Estamos invitados a tomar el té (II)

Sebastián se removió en su asiento pero no decía nada, estaba claramente incómodo.

-Lucila tiene razón- dijo la hermana de mi suegra- si sos una chica tan linda….es muy raro que no tengas algún enamorado…a parte ya tenes edad no?, mirá que los años no pasan en vano..-

Por una vez en la vida adoré a esa señora.

-Bueeeno Augusta, capaz Natalia esta esperando a su príncipe azul, no Natu?, ojalá pudieras encontrar a alguien tan divino como mi Sebas- dije mientras le acariciaba la espalda
-Si Lucila, no es porque sea mi hijo, pero sos una privilegiada- acotó mi suegra
-Ya lo sé Amalia, no me lo tenés que decir! Sebas es un sol!, me gané la lotería con su hijo-
Sebastián estaba a punto de explotar y Natu cada vez mas hundida en su silla-
-Yo no estoy buscando nada en este momento- trató de terminar el tema Natalia
-Ay! Pero viste como es, cuando menos lo buscas…-
-Si pero no es mi caso-
-Pero no te cierres Natu! Pensá que vas a estar en un lugar paradisíaco con un montón de gente…a no ser que no estés buscando nada porque tu corazoncito ya está ocupado!-

Sebastián dio vuelta su cabeza para mirarme como la nena del Exorcista, yo no lo miraba, no dejaba de clavarle la vista a Natu mientras tomaba mi té.

-Ay amor! Se me acaba de ocurrir una idea! Por qué no le presentamos a mi primo Javier! Es ideal ahora que la veo, es un poco mas grande que vos, tiene unos cuarenta años y vive todavía con mis tíos pero es un amor de persona, creo que harían re linda pareja!-
-Que Javier Lucila?- dijo Sebastián entre dientes- el que se quiso suicidar?-
-Que horror! – exclamo mi suegra llevándose una mano al corazón
-Pero Amalia…es de muy buena familia…vos los conoces seguro del Rotary …tuvo un problemita de depresión, nada que con un poco de terapia y pastillas no se pueda remediar!, no Natu?...podríamos hacer una cena los cuatro! No seria genial?-
-Gracias Lucila, pero en este momento no creo que sea indicado y si me disculpan, podrían indicarme donde queda el baño?-
-Nadie se pare! Yo la acompaño!- dije levantando mi mano
-No! Ehh, digo…díganme donde está que voy sola!-
-Por favor!- dije levantándome de la silla- faltaba mas…vení conmigo…-

Natalia lo miró a Sebastián suplicante, pero no podía hacer nada, ya estaba en mis garras.

Caminamos por el pasillo y la llevé al baño del estudio que estaba más lejos y mas resguardado.
Cuando llegamos me paré en la puerta y la miré.

-Necesitamos hablar- le dije seria
-Ehhh, si es por el mail…yo…-
-Que mail?- le dije haciéndome la desentendida…-
-El que…Sebas no te dijo?-
-No sé de que mail me hablás…yo te quería decir otra cosa, por qué…tengo que saber algo de un mail?-
-Ja, ehhh, no…decime decime, me debo haber confundido.-
-Mirá Natu, te traje para hablar con vos acá porque necesito pedirte un favor…-
-Si claro!- dijo haciéndose la copada
-Es difícil para mi contarte esto…pero sé que vos sos muy amiga de Sebas y que querés lo mejor para él…te pido que lo que te voy a contar quede entre nosotras dos si?-
-Obvio! Decime!- dijo con curiosidad
-Ufff, no sé como empezar…pero tenés que saberlo porque necesito que lo cuides este tiempo que van a estar allá…vos te debes haber dado cuenta que no estamos bien…y…bueno-
-Dale, contame, no te preocupes!-
-Ok…- respire como tomando fuerzas – el tema es que estamos mal porque Sebastián parece que me estuvo engañando con otras chicas…y bueno… a causa de esto se contagio una enfermedad de transmisión sexual re jodida…no sé bien como se llama pero ahora tiene todos los genitales llenos de pústulas llenas de pus…no sabes…un horror!!! Y por eso me enteré, me lo tuvo que decir porque es re re contagioso…vos sos doctora así que te imaginarás que es….pero por favor te pido que no digas nada…Sebastián se muere si sabe que te conté, pero necesitaba decírselo a alguien…no sabes como está, por suerte yo no me contagié, pero él va a estar un largo tiempo en tratamiento…podrías cuidarlo por mi en México, aunque no sé como va a seguir nuestra relación lo aprecio mucho y quiero que esté bien…me prometés que no le vas a decir nada no?-
Natalia me miraba pálida con la boca abierta
-Ehh, si si, no te preocupes! No voy a decir nada-
-Gracias Natu…no sabés como te lo agradezco…ahora te dejo-

Entró al baño y yo me fui con una sonrisa de oreja a oreja pensando…”te cagué los planes boludita” y volví a la mesa.