo haría, conozco un montón de tipos que lo harían...pero Fabio...-
-Ok, veo que no puedo contar con vos, ni siquiera querés probar de decirle-
-Mirá, aparte de todo lo que te acabo de decir hay otro tema-
-Que puede ser peor?-
-Que Fabio se fue a vivir unos meses con el padre a España...ya no está acá, por eso no lo pueden ubicar-
martes, 22 de septiembre de 2009
Sólo sentir
Desperté la mañana siguiente con un nudo en el estomago, con la misma sensación que tenía cuando debía rendir un examen. El día que inventaran la máquina del tiempo yo sería la primera compradora, volvería al pasado y haría unos pequeños cambios, mínimos, unos detalles simples empezando por Pablo. Si no lo hubiera conocido Caro no estaría embarazada, yo no estaría sufriendo por él, seguiría trabajando tranquila con mi papá y nunca hubiera conocido a Samanta.
Desde que lo encontré en aquel bar mi vida había sido un desastre.
No sabía que ponerme. Si me vestía algo que lo impactara se daría cuenta que aún sentía cosas por él. Debía ir tranquila, como si no fuera nadie, un trámite.
Llegué al trabajo y saludé a todos, y no pararon de hablar de la fiesta de despedida de Mendoza. Parecía que había vuelto hace meses pero la fiesta había sido hace tres días.
Traté de meterme en la conversación pero no podía mantener la atención, aunque me enteré de chismes muy cómicos y cosas que no sabía, no podía dejar de pensar en mi reunión con Pablo. Estaba hecha un ente, una ameba, un ser vivo sin cerebro y odiaba estar así, cuando me daba cuenta quería volver a concentrarme en mi trabajo pero a los dos minutos estaba pensando que le iba a decir si me decía equis cosa, pensaba en todas las variables, en todas mis respuestas, en mis caras.
Iba al baño a cada rato y chequeaba mi maquillaje, practicaba poses y salía puteándome a mi misma por ser tan estúpida. Ese hombre no podía generar eso en mí, tenía que controlarme y dejar de pensar.
Caro me llamó dos veces a ver como iban las cosas, pero no tenía nada que decirle, él no me había llamado para nada, todo seguía igual, al medio día me iba a esperar en la parrilla de la vuelta, le iba a contar lo que pasaba y me encomendaba a todos los santos para que me ayudara.
A la hora señalada tomé mi cartera y salí antes de que mis compañeros me preguntaran si quería ir con ellos.
La cuadra que me separaba del restauran era muy corta, por lo menos para mí en ese momento, hubiera preferido no llegar, que me tacklearan ahí en la vereda, que me cayera un rayo, que me desmayara y perdiera la consciencia. Hacía frío y no sé si por los nervios me sentía congelada, tenía las manos duras y temblaba.
Me senté en una mesa, él todavía no había llegado. Me saqué el abrigo y lo dejé en una silla. Todavía no había mucha gente, pero en media hora se iba a llenar. No había elegido, seguramente a propósito, un lugar tranquilo y romántico, sino todo lo contrario, era una parrilla de barrio que se llenaba de oficinistas para almorzar y estaba bien para lo que teníamos que hablar.
Me puse a jugar con mi celular para pasar el tiempo hasta que levanté la vista y lo vi entrar con ese aura que me electrizaba. Saludó al dueño que ya conocía por ir siempre con Agustín que hablaba hasta con las paredes y lo vi buscarme con la mirada.
Levanté la mano para que me encontrara.
Se acercó ,me saludó con un beso en la mejilla y se sentó frente mío.
Nos quedamos unos segundos mirándonos, él sonrió y tuve que bajar la mirada.
-Como estás?- me dijo y sentí como si realmente le importara mi respuesta
-Bien…bien…-
No podía decir más, todo lo que había ideado para responder una pregunta tan simple se había esfumado. Ni la respuesta cómica, ni la respuesta amarga, ni la respuesta irónica, no me salió nada, como si fuera una nena que se había mandando una macana y le estuvieran preguntando que había hecho.
Tampoco me salió la mirada de femme fatale que había practicado en el espejo, ni la pose de indiferencia que me había salido perfecta. Encogida en mi silla lo miraba sin acordarme ni como me llamaba.
El mozo nos sacó de la situación incómoda y nos preguntó que íbamos a comer, ni bien se fue con nuestro pedido Pablo me dijo
-Como hacés?-
-Que cosa?-
-Para hacerme sentir así-
lunes, 21 de septiembre de 2009
Maldito ego
Nuestra última charla había sido por messenger y había tratado de rechazarlo con firmeza y apelando a la última fuerza de voluntad que me quedaba.
Tenía que concentrarme y convencerme que solo lo llamaba por el problema de Caro pero no iba a poder manejar los imponderables. Una palabra dicha en el momento justo podía hacerme bajar mis barreras como por arte de magia.
Tenía miedo, no puedo llamarlo de otra manera y por dentro maldecía mi suerte por volvérmelo a poner en mi camino.
Por lo menos ya no iba a sentirme arrepentida por Sebastian, no había nada, de mi parte, que nos uniera y no le debía nada, él se había cobrado mi travesura con Natalia con creces.
Algo que Caro había dicho era verdad, lo del embarazo y más en esas condiciones era un tema muy íntimo, no podía ir contándolo por ahí, tenía que ser muy cuidadosa con lo que decía y no estaba segura de poder abordar el problema telefonicamente.
Se estaba poniendo peor aún. Debía verlo, conversar, ver su rostro cuando supiera la noticia y pedirle encarecidamente que no dijera nada y que nos ayudara.
Conociéndolo a Pablo, lo relativamente poco que lo conocía, consideraba que era una persona de confianza y que no nos iba a dejar en banda.
Tomé aire y marqué su número. La miré a Caro con un gesto de que se tranquilizara pero por dentro moría de nervios.
-Hola?- contestó del otro lado con esa voz que me encantaba
-Hola...Pablo..- Por suerte fué una frase corta, mi voz temblaba un poco, tenía que controlarme, ponerme firme, ser concisa, no delatarme.
-Lu! como estás?-
Por qué? Por qué? y por que?.
No podía evitar deshacerme cada vez que lo escuchaba...."Lucila enfocate, decí lo que tenés que decir" me obligué a mí misma.
-Bien...escuchame Pablo, no puedo hablar mucho- dije un poco cortante - tengo que hablar con vos-
-Es que...no sé Lu...me parece que mejor no...-
-Es sobre Caro, no te preocupes- dije con una leve desilusión, en mi interior esperaba que aceptara verme sin reparos.
-Caro? por qué? que pasa?
-Preferiría hablarlo personalmente, no te puedo contar por teléfono-
Caro me miraba expectante, estaba nerviosa también pero por motivos diferentes
-Es necesario Lu?...es que no sé si es conveniente...tenías razón la otra vez cuando me cortaste...preferiría permanecer así, sin vernos-
Otra vez esa reticencia, aunque era esperable y hasta lógica fue como un puñal entre las costillas. En mi cabecita romántica y ególatra pensaba tontamente que aceptaría volando cualquier oportunidad de reunión conmigo si yo se lo pedía, pero muy al contrario me estaba diciendo que no quería tener ningún contacto.
Traté de hacer a un lado mi femineidad herida y le pedí con toda la entereza e indiferencia de la que era capaz que nos viéramos unos minutos por el bien de Caro.
-Pablo, no te estaría pidiendo de vernos si no fuera importante. Ésta vez no tiene que ver con nosotros y creo que los dos tenemos bastante claro lo que queremos y ninguno quiere ir más allá- dije con un dejo de despecho- Caro está en problemas y tiene que ver con Fabio...
-Fabio? le hizo algo?-
-Los dos lo hicieron, no da que te lo explique por éste medio, en serio, soy la menos interesada en tener este encuentro (otra vez el despecho)...pero es necesario-
-Ok, tengo un ratito mañana al mediodía...si querés nos juntamos en la parrilla a la vuelta de tu trabajo-
-Dale....gracias-
-De nada, y te dejo que estoy ocupado...mañana nos vemos, beso-
-Chau..-
viernes, 18 de septiembre de 2009
Yo decido, tu decides, él....
No podía creer lo estúpida que había sido, no me dolía tanto su mentira como mi inocencia. Sebastián a veces me hacía pequeños chistes por los cuales, en mi época de enamorada, le dedicaba alguna risa cómplice, pero ésta vez se había pasado. Por supuesto una parte de mí dudaba, conociendo su personalidad, que él pudiera entrar en una situación como esa, pero tampoco lo creía capaz de hacerme sufrir así.
Bajé del taxi y me miré en una vidriera, no iba a poder ocultar que había llorado.
Subí y abrí la puerta con mi llave y ella estaba sentada mirando la tele.
-Y?, me dijo sin mirarme cambiando de canal-
-Nada...creo que se terminó-
Me senté al lado de ella y cuando me vió me preguntó
-Estuviste llorando no? tan difícil fue?-
-Dejarlo fué fácil...más después de lo que me hizo-
Por ahí suena egoísta pero tuve que contarle, necesitaba sacar todo ese odio que tenía adentro, putear y putear hasta quedarme afónica.
Ella me recordó que me había dicho que no le creía, me dijo que no lo viera nunca más y todo lo que se le dice a una amiga en esos momentos.
Lloramos y reímos un poco también, amargamente, cuando nos dimos cuenta que nunca habíamos estado peor. Los problemitas de nuestra vida cotidiana se nos presentaban ahora como tonteras en nuestra situación actual.
-Y si nos vamos a vivir las dos solas a una montaña a criar cabritos?- dijo Caro secándose las lágrimas- no quiero volver a ver a un hombre en mi vida-
-Estaría bueno...- dije suspirando mirando por la ventana
-Lu...-
-Que?-
-Que hago?...estuve pensando, capaz, no sé...-
-Que estás pensando Caro?-
-Que aunque hable con Fabio, no sé si quiero tener un hijo-
-Ay Caro...no sé que decirte...es algo muy tuyo ésto...yo puedo estar acá con vos y te voy a ayudar en lo que decidas, pero yo no te puedo decir que es mejor, no estoy en tu cuerpo-
-Es que...se me arruina la vida entendés?, no estoy en éste momento para tener un hijo sola, estoy estudiando, trabajo medio día, me bancan gran parte mis viejos...y quien sabe que dirían ellos si se enteran!-
La duda de Caro me angustió, mi parte moralista quería decirle que tenía que hacerse cargo, que si se había mandando la cagada tenía que ser responsable de sus actos, que la vida que llevaba adentro no tenía la culpa de que ella fuera una inconsciente. Aunque la había ayudado e iba a estar con ella en todo lo que necesitara me parecía que lo que había hecho estaba mal, que no era de una persona instruida como ella. Caro no era una ignorante, sabía lo que podía pasar si tenía sexo sin protección.
Por otro lado sabía que tener un hijo le iba a partir la vida en dos y que no era solamente responsabilidad de ella sino también de Fabio.
-Caro, está bien que pienses todas las opciones pero no te precipites...-
-Es que necesito hacer algo ya Lu! no puedo esperar que se me note o que alguien se entere...-
-Es que lo que vos querés hacer es definitivo Caro, tenés que pensarlo bien, te podés llegar a arrepentir toda tu vida-
-No sé...no creo que haya otra opción...-
-Escuchame, por qué no tratamos de ubicar a Fabio como primera medida si?, vemos él que dice...él también es parte de ésto-
-Es que ahora no sé...si él dice que lo quiere tener igualmente la que lo tiene que tener en la panza soy yo...-
-Caro por favor! no seas tonta! no estamos hablando de tirar un par de zapatos a la basura! es algo serio.- dije ya enojándome.
Obviamente ella no pensaba con lógica, estaba sobrepasada por la noticia y era yo la única que sabía y podía hacerla entender.
-Por favor, haceme caso por lo menos ésta vez, tratemos de ubicar a Fabio, si? la decisión al final siempre va a ser tuya porque es tu cuerpo, pero démosle la opción de saber y elegir...
Caro me miró recelosa, estaba cerrada si hubiera podido terminar con todo en ese momento lo hubiera hecho.
-Bueno...- dijo conteniéndose para no volver a llorar
-Ok, quedemonos tranquilas, respiremos y yo...ésto lo hago solamente por vos...voy a llamar a Pablo para que encuentre a Fabio...-
-Pero no le cuentes a Pablo!!! capaz Fabio no quiere que se entere!-
-Y que querés que le diga Caro? por favor! si Fabio no aparece es la única forma que los amigos se pongan las pilas...si le digo que solamente querés hablar con él Pablo no va a mover un dedo!-
Se sentó derrotada y me hizo una seña como que lo llamara.
Decidida caminé hasta mi cartera y agarré mi celular.
No me quedaba otra, iba a tener que hablar con Pablo.
jueves, 17 de septiembre de 2009
El brillo delator
-Lo que escuchaste, no me hagas repetirlo por favor...- dijo sin mirarme pero poniendo firme la voz.
Tardé unos segundos en ordenar la información. Éste pibe me estaba diciendo que había tenido sexo con otro tipos?
"no puede ser" pensaba," imposible, Sebastián nunca podría hacer algo así, nunca"
-Decime algo Lu por favor, no me ayuda que te quedes callada con esa cara...-
-Es que...no sé que decirte- dije totalmente incrédula - vos me estás cargando no? me lo estás haciendo a propósito-
-Boluda! como voy a joderte con algo así...no estoy seguro de lo que pasó! entendés que por ahí me violaron!-
-Pero...pará, no puede ser que no te acuerdes de nada...pero...estaban en bolas bolas? así...con todo al aire?- yo seguía sin poder creerlo, Sebastián no era de hacer esas cosas, cuando era más chico se había puesto en pedo un par de veces pero siempre fue consciente de sus actos, respetuoso y creo que ni drogado se hubiera dejado tocar por otro tipo, en ese aspecto Sebastián era bastante homofóbico.
-En bolas Lucila, naked, desnudo, con todo al aire...que parte no entendés?-
-Es que no sé que decirte Sebastián...y ese Pancho, que vos decís, tampoco se acuerda?-
-No lo hablamos, yo me desperté, salí corriendo y cuando nos volvimos a ver en el hotel no nos dijimos nada...que se yo...por vergüenza-
Yo lo miraba con mi mano en la boca, me había dejado muda. No sabía que decirle, aunque ya no quisiera estar más con él me sentía mal por lo que le había pasado, estaba segura que él se debía sentir muy mal, como iba a poder superar eso? y como decía él, si estaba inconsciente y le habían hecho algo era violación!
Lo tomé de la mano y le dije
-Sebas, me dejás helada, la verdad disculpame, no creía que fuera tan grave, pero tendríamos que hacer algo, no sé, primero buscar algún terapeuta para que te ayude y después asesorarnos legalmente porque...-
De repente al mirarlo ví todo claro, como si estuviera en una habitación a oscuras y de pronto se prendiera una luz, me encandilé con la verdad y después pude ver todo.
El brillo de los ojos de Sebastián lo delataban y no pudo evitar mover la comisura de sus labios y una pequeña sonrisa se convirtió en carcajada.
-Jajaja! te lo creíste!! jajajaja!!!!-
Lo solté como si quemara y mi cara se fué transformando de dolor a furia.
-Era mentira????-
-Obvio boluda! mirá si voy a hacer eso y encima te lo voy a contar! jodete! ahora estamos a mano...vos te pensabas que yo no me iba a enterar lo que le dijste a Natu?-
-No te puedo creer!!!- dije ahora con mi mano en mi frente- sos un hijo de puta!, mentirme así! y llorar!!!!!!!!!!!!! Sebastián lloraste en el medio de la calle!!!!! -
-Jaja! eso fue buenísmo!- dijo comiendo una porción de mi lemon pie- me salió solo!, los chicos no me van a creer-
-Sos un flor de hijo de puta! dejé a mi amiga que está en un quilombo por vos! la puta que te parió Sebastián, te odio!- dije levantándome con la mirada de cuatro señoras sentadas atrás tomando un té
-Bueno che...no es para tanto, pensé que te iba a dar gracia...no te vayas...-
-Gracia? me preocupé por vos entendés?, aparte me llamaste de allá! lo pensaste todo!, no das puntada sin hilo...-
-Pará Lu, al fin vos hiciste lo mismo! cual es la diferencia!-
-La diferencia es que yo no te mentí a vos y lo hice con los pocos celos que me quedaban porque me daba por las pelotas que te fueras con la tarada esa! vos lo hiciste para joderme y no te lo voy a perdonar! se acabó entendés? It´s over!, chau querido! no me llames nunca más en tu vida...-
Dejé mi servilleta y mi té a medio tomar y salí corriendo del café, Sebastián se paró como para seguirme pero no pudo, me tomé el primer taxi que encontré para volver a lo de Caro y me puse a llorar, por boluda, por la bronca, porque caí como una estúpida.
Ok, por ahí me lo merecía, pero nunca más me lo iba a volver a hacer.
Me llamó al celular quinientas veces en el trayecto a la casa de Caro pero nunca lo atendí, si hacía falta alto para olvidarme de Sebastián definitivamente era eso.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
La gran duda
"Sebas lloró y no pude evitar sentirme mal por él aunque hubiera preferido nunca saber que era lo que lo angustiaba"
Recuerdo que sentí una congoja terrible al verlo quebrado adelante mío en el medio de la calle. Sebas nunca había llorado, por lo menos en mi presencia.
Se apoyó en mi hombro y lo abracé
-Sebas que pasa??!!!, por qué estás así?, me asustás!- dije tratando de calmarlo
-Por favor, necesito hablar con vos!- dijo despacito entre sollozos
-Está bien...subite al auto que voy a ver como está Caro y vuelvo...-
-Bueno...-
Me había tomado ese día para descansar después del viaje pero estaba exhausta por la carga emocional de Caro y Sebastián.
Subí al departamento y le dije a Caro que me iba un ratito a hablar con Sebastián que estaba muy mal. Ella no lo creyó, me dijo que debía estar así porque sabía que no quería estar mas con él pero le expliqué que igualmente no lo podía dejar.
No había nada que Sebastián me pudiera decir para que yo volviera con él. El amor que alguna vez había sentido ya no existía y no le servía a nadie seguir con esa relación.
Le prometí a Caro que volvía lo antes posible, que dejaba el auto estacionado ahí en su casa para que se quedara tranquila que iba a regresar.
Bajé y Sebastián ya estaba con el auto en marcha.
Me llevó a un lugar que él sabía que me encantaba, una casa de té donde servían las mejores tortas a la que íbamos siempre cuando todavía estábamos bien.
Nos sentamos en un lugar apartado para poder hablar.
Sebas me miró y me tomó de la mano.
-Te dije que sos hermosa?-
-Gracias...-
-Siempre fuiste la mujer mas hermosa que conocí...me gustaste desde el primer momento-
Yo me estaba poniendo incómoda, él me decía cosas lindas y yo ya no sentía nada. Cuando nos conocimos no podía evitar sonrojarme ante sus palabras, me halagaban, me sentía "la mas linda" cuando estaba con él.
-Sebas...me dijiste que necesitabas contarme algo- dije tratando de llegar al tema
Me soltó la mano, frunció el seño como acordándose de algo,miró para abajo y suspiró. Se puso nervioso, ofuscado.
-Vos siempre me escuchaste...siempre me entendiste...- dijo como para sí mismo
-Si Sebas...te escucho, contame que te pasó-
-Vos no me vas a juzgar no? -
-Sebas...que hiciste para estar así? voy a tratar de no juzgarte...no sé...contame-
Tomó aire y empezó a contarme
-Pasó algo...en realidad "creo" que pasó algo y me quiero matar, está bien que yo no estaba consciente de mis actos, por eso no me acuerdo nada, pero si pasó...me quiero matar, pero yo sé que vos lo vas a entender y quiero sacarme ésto de adentro para poder empezar de cero con vos...vos sos la única con la que quiero estar...-
-Sebas, me estoy impacientando...contame ya o me voy, no le des mas vueltas por favor!-
-Es que es muy dificil Lucila! entendeme!-
-Ok, dale-
La mesera nos trajo dos tés y un lemon pie para mi. Mientras le ponía azúcar a mi té lo miraba atenta esperando que siguiera. No tenía la menor idea de lo que me iba a decir y tampoco pensaba que fuera tan importante, lo alenté para que prosiguiera.
-El viaje de estudio se desvirtuó un poco...empezamos a no ir a las conferencias los últimos días y nos hicimos, con Pancho, un compañero, amigos de unos flacos mexicanos.
El último día nos invitaron a una fiesta, pero cuando llegamos no había mucha gente...solo dos chicas y unos cinco tipos.Nos quedamos porque...que se yo...estaba todo bien. Empezamos tomando un poco de tequila, jugando a un juego de cartas que el que perdía tenía que tomar...-
-Te pusiste en pedo...-
-Me puse alegre, que se yo, antes tomaba mas con mis amigos cuando salíamos pero desde que estoy con vos, que se yo...puede ser que me haya desacostumbrado.
-Ok, pero hasta ahora no veo nada malo-
-Es que no sé si pasó algo malo, es que...después del tequila, uno de éstos flacos nos preguntó si queríamos fumar menta-
-Menta? se fuma?-
-No, yo también pensé eso pero lo que trajeron no era menta, la de los caramelos...era una hierba que se llama salvia-
-Y la fumaste?-
-Si...ya estaba bastante entonado y...dije que sí...-
-Bueno Sebas...no es para tanto, vos fumaste marihuana alguna vez y por eso no sos un drogadicto...ya fue, olvidate- traté de tranquilizarlo, me parecía una boludez lo que me estaba contando.
-Es que....- se frotaba las manos nervioso, no quería continuar
-Sebas...-
-Es que no me acuerdo de nada después de eso-
-Y?, dale! contá de una vez por favor!-
-Me desperté al otro día con un dolor de cabeza terrible, miré para los costados y traté de acordarme donde estaba y pude ver todo... eramos Pancho, dos tipos y yo, tirados en los sillones.........en bolas-
martes, 15 de septiembre de 2009
No me podés dejar
Estaba agotada, cansada de hacer fuerza por que me entendiera.
Sentada en la silla miraba hacia la nada con el celular en la mano.
-Hablaste con Pablo?- me dijo Caro saliendo del baño secándose el pelo con la toalla
-No todavía no...te sentís mejor?-
-Un poco más tranquila, sí...pero cuando vas a hablar con Pablo...-
-Ahora, en un ratito- le dije levantandome para terminar de lavar lo que me faltaba- estoy pensando bien que decirle, es algo muy delicado-
-Te da cosa llamarlo no?- me dijo sentándose
-Si, un poquito, pero esto es mas importante, es otra cosa...-
-Y quien era en el celular?-
-Sebastián...-
-Eh? que quiere Sebastián?-
-Nada...bah, no sé que quiere...cuando se fué a México me pidió un tiempo, te acordas? que justo yo le quería decir que teníamos que dejar de vernos?-
-Si, me acuerdo...-
-Bueno, en ese momento me la banqué, se fué con la tarada de Natu allá y le importó tres carajos...-
-Si, y?-
-La cuestión es que me llamó desesperado desde México que quería verme, que se había dado cuenta que me quería y bla bla...como si nada-
-Y que? ahora quiere verte?-
-Si, me llamó que quiere verme para hablar y no me escuchó, le dije que estaba ocupada y no le importó...me cortó la comunicación, como siempre, para hacer lo que él quiere-
-Uy boluda...y que...está viniendo para acá?-
-Si...supongo, pero no te preocupes, no lo voy a atender, es un desubicado, si no puedo no puedo-
-Pará Lu, mejor hablá con él y listo, terminala de una vez-
-No Caro! no te puedo dejar así en este momento!-
-Pero es mejor!, andá, hablá con él y volvé así estás libre-
-Si, puede ser- le dije pensativa - espero no estar mucho tiempo...no puede ser Caro! que siempre me maneje como quiera...él me quiere ver y yo tengo que estar, no me quiere ver y me la tengo que bancar...no va más...no quiero vivir así, si quiere una empleada que se consiga una.-
Al rato tocó el timbre, era Sebastián.
Bajé y estaba parado apoyado en su auto esperándome, bien vestido como siempre, con un perfume embriagador, como siempre y con un tostado caribeño increíble. Así y todo ya no pude sentir nada por él. Sebastián era realmente lindo, tenía mucha presencia, pero no le importaba nadie más que él.
-Mi amor! como te extrañé- me dijo abrazándome- vení, subí y vamos a tomar un café con brownie como te gusta a vos-
-No Sebas, no quiero, hablemos acá que no puedo dejar a Caro sola-
-Como vamos a hablar acá?, dale vamos a algún lugar lindo-
-Sebas, te dije que no podía ahora y no te interesó, como todo lo que tiene que ver conmigo-
-No me digas así, nada que ver!-
-No tengo ganas de discutir Sebastián, como te dije antes, no puedo ahora darte el tiempo que necesitas para decirme lo que me querés decir...estamos en un quilombo grande y necesito que por una vez en la vida me entiendas, si?, hablamos mañana y arreglamos para vernos.-
-Pero amor! es re importante! necesito hablar con vos! no podés tirar a la mierda tanto tiempo
-Ja!Que raro que te acuerdes de eso, porque éste último tiempo te cagaste en "nuestra pareja"...y el que me pidió un tiempo fuiste vos! para irte de joda a México sin novia...así que ahí tenés lo que querías, tu tiempo, ahora respetá el mío-
-Estoy mal Lucila, necesito que me escuches, me pasó algo horrible y necesito que estés conmigo-
-A Caro también le pasó algo horrible, y ella siempre estuvo conmigo para acompañarme y me apoyó, a quien te parece que voy a escuchar primero?, andá Sebastián, después hablamos, va a ser mejor-
-No me podés dejar Lucila...no ahora, por favor...no me hagas esto-
Y toda la dureza , soberbia y machismo se le derrumbó cuando empezó a llorar en el medio de la calle.
-No te puedo creer- pensé - era lo único que me faltaba-
lunes, 14 de septiembre de 2009
El muerto vivo.
El pedido de Caro era lógico, yo conocía al amigo del hombre que la había dejado embarazada y al cual no podía ubicar. Lo de Caro era mucho más importante que mis histeriqueos con un pibe, si tenía que hablar con Pablo por eso estaba totalmente justificado.
Era algo grave, pero por otro lado sabiendo lo que sabía sentía unas ganas enormes de que no hablara nunca mas con ese hombre. Obviamente yo no tenía derecho a manejar sus destinos, ella tenía que saber la verdad y debía elegir lo que quería pero no era momento para contárselo, estaba hundida en mi hombro llorando pidiendo por favor que la ayudara a encontrarlo.
Agustín también era una buena opción para ubicar a Fabio, era el que me había contado como era en realidad la situación de éste chico pero también era meterlo en un lío, no tenía tanta confianza con él. Realmente no sabía que hacer, estaba todo muy dado vuelta.
-Caro, tranquilizate, vamos a empezar por eso así podemos pensar todo mejor, si?-
-Como querés que me tranquilice? Vos porque no sos la que tenés un bebé en tu panza!- dijo enojada levantándose del sillón yendo a buscar mas pañuelos. Por supuesto la entendí, era comprensible su reacción.
-Tenés razón Caro, pero no te hace bien estar así…andá a tomar un baño mientras yo arreglo acá un poco y veo que le voy a decir a Pablo, dale?-
Me miró como derrotada, suspiró y fue para el baño pero antes de irse me dijo:
-Que le voy a decir a mis papás Lucila? Van a pensar que soy una puta…-
Me acerqué y la volví a abrazar
-No pienses mas Caro, ya lo vamos a arreglar pero tenemos que estar calmadas para hacer las cosas bien, dale…empecemos por ordenarnos…-
No dijo nada y se fue.
Me daba mucha tristeza verla así. Realmente la entendía, me dolía como si fuera yo la que estaba ahí, le podría pasar a cualquiera y sentiría lo mismo que ella si estuviera en su situación.
Arreglé un poco el depto y lavé los platos pero no podía parar de pensar que iba a hacer. Yo tenía todas las piezas del rompecabezas y era yo la que tenía que ponerlas en su lugar.
Me puse a pensar en los pro y los contra de llamar a Pablo. Por un lado él había sido el responsable de que ellos se conocieran, era su amigo y yo era la amiga de ella. No tenía nada de malo que hablara con él pero por el otro lado era volver a estar en contacto con él, volver a escuchar su voz, sentirlo del otro lado del teléfono. Realmente no quería volver a abrir la puerta, sabía que era para problemas pero no tenía otra opción.
Mientras terminaba de lavar escuché sonar mi celular. Me sequé las manos y lo fui a atender.
Era la última persona en el mundo con la que quería hablar.
-Hola…- dije con desgano
-Hola amor!!!!!! Que lindo escucharte!!! No sabés las ganas que tengo de verte!, ya estás acá no?-
-Si, pero Sebas, no es momento, estoy en lo de Caro que tiene un problema…-
-Uy pobre…que le pasa?-
-Nada Sebas…que querés?-
-No sabés las ganas que tengo de verte, estuve todo el viaje pensando en vos…pude reflexionar y me di cuenta todo lo que te quiero…te paso a buscar?-
-Te dije que no puedo ahora…aparte no sé si en este momento quiero hablar con vos Sebastián, no es tan fácil-
-Que no es fácil? Dejate de joder Lu! Yo sé que me porté para el orto con vos y por eso estoy arrepentido…pero eso es lo bueno, que me dí cuenta a tiempo-
-Ese es el problema, no sé si estamos a tiempo…-
-No me podés decir esto por teléfono, por lo menos si me vas a dejar decímelo en la cara!- dijo ya enojándose
-Ya vamos a hablar Sebastián, pero éste no es el momento…después te llamo-
-No! No voy a estar esperando que vos me llames, esto es ahora o nunca! En veinte minutos estoy por ahí-
-Sebastián te dije que….-
Otra vez me cortó.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Con un pan bajo el brazo
El día anterior a regresar a Buenos Aires se me presentaba como un sueño a la mañana siguiente.
Recordé todo lo que había pasado y por un segundo casi preferí seguir durmiendo. No quería hablar con Caro, sabía que iba a tener que decirle lo que me había contado Agustín y me daba angustia ser yo la que al fin de cuenta las iba a hacer sufrir.
Me levanté y fui al placard a buscar ropa para ponerme. Afuera se escuchaba ruido de taladros, mis papás habían comenzado la remodelación del quincho, les encantaba hacer reuniones con sus amigos y ultimamente el lugar en los asados les quedaba chico. Nunca me había molestado vivir con mi familia pero cada día que pasaba sentía la necesidad de tener mi lugar, mi espacio, mis ruidos.
Me lavé los dientes y me miré al espejo. No me había hecho muy bien la estadía en Mendoza, estaba ojerosa y con cara de cansada. Mi mamá me tocó la puerta y entró. Me dijo que me había escuchado llegar a la noche y quería saber como me había ido. Le dije que bien, que después le contaba, obviamente no tenía que saber todo, igual no tenía mucho tiempo, estaba con la raqueta en la mano yendo a jugar al tenis con sus amigas.
Bajé y me hice un café. Mariela, la chica que trabajaba en mi casa lavaba los platos de la noche anterior y puteaba porque los albañiles le estaban ensuciando todo. Yo no le prestaba atención, con un rayo de sol pegandome en la cara y con el teléfono inalámbrico en la mano pensaba que le iba a decir a Caro. Ella tenía que saber, si ya no lo sabía, que ese hombre no era para ella. No se tenía que encaprichar.
Es triste pero a veces las mujeres nos enamoramos de la idea del amor e idealizamos a cualquier tipo que nos dá un poco de atención. Creemos que por fin encontramos a nuestra media naranja, que por fin vamos a poder hacer cucharita un sábado lluvioso, que por fin vamos a poder comprar para dos en el super pero no nos damos cuenta que una relación amorosa viene si o si acompañada de una persona. A veces creo que si existiera alguna forma de tener todo eso sin un hombre seríamos igualmente inmensamente felices.
Decidida después de despertarme un poco con mi café con leche marqué el numero de Caro. Tardó en contestar.
-Hola...- me dijo con voz de ultratumba
-Hola Caro! estoy de vuelta! como estás?- pregunté preocupada
-Mal Lu...-
-Que pasa! que tenés Caro no me asustes...es para tanto?-
-Peor...-
-Uy boluda! decime que te pasa ya!-
-Podés venir Lu? no sé que hacer...- y se puso a llorar
-Ya voy para allá-
Salí corriendo a buscar mi cartera y me subí al auto. Para sumarle mal humor a mi día, el asiento estaba lleno de migas de galletita. Probablemente mi hermana lo había usado. Otro tilde más a mi lista de cosas por las cuales debería irme de mi casa.
Llegué a lo de Caro y toqué timbre. Me abrió la puerta en pijama. Había estado llorando, se le notaba en los ojos hinchados y cuando me vió comenzaron a brotar mas lágrimas. La abracé y traté de consolarla.
-Soy una idiota Lu, me lo merezco por idiota- me decía entrecortada por el llanto
-Ay Caro que pasa! contame ya! que tenés!-
Me soltó, agarró un pañuelo de papel que había sobre la mesa y arrastrando los pies se fué a su habitación. Dejé mi cartera en el sillón verde y fuí hasta la ventana a abrir las cortinas. Estaba todo hecho un desastre, pañuelos tirados por ahí, los platos sin lavar en la cocina. Caro debía estar muy mal, ella no era así.
La ví venir con algo en la mano, como un lapiz. Pero cuando lo tuve cerca y ella me lo extendió para que lo viera supe que era. Un test de embarazo.
Me quedé dura con el test en la mano sin saber bien que mirar. Me había hecho uno en algun momento de mi relación con Sebastián por un atraso pero obviamente no tenía todas las rayitas marcadas. Éste sí.
Por ahí peco de inocente, pero nunca me hubiera imaginado que Caro podría tener un problema así. Ella era muy cuidadosa, muy prolija, me tomó de sorpresa entrarme que había cometido semejante error.
-Estás embarazada?- le dije incrédula.
Se sentó al lado mío haciendo puchero con las manos en las rodillas.Era obvio que sí, pero todavía no caía.
-Te hiciste otro? capaz está mal- dije tratando de encontrarle una solución a algo que ya no lo tenía.
-Me hice tres Lu...y cada vez la rayita está mas fuerte...-
-Pero puede estar mal! seguro que puede fallar!-
-Ésto no falla Lu...busqué en internet,llamé a la fabrica como una loca y en conclusión si no sale la rayita existe la posibilidad de error pero cuando sale...no hay duda-
-No te puedo creer..- dije moviendo la cabeza tratando de negar lo innegable- como pudiste Caro!!! no te cuidaste?-
Se puso a llorar de nuevo desconsoladamente
-No...soy una idiota...te juro no que no sé que me pasó por la cabeza en ese momento...yo le pregunté si tenía forros y él me dijo que no...pero que no me preocupara...que iba a estar bueno, que probáramos....Dios!!! que imbécil que soy!!!-
-Pero boluda! no lo conocés! puede tener cualquier cosa! como te vas a prestar a algo así!-
-Basta Lu! no necesito que me retes ahora! ya sé todo! no sé por qué lo hice!- me gritó
-Perdoname...es que me pone mal que estés así...ya le dijiste a Fabio?-
-No...hace tres días que estoy adentro de mi casa sin salir a ningún lado, tratando de ubicarlo...no me llamó más...no sé que hacer... no podés llamar a Pablo para ver si él lo puede ubicar, necesito hablar con él-
No había pensando en Pablo hasta que ella me lo nombró. Claro, ellos eran amigos, pero también estaba el tema de los problemas de Fabio que Caro no conocía.
No sabía que hacer, ya era demasiado para ella tener semejante quilombo y encima enterarse que el padre del hijo que esperaba era un drogadicto perdido enamorado de otra mujer. Valía la pena hablar con Pablo para que lo encontrara o era mejor perderlo para siempre?
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Respuesta
RE: Necesito Hablar con vos
Pablo no debería estar escribiéndote ésto, no debería estar comunicándome con vos, no sé por qué lo hago, tendría que dar todo por terminado, dejar que decante, dejarte pensar y que te dés cuenta que no podemos seguir así. Sé que muchas veces te dije lo mismo, que algunas veces fui yo la que quiso terminar y otras tantas vos.
No te contesté antes porque en éstos días estuve pensando mucho, traté de resumir nuestra historia y ver en que momento nuestra relación nos sirvió para algo, te imagino contestándome que una relación no debe servir para “algo”, que pasa y que no se puede evitar sentir y casi hasta concuerdo con esa idea pero después pienso que sí debe servir para algo, para ser feliz, para unir caminos, para planear un futuro, para compartir la vida con un compañero.
Nosotros nunca tuvimos nada de eso, nunca estuvimos juntos, lo nuestro siempre fueron sueños, problemas, sufrimiento y somos los únicos responsables, no podemos culpar a nadie.
En éstos años cambié, crecí y puedo decir que hoy estoy entera, yo decido que hago con mi vida, decido si quiero estar mal o si quiero estar bien, todo está en mis manos y si volviera a caer y creer que lo nuestro es posible querría decir que no aprendí nada y que no me quiero nada.
No sé con qué tono leerás éste mail, tal vez pienses que te lo digo de un modo altanero, que ya no me importa nada, que ya no siento nada, es difícil poder expresar sentimientos cuando se escribe, pero te cuento que se me parte el corazón con cada palabra que aparece en la pantalla, siento que dejo el alma, siento que algo se quiebra y que debo empezar de nuevo pero es la única manera, no puedo empezar algo si no termino con ésto.
Me gustaría despertarme y pensar que todo fue un sueño, que nunca te conocí, que vuelvo a tener veinticinco años y que estoy yendo contenta a la facu con mi auto nuevo, me gustaría volver a tener esa inocencia, volver a tener la conciencia limpia y el alma clara, pero a la vez me gustaría que la realidad hubiera sido otra, haberte conocido en otro momento y poder haber tenido un amor eterno.
Por favor te pido que me dejes ir, que no me llames, que hagas tu vida (aunque vos siempre la tuviste hecha) y liberame para yo poder hacer la mía.
Estoy conociendo a alguien que me hace bien, que me dá oxigeno y que tiene solamente tiempo para mí, que está cuando lo llamo, que puede venir cuando lo necesito, lo tengo cien por ciento y si tu amor es tan sincero y verdadero deberías entender y ser feliz por mí porque puedo tener lo que me merezco, lo que siempre merecí y que vos nunca me pudiste dar.
Sos y vas a ser siempre un gran amor para mí, voy a sufrir horrores pensando que es de tu vida, como estarás, si sos feliz, pero sé también que el tiempo cura todo, y que en un período no muy lejano, vas a ser para mí y yo voy a ser para vos un hermoso recuerdo.
Gracias Pablo, yo sé que trataste.
Te quiero.
LU
martes, 8 de septiembre de 2009
Drugs don´t work
Al toque traté de llamarla pero no tuve éxito, me daba como "apagado o fuera del área de cobertura". Me fijé la hora de envío del mail y vi que lo había mandando como a las tres de la mañana. Raro, Caro no era de acostarse tarde y menos un día de semana. Debía estar muy preocupada.
A pesar de mi cansancio el día pasó rápido. Agustín estaba loco preparando todo para irnos, él se venía con nosotros y se quedaba Marcelo unos días más para coordinar los últimos detalles.
En el aeropuerto estaba hecha un ente, no veía la hora de acostarme. Sentada con mi valija al lado veía pasar a la gente de un lado para el otro y esperaba que arribara nuestro avión.
Agustín después de terminar los trámites se sentó al lado mío y me convidó de su gaseosa.
-Todo bien Lu?- me dijo despreocupado
-Bien....muerta...no doy más!, mañana hay que ir a trabajar?-
-Tomate el día si querés...pobre...te dejé sola ayer a la noche...que noche eh...-
-Uf, terrible, pero peor que la noche fué la mañana!, no sabés el gerente! se agarraba la cabeza cuando vió la puerta!-
-Jajaja! para tanto? que desastre...me parece que no nos van a aceptar más ahí...cuando llegue voy a llamar para pedir disculpas y le voy a mandar un vino al Sr. éste-
-Un vino? a un tipo que vive en Mendoza?-
-Jajajajja! tenés razón!!! bueno, algo se me va a ocurrir...-
-Igual ya nos van a pasar la factura, no te preocupes...-
-Tenés una cara...es de cansancio nada más?-
-Mssi, que sé yo...necesito dormir y ver si cuando me despierte las cosas son tan terribles como ahora que estoy destrozada-
-Que cosas son terribles? bah...si me querés contar...-
-Nada, que se yo...no sé muy bien todavía pero...viste Caro mi amiga? me parece que alguna vez la viste...-
-Creo que sí...que le pasa?-
-No sé...me mandó un mail diciendo que estaba mal, desesperada, creo que tiene que ver con éste chico Fabio, un amigo de Pablo...-
-Si obvio Fabio! es amigo mío también!-
-Bueno, viste que salió un par de veces con Caro...-
-Ehhh, si...algo sabía, y que pasó?-
-Eso es lo que no sé...lo último que supe es que no le estaba dando mucha bola y Caro se había enganchado y estaba esperando que la llame y eso...pero ahora algo pasó-
-Uf... tengo cada amigo...pero decile que vaya tranqui con Fabio...tiene un mambo en la cabeza terrible ese flaco...-
-Si! yo le dije! pero no se...viste que a veces no damos bola a lo que nos dicen nuestros amigos...-
-Si, a mí ninguno de mis amigos me da bola...y después vienen a decirme que tenía razón...pero en serio...decile a Carolina que..., no debería decir ésto porque es mi amigo...pero Fabio está mal en serio...tiene problemas y no está para tener una relación seria ahora...por eso se separó de su novia...-
-En serio? que tiene?-
-Uy querida...si sigo hablando con vos me voy a quedar sin amigos!-
-Agus! decime! no quiero que lastime a Carolina, si sabés algo contame...Caro es una de las mejores personas que conozco, no se merece sufrir ni que le hagan nada malo...-
-Fabio está en cualquiera Lu...tiene problemas con las drogas...está en tratamiento...la novia lo dejó porque no daba más, no cambia...y si ella no pudo no creo que tu amiga pueda...aparte él no la pudo olvidar, si no está con ella es porque ella no quiere-
-Uy Dios!!!! no hay un hombre normal en éste mundo?!!-
-Bueno che! yo soy normal o no?-
-ja! no sé todavía, no te conozco tanto, ya te vas a mandar alguna-
-Espero que no!...che! me parece que ya tenemos que abordar, vamos?-
-Dale, vamos-
Subí al avión y me quedé dormida al instante. Atrás mío estaban Samanta y Rodrigo a los besos, podía escuchar el "chuik chuik" desde mi asiento antes de entrar en sueños. Todavía no me olvidaba del momento que me había hecho pasar Samanta, pero no era momento para seguirla, ya iba a tener mi revancha.
Llegamos de madrugada y ni sé como llegué a mi cama no tuve fuerzas para preocuparme o analizar todo lo que me había dicho Agustín hasta el día siguiente que la llamé a Caro para juntarnos.
lunes, 7 de septiembre de 2009
La mañana del día después
Cuarenta y seis botellas tiradas.
Tres copas de más en mi organismo.
Cinco compañeros de trabajo desmayados por ahí.
Dos parejitas nuevas
Dos mil quinientos pesos por romper una puerta de vidrio.
Una curita en mi dedo índice
La seguridad del hotel tuvo que hacer terminar la fiesta. A alguien se le podría ocurrir que todo se iba a descontrolar tanto? Era un “evento” no un asalto de adolescentes en la edad del pavo.
Eran las nueve de la mañana y sin dormir, con el maquillaje corrido, y una curita de Kitty en el dedo trataba de firmar un remito por pagos que íbamos a tener que hacer al hotel.
Agustín había desaparecido de mi vista después de su frase galanezca al ritmo de Star Guitar de Chemical Brothers . No lo volví a ver, y toda la responsabilidad cayó en mi pequeño cuerpecillo.
Ver la cara del gerente cuando salió el sol y los bellos durmientes se levantaban del suelo después de un sueño reparador no fue la mejor manera de comenzar el día. La puerta de vidrio se había roto después de un pogo en el medio de un tema electrónico (¿?), ya nadie escuchaba nada, no sabían si estaban bailando “el meneaíto”, “ La Sole” o Planet Funk, era todo lo mismo, lo único que importaba era saltar y saltar y saltar.
Me fui a desayunar para recuperarme un poco. No quería ir a dormir, estaba pasada y si terminaba durmiéndome no me iba a poder levantar a la tarde para hacer la valija y preparar todo para la partida.
Con una medialuna en la mano, en un momento, me tildé, no sé si por el sueño, con la mirada perdida y me quedé pensando en todo lo que había pasado. Viéndolo con una mirada risueña, había sido todo muy divertido y raro.
Lo de Samanta era para no creer, había llegado a irse a las manos por un hombre y había terminado enroscada con él. Se debía sentir triunfadora, pero a mi no me afectaba en lo más mínimo, al contrario, estaba hasta contenta de que hubiera obtenido lo que quería así no tenía que bancarla más o por lo menos por ahora.
Lo de Agustín me confundía un poco, por lo pronto iba a quedarme con la idea de que estaba borracho y no sabía bien lo que decía. Tampoco me había dicho nada del otro mundo, no se me había declarado, ni me había dicho nada comprometido. No le iba a dar mas vueltas al asunto y tampoco se lo iba a mencionar, si él me decía algo le iba a restar importancia.
Terminé de desayunar y me fui a las computadoras para ver los mails y organizar los gastos.
Tenía un correo de Carolina. Hacía mucho que no hablaba con ella, la había dejado en Buenos Aires, paradójicamente, sufriendo por su nuevo amor. Recién lo estaba conociendo y ya estaban teniendo problemas, y el principal problema de la relación era él. Yo le había dicho antes de irme que lo tomara con calma, que no se precipitara, que lo conociera despacito, que él todavía estaba haciendo el duelo por su ex, pero cuando Caro se enamoraba no había términos medios, era a todo o nada. Debería haberla llamado esos días que estuve en Mendoza para charlar con ella pero con todo el trabajo que tenía siempre lo dejaba para el otro día.
Me sentí un poco culpable cuando ví su mail.
Donde estás cuando te necesito?
De: Carolina XXXX ( carolinaxxxxxx@gmail.com)
Para: Lucila XXXXX (laamante@ymail.com)
Lu, donde estás????????????????????? Necesito hablar con vos ya!!!!!!!!!! Por favor llamame o venime a ver cuando vuelvas, estoy re mal! Estoy en el horno!!!!! Por favor amiga, no sé con quien hablar, no te asustes o mejor si, yo estoy asustada, no quiero contarte por acá, pero me mandé una cagada grande como una casa.
LLAMAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE