lunes, 9 de agosto de 2010

Seis meses en la vida

Ya no tenía rumbo, ni me interesaba. Mis acciones se iban a dejar llevar por mi estado de ánimo del día.
Que importa cuanto pensara, cuanto calculara si no iba a poder nunca obtener lo que deseaba.

Pablo se había guardado en un bolsillo las últimas ilusiones que me quedaban y Agustín llegaba como un virus a un cuerpo sin defensas.
Estaba cansada de sufrir, mejor dicho, exhausta. Los hermosos recuerdos con Pablo ya no eran tales y se habían convertido en un dolor constante en el centro del estómago, como una puntada crónica.

Muy a mi pesar empecé a espaciar mis llamadas a su celular y aprendí, no sin una angustia terrible a no contestar sus intentos de comunicación. A veces cuando me encontraba con la guardia baja, abría la puerta de mi departamento y no había fuerza que evitara que me desarmara ante su presencia.

Hay un tema de Alejandro Sanz que al escucharlo me hace remontar a mi historia con Pablo, especialmente en una oración que dice: "Me besas y me hundo y sé, que nadie en este mundo entendería, por qué queremos volver"



(No se la pierdan, si tienen tiempo escúchenla, es hermoso éste tema y tiene otra versión que es muy linda también)

Pero cuando se iba, como siempre, me odiaba a mí misma por ser tan débil y creer que todo podía cambiar y ser diferente.

Al mismo tiempo mis encuentros con Agustín se hicieron más frecuentes. Con él me dejaba llevar.

Es increíble como el amor nos limita, nos deja indefensos, nos gobierna.

Yo no sentía nada por Agustín y por esa misma razón me sentía tan bien con él. No me sentaba al teléfono a esperar su llamada, no me paralizaba horas pensando donde estaba y que estaba haciendo. No me importaba en lo más mínimo que pensaba de mí y eso me liberaba.

Cualquier hora, día y lugar eran buenos para vernos y tener sexo. Salíamos a los mejores boliches de Buenos Aires e íbamos a las fiestas más exclusivas. Acostarme de día un fin de semana y hasta días de semana era común. Muchas veces me despertaba en su cama sin entender bien como había llegado hasta ahí.
La verdad no me arrepiento para nada de esa época de arrebatos, me divertí a lo grande y tengo anécdotas super divertidas como una vez que en una super fiesta en un barrio cerrado, terminamos todos en la piscina vestidos....pero de otra casa. Varios terminaron en la comisaria, yo por suerte pude escapar a tiempo.

Al principio Agustín había intentado llevar la relación a un punto más serio pero yo no estaba en condiciones ni siquiera a pensarlo. Sé por boca de él que salía con otras mujeres aunque no sé si era verdad o lo decía para ver cómo reaccionaba.

Habremos estado boyando en ese limbo que me había creado unos seis meses. Tenía como tres vidas paralelas.
A veces Pablo con mi angustia a cuestas, muy seguido Agustín con sus fiestas eternas y mi vida tranquila y seria estudiando diseño de interiores con Caro mientras trabajaba en un estudio de abogados.

Nada dura para siempre, ni lo bueno ni lo malo. Tanto torbellino de sensaciones me había hecho olvidar mi realidad, había perdido el eje y no tenía medida.

Una noche como cualquiera Agustín me llamó para ir a un evento de una marca a la cual ellos le habían armado una campaña. Era usual que yo lo acompañara a cuanto festejo hubiera y en ningún momento se me ocurrió pensar en donde me estaba metiendo hasta que después de una hora de estar en el lugar, con la tercer copa de champagne por la mitad en mi mano, riéndome por un chiste tonto que me había hecho el Ceo de una compañía internacional con claras intenciones de llevarme a su cama, giré mi cabeza para buscar a Agustín con la mirada pero no fue a él al que vi, sino por supuesto a Pablo...a quien mas?

domingo, 1 de agosto de 2010

Donde estuve

Si, ya sé...soy una irrespetuosa. Siempre odié los blogs de historias donde te dejan colgado y me convertí en uno.
Perdón,perdón,perdón,perdón y mil veces perdón.

Ya ni sé por donde iba.

Chicos, pasaron muchisimas cosas en mi vida, no se imaginan...

Necesité un tiempo para pensar en mi presente y dejar de pensar en el ayer, pero uno nunca puede dejar su pasado, está ahí, imborrable y no sólo estaba escrito en éste blog sino marcado a fuego en mi cabeza.

Voy a tratar de ordenar mis ideas y ver si las puedo plasmar en este espacio. Estamos lejos en la historia de mi actualidad por lo que capaz voy a ir un poco más rápido, sino va a ser la historia sin fin!

Se acuerdan de Martín? el "famoso"? ...está mas loco que una cabra y cómo yo no me quedo atrás fuimos el dúo dinamita. Sacó lo peor de mí...y yo que pensé que Agustín había ganado con creces ese galardón.
Para variar Pablo está en el medio de todo, como siempre y fue el principal culpable de mi alejamiento de Martín.
Pero hasta acá voy a contar hoy porque así no van a entender nada. Ven? me tengo que ordenar urgentemente recién ahí voy a poder relatar lo que pasó.

No me odien!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ya tengo varios haciendo fila para eso...