No odio a Pablo
No odio a Agustín
No odio mi pasado, tal vez me gustaría que hubiera sido diferente pero no puedo cambiarlo y ya en ese momento tampoco podría haber hecho algo diferente.
Cada segundo, cada paso, cada palabra, cada acción estuvo signada por diferentes factores que me llevaron a ese final.
La noche que me acosté con Agustín aunque estaba un poco entonada por el alcohol sabía lo que hacía. Tenía ganas, no sé. Me salió así. No voy a dar excusas, no le voy a buscar una explicación o un "por qué". No se puede vivir pensando y
adelantándose al futuro, te
congelás, no podrías hacer nada imaginando que cada acto puede llevarte a la ruina.
Hace un tiempo que dejé de juzgar a las personas
quizás porque mis propios actos no son para alabar pero también dejé de odiar y empecé a comprender. Todos hacemos las cosas por algo.
Hagamos un ejercicio de reflexión que utilicé muchas veces.
Seamos Pablo por un momento.
Imaginen que tienen un novio o novia (
concentrense), lo quieren mucho, tienen muchas historias, vacaciones compartidas, cumpleaños con la familia, buenos momentos.
Después de un tiempo
considerable piensan en casarse y está bien, es el paso siguiente. Imaginan una fiesta, una vida en común, buscan un departamento para mudarse, compran el cotillón y los anillos para la ceremonia. Se pelean a veces por cosas tontas, se dejan de hablar y se reconcilian.
Una pareja común.
Un día cualquiera, en cualquier lugar conocen a alguien. Ese alguien les agrada, les resulta bello, les llama la atención, sienten que les genera algo que no saben explicar en el pecho.
De repente se encuentran pensando en esa persona en cualquier parte, cuando toman un colectivo, cuando caminan por la calle, cuando un amigo dice algo o cuando
huelen su perfume. No entienden, no saben por qué desean volver a ver a esa persona y cuando lo hacen se sienten felices, alegres. Cada vez ese sentimiento se hace mas grande y no pueden sacarlo de su mente hasta que como una explosión, como una revelación se dan cuenta casi con dolor que están enamorados.
No lo pudieron evitar, pasó. Como seguir ahora? se puede ser feliz amando a otro que no es nuestra pareja? se puede tirar por la borda años de relación y toda la
organización de un casamiento?
Luchan contra ese amor, piensan que no puede ser tan profundo, tienen una vida armada y no quieren lastimar a nadie. Tratan de no ver mas a ese ser que los completa, con el que sienten que todo tiene un sentido. Se alejan, buscan en su pareja eso que los llevó a estar juntos pero nada es tan fuerte, empiezan a culparlos por no darles lo que saben que la otra persona les puede dar. Se angustian, no quieren seguir, tiene que haber una solución. Deciden, después de noches y días de ansiedad que no van a poder existir estando con la persona que no aman. Buscan a su amor verdadero, le dicen cuanto quieren estar con él y se aman, con locura, sienten que no se van a volver a separar, que nadie va impedir que estén juntos. Idean los pasos a seguir, cómo van a moverse para que nadie salga lastimado. Se angustian un poco pensando en como van a comunicarle a su pareja que algo pasó, que están confundidos, que no pueden seguir con lo planeado pero no se van a detener.
Están
decididos.
Un día, cuando falta muy poco para terminar con todo y empezar su nueva vida viene su mejor amigo o amiga y les dicen que tienen que contarles algo. Les cuentan que se sienten mal, que saben que se mandaron una cagada pero que necesitan decirles lo que pasó.
"No lo pude evitar" dice con congoja "me gustó, nos gustamos,
estábamos solos, estuvimos juntos y la pasamos bien, tenías que saberlo"
Que sentirían en ese momento?
No lo podrían creer, su mejor amigo y la persona por la que están por dejar todo tuvieron una historia y ustedes no sabían nada. Se sienten unos
boludos, se sienten defraudados por las dos personas mas importantes de su vida. Su mejor amigo sabía lo que sentían y no le importó su amistad, no le importó saber que morían por ese ser que les
dió vuelta la cabeza.
Tratan de unir los cabos, quieren entender la información que les acaban de
transmitir y todo se reduce a terror, frustración, dolor por saberse traicionados. Piensan que estaban ciegos, que estaban a punto de dejar todo por alguien que lo primero que hizo fue
mentirles. Se dan cuenta que no conocen a esa persona, que su realidad es otra, que nunca debieron dejar el camino que estaban transitando. Que fue solo una calentura absurda y desmedida.
Solo sienten bronca, consigo mismos, y con ellos. Los traidores.
No los quieren ver mas, lloran, los alejan de su vida, putean, se enojan y gritan que no quieren volver a verlos.
Se sienten unos estúpidos, casi lastiman a un ser que los
bancó, que los quiere, que es fiel, que desean tener una vida con ustedes por alguien que no vale la pena. Pura basura.
Éste es el lado de Pablo. Yo lo entiendo, es mas, hubiera hecho lo mismo, no hubiera comprendido, no hubiera querido escuchar
explicaciones.
Como verán todo depende del lado del río donde nos encontremos. Si el blog lo escribiera Pablo y contara su visión todos me odiarían. Si lo escribiera Agustín pasaría algo parecido, él tendría su lado de la historia, sus por qué, sus lógicas.
Por eso es que ya no juzgo. No existen personas malas o buenas, sólo existen mejores y peores excusas.