viernes, 30 de octubre de 2009

Mi Karma

Supongamos que la reencarnación existe y en esta línea de pensamiento visualicemos cómo debe ser morir y llegar al cielo (para llamarlo de alguna manera).

Cómo sería el procedimiento?

Llegás, te abre la puerta el encargado, te dice "bien piba, volviste!, como te fue?", le contás tu vida, entrás a tu nube te tirás en un sillón a descansar cómo cuando volvés del trabajo y esperas que te vuelvan a llamar para empezar otra vida.

Ahora imaginemos el por qué de todo éste tramiterío, y presumamos que es "alcanzar la perfección" pasando por equis cantidad de vidas entonces, eso cómo sería?
Vos sentado en tu cumulus limbus tomando un trago, descansando, sentís una voz que dice:

"Lucila, presentarse en dirección por favor...",

Te vas pateando tachitos porque sabés que no te queda otra y que te faltan si o si cuatro o cinco vidas para pasar al siguiente nivel y que seguramente vas a tener que pagar por un par de cagaditas que te mandaste mientras eras Cleopatra (porque todas fuimos Cleopatra en nuestras vidas pasadas).

Te parás frente a un tribunal encargado de administrar el Karma y te dicen:

"Bueno, tenés dos opciones...o sos una mujer que se dedica a ser Vedette y hace su fama en un programa de televisión donde tiene que bailar y cantar y después se desbarranca contando sus desventuras con su ex marido futbolista y sale mostrando el culo en cuanta revista le pague dos mangos o sos una civil amante de un tipo por cinco años"

"Uf, no sé, me parece que prefiero el perfil bajo ésta vez, ser Cleopatra tuvo mucha exposición, vos viste..."

Ahí nomás te hacen firmar un par de papeles con todas las bases y condiciones y allí mismo es donde yo me pregunto, habrá un lista con un límite de pelotudos que te tengas que encontrar en la vida para compensar el karma?

Después de haber escuchado a Amalia con sus grandes ideas, Sebastián gritándome en el celular, tener de música ambiental desde la computadora de Samanta arruinándome mis canales auditivos con algo que decía...."pintaaaaameeeeeeeeeeeee, pintame la cariiiita" y el de mantenimiento con la escalera arreglando una lámpara justo encima mío tirándome toda la tierra pensé:

"En este momento debo estar pagando todas mis malas acciones de mis vidas anteriores, he cumplido con mi cometido, Dios, llevame!!!"

-Ya te llamo- le dije a Sebastián y corté

Pasé por al lado de Julio, de mantenimiento y le dije si no tenía otro momento para hacer lo que estaba haciendo, pasé al lado de Samanta y le dije que no nos castigara mas con ese ruido infernal que emanaba de sus parlantes

-Pero es Elvis Crespo!- me dijo cómo si me estuviera hablando de Pavarotti
-Ah! yo pensé que estaban matando un perro- le contesté mientras caminaba rápido hasta el baño

Cerré la puerta , llamé a Sebastián y antes de que pudiera decir algo grité

-Escuchame flor de pelotudo!, quien carajo te pensás que sos? vos y la boluda de tu madre me tienen las pelotas llenas, les prohibo que me vuelvan a llamar, entendiste o te lo repito?
-Sos una guaranga, no me extraña viniendo de vos, mamá siempre lo dijo...
-Parece que tu mamá cambia mucho de opinión ultimamente porque ayer yo era la nuera ideal, dejame de joder! están todos locos!
-Mirá Lucila...yo ya no te amo, sí? bancate que esté con otra persona y dejá de buscar excusas para que te de bola, ésto se terminó, no hay posibilidad que yo vuelva con vos...
-Jajaj! no te puedo creer, te juro que me das risa...entendé vos algo, yo ya no te toco ni con un chorro de soda...y la que no vuelve ni aunque seas el último hombre del mundo, soy yo, quedate con tu noviecita, pobre...no sabe donde se está metiendo...
-Por favor, no metas a Joanna en ésto, y que sea la última vez que le hablás así a mamá, no tenés ningún derecho!
-Sabés qué Sebastián? me hartaste, no me vuelvan a llamar en su vida, si? que te garúe finito querido! Chau!

Y le corté, me sentí bien de haberle dicho todo eso, me hubiera gustado ser mas "explicita" pero cómo siempre uno se imagina lo que podría haber contestado cuando ya está fuera de tiempo.

Por lo menos taché un par de nombres de mi lista del Karma el problema es que seguramente me iban a faltar muchos más.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Desubicada

Afuera anochecía, quedaban pocas mesas ocupadas, estaba físicamente y psicológicamente cansada y mi celular sonaba con el nombre de mi mamá repiqueteando en la pantalla, seguramente era para saber si iba a ir a cenar.

Amalia estaba colmando mi paciencia.

Me pareció tan absurdo su pedido, yo ayudarle a sacarle de la cabeza a Sebastián, una persona que ya no era nada para mi, a su nueva novia. Ni siquiera me importaba que tuviera nueva novia, ni siquiera me había afectado en lo más mínimo la noticia de que estuviera enamorado de otra persona.

Tildada en ese pensamiento no escuchaba a mi interlocutora que trataba que entendiera sus razones para semejante pedido.
Hasta donde puede llegar una madre para obligar a su hijo a hacer lo que ella quiere?

-Tratá de entenderme- me decía con énfasis- yo sé lo que es mejor para él, cómo no voy a saber si soy la persona que lo trajo al mundo?, quien más que yo puede querer que él esté bien?
-Amalia, la verdad yo preferiría no meterme, te ruego que no me pongas en ésta situación- traté de ser educada pero tenía ganas de gritarle que estaba loca
-Pero escuchame! no me puedo quedar con los brazos cruzados! se va a arruinar la vida! yo sé lo que te digo! esa chica no es para él, tiene otro, como decirlo...tiene otras creencias, otra educación!, hay cosas que no se mezclan Lucila...
-Es que...Amalia, como te lo digo sin que te ofendas...Sebastián ya no es nada para mí, no me interesa lo que haga o deje de hacer, si estoy acá con vos es por cortesía pero no porque me importe lo que le está pasando a él, entendés?
-No creo que sea así Lucila, seguramente seguís sintiendo cosas por él pero no lo querés admitir, yo soy mujer también, no necesitás aparentar conmigo...
-No estoy aparentando nada Amalia! entendelo por favor! Sebastián ya fue para mí! si?- dije impacientándome, me sacaba de mis casillas que estuviera completamente segura que no podía olvidar a su hijito
-Ok ok, te entiendo- dijo como cuando se le da la razón a un loco- pero entendeme vos a mí, nosotros somos una familia con historia, nos conocen en todas partes, tenemos un banco con nuestro apellido en la parroquia, el padre Juan viene a todas nuestras reuniones, vos lo conocés, siempre estamos para ayudar en las colectas, no faltamos nunca a la misa del domingo, somos muy creyentes Lucila...vos mejor que nadie los sabés
-Si...- dije sin entender a donde quería llegar- sé todo pero que tiene que ver?
-Que no podemos aceptar que Cheché se ponga de novio con esa chica! es de "la cole" Lucila!, mirá si se casan? que van a ser mis nietos? ...nononono, no lo puedo aceptar! Yo siempre soñé con el casamiento de mis hijos, con regalarle la mantilla de la abuela a mi nuera! con las navidades con mis nietos, las pascuas...

Estaba desconcertada...esa mujer me estaba hablando en serio? tan retrograda podía ser?

-Amalia...no entiendo cual es el problema y tampoco entiendo realmente que estoy haciendo acá hablando ésto con vos- dije agarrando mi cartera para pagar y salir corriendo a un taxi cuando tuviera la oportunidad, la verdad me parecía totalmente desubicado lo que me decía y lo que pensaba pero no iba a ser yo la que la hiciera entrar en razones
-Lucila por favor! sos la única que me puede entender! Le dije a Cheché que te iba a llamar, yo sé que a él le importa lo que vos pienses, seguramente si vos le decís que querés vovler él te va a aceptar y arreglamos todo!
-Amalia, a ver si nos entendemos de una vez- dije ya sacada- Sebastián no-me-importa! no me interesa si sale con esa chica o con el pitufo Enrique! tu hijo no me mueve un pelo! estoy enamorada de otra persona y nunca pero nunca voy a volver con "Cheché" como le decís vos...
-Esperá- me dijo sosteniendome la mano sobre la mesa- no pienses que discrimino, cada uno es dueño de seguir su cultura y su religión...pero "esa" lo quiere convertir entendés? Voy a tener un hijo judío!!!- me dijo desesperada casi con lágrimas en los ojos- que van a decir nuestras amistades!!! vos sabés como es la gente!!! justo nosotros!!!
-Amalia-dije poniéndome de pie- la verdad que vos sí que no tenés problemas eh...por favor no me vuelvas a llamar, ya no somos "familia" y buscate algo para hacer en lugar de estar organizándole la vida a los otros y un psicólogo porque tenés problemas serios...
-No te voy a permitir!
-Ok, no me permitas- dije y di media vuelta y me fuí

Ya en el taxi por fin, pensaba y no podía creer lo que había pasado. Me daba un poco de gracia la conversación que había tenido, no me cabía en la cabeza cómo en esta época todavía existiera gente que pensaba como Amalia, Caro se iba a morir de risa cuando le contara.

Me olvidé del tema relativamente rápido pero al otro día mientras estaba a la tarde en el trabajo recibí un llamado de Sebastián, dudé en atender pero tenía ganas de hablar con él para que decirle que pusiera a su madre en vereda y le dijera que no me molestara más pero no estaba preparada para escuchar lo que escuché

-Lucila! cómo pudiste hablarle así a mi madre! estás loca?!-

martes, 27 de octubre de 2009

Línea de tiempo

Hubo por supuesto días tranquilos en toda ésta historia, días que aburrida salía a comprarme ropa, días que iba al dentista, días que me vino y estaba de mal humor, días que me quedé mirando la tele, días que simplemente me quedaba en mi casa leyendo un libro.

Uno recuerda generalmente las cosas que por haber generado una reacción más fuerte que lo normal en nosotros, quedan grabadas en la memoria cómo hitos en una línea de tiempo, cómo marcados con resaltador.

En esa época de mi vida los puntos resaltados se convierten en rectas, situaciones que se suceden una atrás de otra y que decantan en un final irremediable e inmanejable. Me gustaría volver al principio de esa línea y torcerla, curvarla, cortarla y llevarla con un empujón a otro desenlace.

Escribiendo ésto me acordé de la película "El efecto Mariposa", no voy a contar toda la trama, no se preocupen, pero lo que me hizo pensar es eso de que el protagonista viaja en el tiempo e intenta reescribir la historia modificando el pasado en el punto desde donde él piensa que su vida se desbarrancó, el tema es que cuando vuelve a la actualidad se da cuenta que sus acciones tuvieron consecuencias desastrozas. Trato con ésto de convencerme, después de mucho analizar mis pasos y elecciones en esta trama, de que no había otro destino que éste para mí, no existe ni existió otra ruta o camino alternativo.

Escuchar la voz de mi ex suegra en mi telefonito fue un punto más en mi línea del destino, una gota más que iba rebalsando el vaso y si no fuera por mi autocontrol y, no voy a mentir, curiosidad, le hubiera cortado en ese mismo instante, no estaba de humor para escucharla.

-Cómo estás Amalia?- dije con desgano sentándome en el porche de mi casa
-Bien querida...y vos tanto tiempo? No te vimos más por acá...
-Bueno, es que no me parecía conveniente, con Sebastián decidimos separarnos y preferimos no vernos más, vos entendés, no?
-Si si, no lo comparto pero lo entiendo...eran una pareja tan linda...es una lástima...

La verdad no podía entender mucho que le pasaba, nunca a lo largo de mi relación con Sebastián había dicho que eramos una linda pareja, es más, nunca me había llamado por teléfono a no ser que quisiera hablar con su hijo y no le contestara el celular.
Ya con la última gota de paciencia que me quedaba le dije:

-Necesitabas algo Amalia? porque estaba un poquito apurada...
-Ay! no te quiero molestar! pero...quería tomar un cafecito con vos, necesito hablarte, yo sé que vos me vas a entender...
-Yo? pero...- lo último que quería en la vida era juntarme a tomar un café con esa mujer. Nunca nos habíamos peleado, nunca habíamos tenido ni un sí ni un no, pero no había nada, menos ahora, que nos uniera
-Por favor! hacelo por lo que tuviste con Cheché (le decía así a Sebastián desde que tenía un año, uf!)
-Pero le pasa algo a Sebastián?
-No, bueno, sí...por eso, prefiero tomar un cafecito con vos...te parece en una hora?
-Mirá Amalia, yo acabo de volver de un viaje y estoy...
-Son dos minutitos! te paso a buscar en un ratito...gracias corazón! nos vemos! ah! y mandale un beso a tu mamá que es un amor...

Me quedé sentada en el escalón de la entrada de mi casa puteando a la vida...hasta había llamado a mi casa y había hablado con mi mamá...estaba loca? seguramente quería algo, esa mujer no daba puntada sin hilo.

A la hora estaba tocando bocina. Me subí al auto y fuimos a una casa de té de la zona. Manejaba horrible, los otros conductores le gritaban cosas y tenían razón, se cruzaba de carril como si fuera la única persona en el mundo.
Cuando llegamos casi beso el suelo firme, no sabía cómo iba a hacer pero iba a tratar de volverme en un taxi.

Nos sentamos en una mesa y pedimos algo de tomar. Miraba mi reloj a cada rato, un poco porque era tarde y quería llegar a mi casa y otro poco para que se diera cuenta que no tenía tiempo

-Bueno...la escucho- dije tratando de empezar cuanto antes la conversación
-Que linda que estás!, un poco ojerosa pero estás divina- dijo poniéndose la servilleta en las piernas
-Gracias- sonreí falsamente
-Yo le decía el otro día al nene, cómo dejaste ir a una chica tan linda, de tan buena familia...
-Y bueno...son cosas que pasan...- dije impaciente, no sabía a donde quería llegar, demasiados halagos
-Si Lucilita, pero no tendrían que pasar...mirá, ahora él está obviamente confundido, no sabe bien lo que hace, pero yo creo que si hablaran y él te viera tan linda entraría en razones, tenés que hablar con él y rogarle que vuelvan a estar juntos, dejense de pavadas! por favor! ya no son adolescentes!

Con cara de no poder creer lo que escuchaba le respondí

-Amalia, es algo que decidimos entre los dos, yo no voy a rogarle nada porque creo que está bien la decisión que tomamos y ni él ni yo queremos volver...no quiero ser irrespetuosa- dije tratando de ir cortando la conversación, ya era bastante para mí- pero creo que te tenés que hacer a la idea de que ya no estamos juntos y entenderlo...(en realidad quería decirle que no se meta pero no daba)
-Bueno...voy a tener que ser sincera von vos, por el aprecio que te tengo (¿?)...Sebastián está de novio con otra chica...pero no es para él, de ninguna manera y necesito que me ayudes a sacársela de la cabeza

lunes, 26 de octubre de 2009

Hola Lucilita?

Llegamos al puerto de Buenos Aires. Hacía frío pero el cielo estaba muy azul. Tenía muchas ganas de escaparme e irme a mi casa a descansar pero Agustín y Javier creyeron que era mejor irnos para la agencia a contarles a todos la buena noticia.

Nos recibieron como si hubiéramos ganado las olimpiadas, a mí no me parecía para tanto pero seguramente era porque no estaba de humor, necesitaba dormir y dar vuelta la página, empezar un nuevo día.

En un impasse de la reunión general salí a la terraza del edificio con el celular para llamar a Caro, quería saber cómo estaba y de alguna manera aunque no pudiera explayarme contarle un poco lo que había pasado, tenía un nudo en la garganta, ganas de llorar y no sabía muy bien por qué. Agustín había sido muy claro, no tenía intenciones de darle vueltas al tema pero él no podía controlar lo que pasaba en mi interior.

Marqué el número de Caro y la llamé

-Lu! volviste!
-Si hace un rato pero vinimos a la oficina porque querían tener una reunión para contarles a todos del viaje...
-Les fue bien?
-Si, con el trabajo nos fue bien, tenemos lo que fuimos a buscar
-Que bueno!, te felicito!
-Seh...gracias
-Que, no estás contenta? pasó algo?
-Si, pasó algo pero no con el trabajo...
-Uy boluda! que te pasó?
-Me mandé una cagada Caro...grosa
-Grosa? que hiciste?...uy nena, entre vos y yo no hacemos una eh!
-Me acosté con Agustín...mi jefe
-QUE!!!!!!!! como!...Agustín no es amigo de Pablo?
-Si, es uno de sus mejores amigos
-No te puedo creer...y me contás ésto así?...
-Y como querés que te lo cuente! aparte no aguantaba más Caro! necesitaba contártelo ya! no sé que hacer!
-Y él que dice?
-Nada...dice que todo bien, que no me enrosque, que fue algo que pasó y listo, que no quiere que ésto influya en nuestra relación...
-Pero...cómo fué, quien buscó a quien?
-Es que...estábamos medio borrachos...
-Medio?
-Ok, bastante...y estábamos festejando que habíamos conseguido la cuenta en un boliche y él vino y me agarró contra una pared y...nada, que se yo...me gustó y al otro día me desperté en la cama con él y me quería matar...
-Pero que onda? vos no te habías dado cuenta que el pibe te tenía ganas?
-Es que no sé...él siempre fue muy copado, siempre me trató bien, siempre nos llevamos bien pero nunca pensé que yo le gustaba, o en todo caso si alguna vez me tiró onda pensé que era inofensivo porque es amigo de Pablo...
-Y si Pablo se entera? estás jodida con eso, no creo que le guste mucho...
-Mirá Caro, Pablo no me llamó más, fuí bastante clara la última vez que hablé con él y al fin de cuentas yo no tengo ningún compromiso , en todo caso el que está más jodido es Agustín pero por ahí tampoco...no sé bien que le pasa a Pablo conmigo, quizás fuí un caprichito o estaba confundido por lo del casamiento y fuí la imagen de su duda
-No estoy de acuerdo Lu...yo como te miraba y cómo se preocupó para que vos no estuvieras sola con mi problema...
-Si, todo muy lindo pero cuando me planté y le dije lo que sentía se volvió a escapar, ya fué, me cansó, no puedo estar atrás de un tipo así...
-Ayer me llamó...
-Quien?
-Pablo...
-Pablo! te llamó Pablo? para qué?
-Porque según él quería saber cómo estaba, si me sentía bien y bla bla bla...pero para mí quería saber de vos, bah, me terminó preguntando por vos
-Y que te dijo?
-Que por una cosa u otra no te había llamado y que te dijera que no se había olvidado de lo que habían hablado y que lo bancaras que estaba tomando una decisión...
-Eso te dijo!!! pero por qué no me lo dice a mi!!! que cagón que es!, es un forro! si quiere algo que venga y me lo diga a mí!
-Lu! pará! no te enojes! me dijo que sabía que estabas afuera trabajando y que no te quería molestar...
-Y no puede esperar a que vuelva y decírmelo! no me jodas Caro! es cualquiera!
-Bueno no sé...hacé como quieras pero yo que vos me calmo un poquito porque si hacés algo así, medio trastornada te vas a arrepentir y aparte no estás cómo para hacerte muy la ofendida, te acabas de coger al mejor amigo...
-Ah! que sutil que sos!
-Y bueno Lu...las cosas cómo son, el pibe está ahí en una encrucijada entre vos y la mujer con la que se va a casar...
-Ok ok, ya entendí....bueno, te dejo Caro, veo que hago, capaz lo llamo después cuando esté mas tranquila, ahora tengo un tornado en el cerebro...
-Dale y después contame!
-Obvio! besos...

La reunión no duró mucho tiempo más, tomé mis cosas y casi sin saludar a nadie salí corriendo a tomarme un taxi, necesitaba paz para pensar que iba a hacer.
Bajé mis cosas del coche y mientras buscaba las llaves de mi casa en la cartera me sonó el celular, atendí sin mirar nerviosa pensando que podía ser Pablo pero me llevé una sorpresa

-Hola, Lucilita?
-Amalia!!!!?????

Lo último que me faltaba, que me llamara mi ex-suegra.

viernes, 23 de octubre de 2009

La vuelta a Buenos Aires

Volvimos a Buenos Aires con una nueva cuenta bajo el brazo y un secreto escondido en la valija.

Como en el viaje de ida, me la pasé en el freeshop comprando perfumes mientras Agustín y Javier hablablan de negocios, pero esta vez era porque no quería que se me notara la incomodidad, por lo menos adelante de Javier.

Estaba arrepentida por lo que había pasado y me pesaba el hecho de tener que cargar todos los días con el recuerdo de un momento donde dejé de ser yo para convertirme en un ser irracional. No podía aceptar mi comportamiento, no entendía como me había dejado llevar de esa manera por los instintos, por una simple calentura. El deseo bloquea el pensamiento? no somos capaces de discernir que es lo que está bien de lo que está mal cuando estamos calientes?

Ésta vez viajamos en un buque donde se podía salir al exterior. Embriagada de probar tantas fragancias salí a respirar y a fumar un cigarrillo. Me apoyé en un costado y aunque estaba fresco por el viento del río se sentía bien y traté de no seguir pensando.

-Está lindo acá afuera- escuché decir y dí vuelta la cabeza. Era Agustín.

Me pidió el encendedor y se prendió un cigarrillo

-Cómo estás- me dijo sin mirarme mientras daba una pitada
-No sé...- suspiré
-Mirá Lu, no te enrosques más, sólo lo sabemos nosotros dos y si nosotros no le damos importancia se terminó el problema...por mi parte está todo perfecto, no quiero que ésto influya en nuestra relación laboral, así que no te preocupes, dale?
-Voy a tratar, que se yo, no puedo evitar sentirme incómoda...sos mi jefe Agustín
-Si, pero aparte somos dos personas con sus quilombos y que tenían ganas ese día de pasarla bien, listo, no le des mas vueltas, no tiene sentido
-Está bien, me deja tranquila hablar con vos...y con Pablo? que vas a hacer? le vas a decir algo?-dije con un dejo de temor
-No! ni loco! no puedo...me va a odiar si se entera, por favor no le digas nada...no lo va a entender...
-Pero él no es nada mío Agus, nunca pasó nada, está en otra...
-Si, pero yo sé lo que a él le pasa con vos y me cagué en eso entendés? soy un forro, pero que se yo, ni la pensé, me mandé y bueno, ahora me la tengo que bancar pero él no tiene por qué sufrir...igual Lu no quiero que pienses que soy una animal, que fué todo..., no sé...vos me gustás en serio, pero después de lo que pasó creo que me tengo que quedar en el molde, no
-...
-Que pensás?
-En serio ésto no va a repercutir en nuestra relación Agustín?
-No Lu, dale! no seas boluda! en serio! cortemosla acá...te juro que se terminó acá...de qué tenés miedo? de que te espante algún candidato? que llegue algún día a tu casa con una banda de mariachis?

Con su comportamiento y su discurso me quedé tranquila, lo veía muy despreocupado y me dió seguridad, lamentablemente con el tiempo aprendí algo que en ese momento ignoraba y que hoy lo tengo cómo una ley, "No confíes nunca en un tipo que caga al mejor amigo".

jueves, 22 de octubre de 2009

Te voy a esperar

No entiendo como después de tantos años de investigación, habiendo inventado los cohetes para llegar a otros planetas, cura para miles de enfermedades, internet e infinitas cosas más no hayan inventado algo para controlar el tiempo (eso y algo para teletransportarse, pero ya es otro tema que en este momento no nos incumbe).

Si hubiera tenido un control remoto para presionar "pause" en el momento que Diego me dijo las palabras mágicas, no lo hubiera dudado, lo hubiera dejado congelado hasta decidir bien que iba a responder. Pero en la vida real no se pueden hacer estas cosas (todavía) y sólo tenía una chance. Cualquier cosa que contestara iba a producir un cambio, en realidad Diego ya había producido un cambio cuando me dijo, para mi prematuramente, que me amaba.

A veces pienso que la vida es un juego de ingenio, entre infinitas opciones elegís la que en ese momento te parece la correcta y avanzas los casilleros correspondientes, la diferencia es que nunca podés retroceder y cambiar lo hecho (aquí necesitaríamos el control remoto otra vez para poder hacer "rewind", malditos científicos!)

Me sorprendió, y ante esa sorpresa me quedé muda

"Ouch!" pensé "queledigoqueledigoqueledigo", de ahí pasé a "quesientoquesientoquesiento" y después a un "ouch" de nuevo

-No te lo dije para que me contestes- me aclaró ante mi silencio- necesitaba decírtelo porque me siento así y en mi vida aprendí que no hay que callarse- filosofaba mientras me acariciaba la espalda- me gustaría que si vos alguna vez sentís lo mismo me lo digas porque es verdad y no porque te sentís presionada

Me alejé un poco para mirarlo a los ojos y le dije

-Es que me sorprendiste Diego, si tengo que ser sincera no me lo esperaba
-Te molesta que te lo diga?
-No! para nada! -creo que mentí, me sentía un poco incómoda- me siento halagada, yo te adoro, sos una gran persona y me siento muy bien con vos...
-Pero...
-Pero nada, eso, como vos decís quiero decírtelo con el corazón, cuando ya no tenga miedo de expresar ese tipo de cosas y me sienta segura
-Lu, por lo poco que me contaste sé que sufriste mucho por amor, pero todavía no puedo entender bien ese miedo que tenés a engancharte, a dejarte llevar...

Nunca le conté la historia completa con Pablo, sabe que estuve enamorada de un hombre, que tuve una relación pero que fue imposible llevarla adelante, pero no quise explayarme más de eso, por lo menos a esta altura de la relación. Evidentemente el está mucho mas acelerado que yo y me dejó atrás en esta carrera.

-Es complicado Diego...
-Ok ok, como te dije no te quiero presionar, pero por ahí te haría bien contarme y dejarlo salir

Suspirando le dije

-Mirá, hagamos una cosa, te prometo que cuando me sienta segura y pueda contártelo lo voy a hacer, por ahora te pido un poco de paciencia porque para mi es un poco difícil, me cuesta, es como que todavía no puedo abrirme, me da miedo...
-No te preocupes, yo te voy a esperar el tiempo que sea

Por el momento zafé, se quedó a dormir y no hablamos más del tema, pero no sé cuando le voy a poder contar todo, tengo miedo que la imagen que tiene de mí se desvanezca cuando le diga cual es mi historia y peor, cuando le diga cual es mi presente.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Expectativas

Arriba de la puerta del quincho en la casa de mi mamá hay un reloj. El domingo mientras comíamos un asado increíble que había hecho mi papá por el día de la madre no podía dejar de mirar como las agujas incansables se movían y me acercaban cada segundo al momento que no quería llegar. Conocer a la familia de Diego.

Cada tanto mi tía o mi prima me decían algo y yo tenía que despertar de mis reflexiones para poder contestarles.

En mi vida solo había conocido a la madre de dos novios que tuve. La primera había sido en la adolescencia.
Mi primer noviecito era compañero del colegio y su madre y la mía se conocían del barrio y de las reuniones de padres. Estaban chochas de ser consuegras y tanta era la confianza que se tenían que me dejaban quedarme a dormir en su casa y a él en la mía. Mi suegra de ese momento no me veía como una enemiga sino como "la amiguita" de su hijo, era todo muy simple e inocente.

Mientras fui creciendo conocí y salí con otros chicos pero nada importante hasta que la vida me puso a Sebastián en el camino. Como en alguna oportunidad conté tardó tres meses en llamarme después que nos conocimos en una fiesta en Uruguay. Estábamos tan obnubilados el uno con el otro que a la semana me estaba llevando a la casa para presentarme a su familia.

Por la inconsciencia de la ignorancia, supongo, y borracha de amor fui tranquila y feliz a conocer a su gente, a sus padres, a sus hermanos sin saber lo que me esperaba.

Los hombres en general no se hacen problema por esas cosas pero la madre no quería saber nada de una nueva novia para su hijito. Yo era la usurpadora, la que le había sacado el lugar a la verdadera novia que ella había elegido para él. Era una familia muy especial, nunca dejaron de guardar las apariencias, es por eso, que igualmente, se hizo una presentación formal y todo el piripipí que marcaban las reglas de la sociedad "bien". No fue muy amena esa reunión, aunque no me dijeron ninguna barbaridad me sentí relegada, no me hablaban, conversaban entre ellos y yo no existía. Con el tiempo fueron aceptando que no iban a poder hacer nada al respecto pero nunca tuvimos una relación muy fluida.

Por un lado por la mala experiencia que había tenido la última vez y por el otro la sensación de velocidad que estaba tomando mi relación con Diego a cada minuto mis nervios cobraban nueva vida.

Llegada la hora partí saludando a toda mi familia que seguía comiendo sin parar. Compré una tarta de manzana para no llegar con las manos vacías y como si me tirara al precipicio, llegué, cerré los ojos y toqué el timbre.

Diego abrió la puerta con una sonrisa enorme, me saludó, me tomó de la mano y me llevó hasta donde estaban todos.

Nunca conocí gente tan cordial y amable. La madre es un amor de persona, con una sonrisa eterna clavada en la cara. Me halagaron hasta el hartazgo y me trataron como si fuera una reina, igual que él. Estuvimos toda la tarde charlando sin parar, me mostraron fotos de él de chiquito y seguimos de largo hasta la cena a la que obviamente fui invitada.

No sé si es que no me lo esperaba o que esperaba todo lo contrario pero me hicieron sentir realmente apreciada.

Diego después se vino a mi casa, estaba ansioso por saber que me había parecido su familia y yo por supuesto no tuve mas que elogios y agradecimiento hacia ellos que me habían tratado con tanto cariño. Se lo veía feliz y yo también estaba contenta, había pasado la prueba con creces y ellos también habían superado ampliamente mis expectativas.

Nos abrazamos fuerte y en ese momento me dijo algo que no esperaba y para lo que no estaba preparada

-Te amo Lu-

martes, 20 de octubre de 2009

Ésto se está poniendo serio ll

El sábado Diego no se quedó a dormir en mi casa, prefirió ir a la suya para poder llegar temprano a almorzar con su familia.

Cuando desperté a la mañana siguiente me arrepentí completamente de haber accedido a ir a su casa a conocer a su madre y por supuesto a toda la parentela.

"Por qué me tengo que meter en estos quilombos?", pensé.

Cuando él me pidió ese "favor", no pude decirle que no, me sentía en deuda por lo que él había hecho por mí pero así no se hacen las cosas, conocer a la familia de tu pareja tiene que ser un momento importante, tendría que sentirme halagada por la invitación pero me sentía fastidiosa, con cero ganas de ir.

Mientras me bañaba pensaba las mil y una situaciones que podrían suceder en esa reunión y trataba de analizar mi rechazo por ir a conocer a esa gente. Que era lo que me molestaba?

Llegué a la conclusión de que todavía no estaba preparada. Para mí, dos meses, que es mas o menos el tiempo que estoy saliendo con él, es un poco apresurado para formalizar tanto, porque si alguien te inserta en su familia es como que estás formalizando no?

Ninguno de los dos somos ya unos pendejos, él tiene treinta y cinco años y yo tengo treinta para treinta y uno. No somos dos adolescentes que podemos darnos besitos en la puerta y vernos cuando nuestros papás nos dejan. "Ya nos pelamos las naranjas solos" como dice siempre Dolina.

La diferencia entre nosotros dos, por lo que veo, es que él necesita volver a sentirse seguro, volver a creer en el amor, demostrarle a su gente que pudo superar lo de su ex y que conoció a alguien con la que puede comenzar de nuevo y yo todavía no estoy preparada para todo eso, el hombre que amé siempre y por el que esperé todo eso se acaba de separar y se fué lejos con la promesa de volver. No puedo decidir ahora que es lo que quiero.

Diego por su parte parece que ya decidió, estuvo un año como zombi por la vida tratando de olvidarse de una mujer que lo consumió en cuerpo y alma. Vivieron juntos dos años y un día ella dijo que ya no lo amaba, que necesitaba a alguien que le alegrara la vida, que le dieran ganas de vivir por esa persona y parece que Diego no llenaba todos los casilleros y de un día para otro se quedó solo en la casa que habían elegido juntos, con las cosas que habían comprado juntos, con el perfume de ella en cada rincón.

Él es una persona muy buena que disfruta de las pequeñas cosas, una persona muy atenta que se acuerda siempre de tus necesidades, de lo que le dijiste, de lo que te gusta y te molesta. Si le comentaste que te encantan los gladíolos al otro día tenés los gladíolos en un florero en la mesa de tu casa. Te llama siempre y si no puede te manda un mensaje porque está ocupado. Si te ve mal o deprimida te invita a un fin de semana en el campo o a cenar a algún lugar romántico. En contrapunto es una persona bastante calma y seria, habla solamente cuando quiere decir algo y seguramente siempre es un comentario inteligente, no suele decir boludeces, de esas que te hacen reir y puede estar callado mirando al infinito por minutos y minutos.
Es arquitecto y le encanta dibujar e ir a recorrer la ciudad, observa obnubilado las cúpulas de los edificios y me cuenta las historias de los estilos arquitectónicos.

La paso bien con él, me da la tranquilidad que nunca tuve y la seguridad de que está, pero no puedo darle todo mi corazón si todavía no me devolvieron la mitad que se llevaron, necesito dar por cerrado "ese" capitulo de mi vida para empezar uno nuevo.

Cuando ya estaba decidida por llamarlo y decirle que no iba a poder ir a su casa esa tarde me llegó un mensajito de él

"Hace mucho que no estaba tan feliz. Te esperamos"

-No puedo ser tan hija de puta- pensé -no puedo hacerle ésto- y decidí ir

.....................................................................................................

Chicos, empecé a etiquetar "Historia" para lo que pasó hace mucho y "Presente" (con el post en rojo) para lo que está pasando ahora, así no se hacen lío.

lunes, 19 de octubre de 2009

Ésto se está poniendo serio

El viernes tuve una sorpresa.

Diego estaba esperándome en la puerta de mi edificio. Tenía una cara entre feliz y cómo que quería ocultar algo y no le salía.

Entramos al departamento y no pudo esconder mucho su secreto. Tenía dos entradas para el Personal Fest para ver a Depeche Mode. Yo salté de la alegría cuando me las mostró, de colgada no las había comprado y aparte porque no tenía con quien ir a verlos, la persona con la que siempre disfruté de esa música está lejos, del otro lado del mundo y supongo que psicológicamente había bloqueado ese recital.

El sábado a la tarde me pasó a buscar tipo siete por mi casa y nos tomamos un taxi para no tener que estacionar el auto, la pasé genial, a pesar de los baños portátiles que los odio!

Nos sacamos fotos con unos anteojos raros que nos regalaron y unos pañuelos fluorescentes de todos colores. La verdad es que me encantó que me haya dado esa sorpresa, me sentí querida y con la sensación de que alguien quiere verme bien y piensa en mí.

Cuando terminó nos fuimos caminando con la multitud y paramos a cenar en una parrillita a unas cuadras para poder conseguir mas tarde un taxi que en ese momento era misión imposible, pero esa no fue la complicación que yo me esperaba, el "quid" de la cuestión se planteó cuando Diego me hizo una pregunta.

" A vos te molestaría mañana*, después que vayas a almorzar a tu casa con tu mamá, venir a la mía?, me encantaría que mi madre te conociera"

No le pude decir que no...

*Acá en Argentina, el domingo, fué el día de la madre

viernes, 16 de octubre de 2009

Aquí no ha pasado nada

No pensaba en nada, sólo sentía y lo que sentía me gustaba.


Aunque la música sonaba fuerte podía escuchar su respiración y la mía, agitados, ansiosos.


En un destello de lucidez quise escapar pero mi cuerpo no respondía, sentía la boca de Agustín en la mía caliente, después en mi cuello y me perdía. Mi mano en su nuca tratando de aferrarme y traerlo más cerca de mí aunque tal cosa fuera imposible.


Tengo flashes de cómo llegamos a su habitación y como nos sacamos la ropa a tirones.


Nadie que haya bebido mucho puede decir que no sabía lo que hacía, por supuesto el alcohol desinhibe y te deja hacer lo que sobrio no harías pero miente el que dice que no tenía conciencia de sus actos. Yo sabía en que lo que hacíamos estaba mal pero era mas fuerte que yo, necesitaba más y no podía parar.


Nunca me había pasado algo así con alguien, tan de repente, tan inesperado y las sensaciones se sucedían una atrás de otra cada vez mas intenso.


El sexo sin amor puede ser igualmente espectacular, relajarte y sentir, olvidarte de tu mente, del mundo, dejarte caer en el deseo y vibrar ante cada caricia, ante cada beso y no analizar, ser solo cuerpo.


El problema de todo esto se plantea cuando tu alma vuelve al cerebro, cuando todo lo que sucedió se traduce cómo pensamientos.


Nuestro estado etílico nos dejó dormir hasta pasada las nueve de la mañana siguiente. Un par de bocinazos que venían del exterior me despertaron y un cúmulo de imágenes del día anterior vinieron a mi memoria como un baldazo de agua fría.


“Que hice?” me pregunté apoyando mi cabeza nuevamente en la almohada. Estaba desnuda y veía mi ropa tirada al costado de la cama. Agustín dormía a mi lado. El sonido del teléfono de la habitación lo hizo sobresaltar y despertarse.


Atendió, miró el reloj sin darse vuelta hacia mi y sólo balbuceó un par de afirmaciones. Colgó el teléfono y por unos segundos se quedó quieto acostado en su lugar. Se dió vuelta y me dijo:


-Estás despierta?-

-Si- atiné a decir

Nos quedamos los dos callados mirando al cielorraso

-No sé que decir- me dijo- me mandé una flor de cagada

-Nos mandamos Agus


Se incorporó en la cama y se tapo la cara con las manos


-Soy un forro!, te juro que…no sé, no sé que me pasó, no sé por qué hice esto…si Pablo se entera…


Se paró de repente y se fue al baño, escuché que abría el agua de la ducha. Diez minutos después salió y se sentó al lado mío en la cama, yo no me había movido, me había quedado pensando, tratando de entender por qué había pasado eso y tratando de vislumbrar cual sería el futuro y los pasos a seguir.

Agustín me miraba y juntaba fuerzas para hablarme


-Lu…no quiero que pienses que no me gustó, al contrario, vos me encantás y no voy a buscar excusas en el alcohol ni nada parecido…asumo totalmente la responsabilidad, no la pensé, me mandé y ahora…ahora me quiero matar

-Ya está Agustín, no podemos borrar lo que pasó, no le demos vueltas, veamos ahora cómo seguimos- dije tratando de calmarlo, él no era el único responsable como decía, yo no me había negado y no sabía por qué, tal vez lo veía como una extensión de Pablo o quizás me sentía sola y su cercanía y su interés me habían llevado a hacer lo que habíamos hecho


-Soy un boludo…pero me gustás entendes? Y no pude evitarlo…sé que es lo último que debería haber hecho y por eso me siento tan culpable…Pablo no se tiene que enterar Lu, lo pierdo como amigo, lo re cagué


Me levanté y tomé mi ropa para irme a mi habitación, Agustín me miraba esperando que yo le dijera algo


-Agus, yo no voy a decir nada, es más, voy a tratar de no hablar con él nunca más…si vos no le decís no se va a enterar y nosotros nos tenemos que olvidar…yo trabajo para vos, te acordás de eso?

-Si…

-A mi no me gustaría dejar de trabajar con ustedes pero si va a ser un problema…

-No no! No te preocupes, esto se terminó acá, no quiero que por un error se vaya todo a la mierda, olvidate…

-Ok- dije abriendo la puerta- esto quedó acá…me voy a cambiar- y me fui a mi habitación.

jueves, 15 de octubre de 2009

Cómo todo empezó a complicarse

Ahora todo parece simple, hasta obvio, cantado, pero en ese momento yo no veía las cosas tan transparentes.

Si estás metido en las profundidades del mar no podés ver toda su extensión y ahora que lo miro desde la playa puedo reparar en el horizonte.

Cuantas veces al instante de habernos mandando una cagada pensamos en cómo nos gustaría volver un instante atrás para no hacerlo? a mí me pasó miles de veces. Cuando rompés algo que querías mucho, o algo de otro, o decís cosas que no deberías haber dicho o lastimás a alguien.

Después de organizar minuciosamente cada detalle partimos hacia Uruguay. Debíamos encontrarnos con los representantes de la marca al mediodía. Nos tomamos el buque a Montevideo bien temprano. Yo me pasé el viaje en el freeshop como buena mujer y los muchachos tomando un café en el salón del bar.

Llegamos y nos instalamos en el hotel. Hasta ahora estaba saliendo todo perfecto, Agustín y Javier estaban muy contentos por el lugar de alojamiento y yo estaba quedando como una reina, me estaba luciendo y haciendo mi trabajo a la perfección.

Teníamos una habitación cada uno, las de ellos estaban juntas y la mía enfrentada en el pasillo unos pasos mas cerca de los ascensores.

Ese día no paramos, estuvimos de acá para allá viendo gente, teniendo reuniones y la noche nos encontró cansadísimos por lo que cenamos algo en el restaurant del hotel y aunque los chicos se quedaron hablando de negocios yo me fui a dormir tranquila y contenta de haber cumplido con las expectativas que habían depositado en mí.

A la mañana siguiente nos volvimos a encontrar para desayunar, estábamos un poco ansiosos porque ese día se definía si aceptaban nuestra propuesta y cerrábamos contrato. Javier no paraba de hablar por celular con gente de Buenos Aires para que le mandaran información importante y Agustín releía a cada rato los temas para la reunión. Yo por mi parte estaba un poco más relajada porque tenía todo medianamente organizado y sólo tenía que esperar que me dieran nuevas directivas para terminar de redondear todo.

Antes del mediodía ellos partieron hacia la reunión final y yo tuve un rato para recorrer la ciudad. Me compré un libro y aunque hacía frío me quedé sentada mirando al río y leyendo.

A eso de las tres de la tarde Agustín me llamó para darme la noticia

-Lu! estamos adentro!
-En serio? bien Agus! que alegría!
-Si! estoy muy contento, fue duro pero lo logramos..., escuchame, armá algo para hoy a la noche en algún restaurant para cenar, seremos mas o menos quince personas y después en algún boliche por si alguno quiere seguir la joda, si? pero que sea bastante privado y de nivel
-Ok, no te preocupes, ya me pongo a buscar

No me costó mucho encontrar un lindo lugar para cenar, pregunté en el hotel y pedí que me recomendaran un restaurant de categoría, pasé a verlo y era perfecto.

A la hora señalada estaban todo sentados, comiendo y hablando sin parar. Agustín estaba feliz y aunque no lo tenía cerca siempre hacía alguna cara o me guiñaba el ojo. Javier no paraba de hablar con el gerente de la empresa, no se podía despegar un segundo de su trabajo. Yo trataba de encarar alguna charla con las mujeres de los ejecutivos pero no le ponían mucha onda por lo que me quedé escuchando lo que hablaban los hombres y tomando un vino espectacular que habían traído para la ocasión. El aburrimiento me llevó a tomar de más y a la hora de ponerme de pie para partir sentí que el mundo me daba vueltas. No podía irme a dormir porque todavía íbamos a seguir en otro lugar que había conseguido donde nos iban a armar un vip para estar tranquilos. No fueron todos, quedamos seis de la mesa original pero debíamos seguir festejando.
Recordando mi última fiesta de trabajo, trataba de mantenerme firme y sobre todo sobria pero la situación y mis compañeros de parranda no me dejaron.

A las tres de la mañana estaba bailando sin parar en medio de una multitud saltarina. Habíamos quedado Javier, Agustín y yo, los demás se habían ido alegando cansancio. Desde lejos los veía, sentados hablando en los sillones con unos tragos en la mano pero mi estado no me dejaba distinguir bien lo que hacían. En un momento vi a Javier levantarse y saludarlo a Agustín, no le preste atención porque realmente, en mi borrachera no me importaba. Como en una imagen cortada lo vi a Agustín venir hacia mi. De repente estaba a diez metros, a cinco, a dos y en un segundo lo tenía al lado mío. Yo seguía bailando automatizada, y él me miraba desde su lugar, serio, sin decir nada, con las manos en los bolsillos.

No sé por qué, en que momento y cómo llegué ahí, pero en un instante estábamos besandonos contra una columna del boliche y ese fué el momento en que todo empezó a complicarse.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Palabras de amigo

Los días pasaron y Caro se fue recuperando. Pude ir dejándola sola y empezó a trabajar de nuevo.
Ella estaba segura, aunque no había sido necesaria la intervención, de que había hecho lo correcto.

Yo estaba mas tranquila y con unas contracturas terribles producto de toda la tensión.

Pablo a pesar de que me lo había dicho muy convencido no me llamó para hablar tranquilos y yo no lo llamé, creía que era algo que tenía que salir de él, yo ya le había dicho lo que sentía. No podría haber sido más directa.

Una tarde cuando ya estábamos apagando las computadoras para irnos a nuestras casas bajó Agustín y me preguntó si podía hablar conmigo que me quería contar algo.

Fuimos a su pulcra oficina y nos sentamos

-Decime- le dije prestando atención
-Bueno, el tema es así, hay que ir a ver un cliente muy importante a Uruguay porque estamos por hacer una campaña bastante grosa en esa zona
-Ahá
-Y me gustaría que nos acompañaras para organizar un par de cosas allá, estuve viendo y te manejas muy bien con las resoluciones rápidas y cómo vamos a estar sólo tres días necesitamos a alguien que vaya arreglando todo mientras nosotros tenemos las reuniones, imaginate que hay que cruzar un río y vos tenés que ir poniendo las maderitas para el puente
-Ja!, ok...me gustó la metáfora
-Es tal cual!, que decís? venís?
-Obvio! me halaga que pienses en mí y que me tengas en cuenta
-Buenísimo!
-Y quienes van? somos muchos?
-No, somos Javier (el socio), vos y yo
-Y cuando salimos?
-Pasado mañana, así que es algo bastante rápido, tratá de arreglar todo para salir, buscá hotel, pasajes, bueno...todo
-No hay problema, ya me pongo en campaña

Después de charlar sobre trabajo nos relajamos, Agus trajo unos cafés de la maquina y después de sentarse en su sillón de diseño me preguntó

-Cómo está tu amiga?
-Te enteraste?- dije suspirando
-Me contó Pablo todo lo que pasó
-Está bien por suerte, física y psicológicamente, o eso parece
-Que bien...y con Pablo?
-Que pasa con Pablo?- me acomodé incómoda en mi asiento, no estaba preparada para esa pregunta
-Él me contó que hablaron y bueno, la verdad es que lo veo bastante confundido...
-Confundido? por qué lo decís...?
-Que se yo, por cosas que me dijo, que no sabe que hacer, que tiene miedo de estar metiéndose en un quilombo, que se está por casar y en lugar de darle bola a la novia con los preparativos está pensando en vos...no sé Lu, a mí particularmente me parece que se están mandando una cagada

Me sorprendí de lo que me contaba Agustín con tanta soltura, no creía que supiera todo sobre Pablo y yo pero por otro lado sentí que tenía alguien con quien hablar sobre algo que me estaba carcomiendo las neuronas.

-Agus, yo no quiero meter en un quilombo a nadie, pero cada vez que nos vemos...no sé, te juro que no sé cómo manejarlo...igualmente después de lo de Caro no me volvió a llamar-dije con un dejo de tristeza

-Yo le dije que no te llame, que antes de hacer cualquier boludez que lo piense bien y que piense TODO bien...también si se quiere casar, si realmente quiere estar toda una vida con esa mujer, y se lo digo por experiencia, hace unas semanas me separé y no está bueno
-En serio??? ay Agus! no sabía, que mal!
-Si, más por el nene...pero no daba para más, es algo que nunca deberíamos haber hecho
-Pero cuando lo hiciste pensaste que era lo correcto, o no?
-Si, correcto sí, porque estaba embarazada, pero nunca sentí algo fuerte por ella, alguna vez me enamoré y sé como se siente, pero bueno...pasó todo muy rápido

En ese momento me saltó una pregunta a la mente. Agustín era el mejor amigo y conocía a Pablo de toda la vida, él podía contestar mi duda, pero el tema era si yo quería escuchar la respuesta

-Agus...vos crees que Pablo ama a su mujer?
-No sé, creo que la quiere, por algo estuvieron éste tiempo juntos, el problema es que apareciste vos y le hiciste sentir algo distinto, algo que con su mujer nunca sintió- me puse colorada y siguió diciendo- Lu, él está loco por vos...y lo entiendo, pero vos tenés que decidir también...o te jugás y hacés todo para que la deje o te alejás y seguís con tu vida, que es lo que yo te aconsejaría
-Vos crees que no vale la pena?
-Hay miles de hombres en el mundo que estarían encantados de tener al lado una mujer como vos...te lo digo cómo integrante de la raza masculina, yo sé de que hablo, vas a ir justo con uno que no te puede dar nada?

Lo que Agustín me decía me retumbaba en la cabeza. Él era su amigo y sabía de qué hablaba, ahora tenía que decidir, todavía no habíamos puesto las fichas sobre la mesa y no tenía nada que perder

-Tenés razón Agus...me parece que no vale la pena

martes, 13 de octubre de 2009

Fin de semana largo

Estuve desaparecida porque me tomé el fin de semana largo. Necesitaba descansar y despejarme.

El viernes cuando prendí el celular tenía un mensaje de Pablo, solamente decía:

"Estoy subiendo al avión. Besos"

Todo el día estuve con dolor de cabeza, como si me pesara. Una compañera me dijo que estaba ojeada, pero no creo en esas cosas, yo sabía por qué estaba así.

Pensé en llamarlo para ver cómo había llegado, si se había encontrado con su amigo, si había viajado bien pero no me animé, creí que después de esa conversación iba a estar peor, cómo vacía.

Nunca les hablé de la persona con la que estoy ahora porque no quiero adelantarme a la historia pero sí les voy a empezar a contar del presente.

Vamos a llamarlo Diego, prefiero no poner su nombre real.

El viernes a la tarde presintió que yo no estaba bien y me propuso tomarnos el fin de semana lejos y a mí se me ocurrió ir a visitar a Caro que está viviendo hace poquito en Rosario donde está toda su familia. Allá consiguió un trabajo muy bueno y no dudó un instante en mudarse.

Caro no conocía a Diego y me pareció una ocasión genial para juntarnos y descansar. Por suerte se cayeron muy bien mutamente y con unos días espléndidos pudimos disfrutar del sol y del río.


-Boluda! este chico es un amor!- me dijo Caro en un momento que fuímos al baño juntas, como buenas mujeres
-Sí, la verdad que sí...
-Por qué lo decís así? pasa algo?
-Es que tengo mucha bronca Caro...estoy con una persona buenísima, divina, que realmente me gusta y no puedo dejar de pensar en Pablo...soy una idiota!
-Bueno Lu...fue mucho tiempo, es obvio que te va a costar, más con lo que está pasando ahora
-Que hago Caro?, no puedo estar así, no está bien!
-No hagas nada, va a pasar lo que tenga que pasar, ahora Pablo está allá y vos acá con Diego, hacé tu vida
-Sí, es fácil decirlo...
-Ya sé que es jodido Lu, pero tampoco te queda otra...que vas a hacer? lo vas a ir a buscar a Australia?
-...
-Ni se te ocurra!

viernes, 9 de octubre de 2009

Elecciones

La vida es un constante elegir. Ir para la izquierda o la derecha, asistir a un lugar o no, frutilla o chocolate, lo llamo o no lo llamo. Cualquier opción nos cambia la vida, o no, tal vez está escrito en nuestro destino y las opciones son ilusiones de libre albedrío.


El día que me fui corriendo de la casa de Pablo al no ver una respuesta a mi confesión de amor podría haberme quedado, podría haberlo tirado sobre la cama y haber hecho el amor toda la noche, podría haber rogado para que se decidiera por mi amor pero no, elegí escapar.


Valía entonces que ahora me arrepintiera?


Pablo sentado en la silla de ese bar, hace cinco años, mirándome de frente, parecía estar dándome la supuesta respuesta de un final feliz.

De infinitas probables situaciones me marcaba la correcta, la que tendría que haber abierto las puertas del cielo.


Por un instante pensé en esquivar el destino, y si salía por la puerta equivocada?, que sucedería si yo tocaba el botón que por lógica o razón nunca hubiera pensado tocar?


-Entonces dejala- dije desafiante, un poco para presionarlo y otro poco por ilusa


Me miró sin pestañear. Si no esperaba esa salida de mi parte no se notó. Yo también lo miré, tratando de mantenerme firme sin que se me notara el calor que me subía por las mejillas.


-Me lo decís en serio?- dijo imperturbable, era solo una pregunta, ninguna emoción asomaba entre sus palabras


Otra vez tenía que elegir. Mantenerme en mi posición o volver al camino amarillo.

No llegué a contestar que él replicó


-Decime que esto es verdad, que lo que sentimos no es pura calentura, decime que no es un capricho.

-Yo sé lo que siento Pablo…pero no puedo hablar por los dos…no sé si lo que vos sentís por mi es real o es un capricho

-Tengo miedo- dijo sincerándose mientras mi teléfono comenzó a sonar.


Atendí, era de la clínica, me llamaban porque había habido una pequeña complicación, me dijeron que no me asustara pero que fuera así me explicaban los pasos a seguir. Sin dejar de hablar me levanté como un tornado y le hice señas a Pablo para que pagara mientras yo iba a ver que pasaba.


Cuando llegué tuve que esperar un rato hasta que vino el médico. Me dijo que no habían hecho el procedimiento porque entre la última ecografía que habían hecho y la de hoy no se veía el embrión, que era muy probable que hubiera habido una perdida pero el problema se planteaba porque había comenzado una infección porque no había expulsado los tejidos y habían tenido que hacer un raspado.


Aunque no me parecía bien me dijeron que se tenía que ir a su casa porque en ese lugar no había habitaciones para que se quedara internada, que cualquier complicación me comunicara con ellos.


Nos llevamos a Caro a su casa, Pablo me ayudó y se quedó dormida. Cuando estábamos saliendo de la habitación le sonó el celular y escuché que decía:


-Si…en una reunión no puedo hablar ahora….sí, más tarde voy para allá….te dije que sí!...ok, chau

-Era ella?

-Si, me tengo que ir

-Ok

-Tenemos que hablar tranquilos Lu…

-No sé si va a funcionar Pablo

-Ahora no es el momento, te llamo y hablamos.- y me abrazó, fuerte, y lo sentí tan cerca y tan mío que no quería que se fuera pero no pude pedírselo, lo ví subirse al auto y pude imaginar el futuro…siempre iba a ser así.

jueves, 8 de octubre de 2009

Hace un rato

-Me voy hoy a la madrugada, quería despedirme
-Ya? pensé que tenías cosas que arreglar, trámites, no sé
-Ahora tomarse un avión es como viajar en subte al microcentro, en unas horas voy a estar del otro lado del mundo
-Pero...dejás todo así...no sé, no me parece muy premeditado, estás acelerado Pablo, no estoy de acuerdo con lo que estás haciendo
-La única razón por la que me quedaría sos vos, querés ser mi razón para quedarme?
-No puedo ser tu razón
-Entonces me tengo que ir, va a ser lo mejor para los dos, te voy a extrañar Lu...
-Pablo...
-Si?
-Vas a volver?
-No sé
-Ok, me gustaría saber de vos en algún momento, me escribís?
-Es lo que querés? estás segura? te sirve de algo?
-No sé, pero siento que una parte de mí se muere con tu partida...
-Estás llorando?
-Si
-Vas a decir lo que estoy esperando que digas?
-...
-...
-...
-Chau Lu...
-...

Sala de espera

Nos fuimos juntos al bar a esperar. Nos sentamos sin hablarnos. Yo estaba nerviosa por lo de Caro pero aparte me sentía inhibida por Pablo. Era una mezcla de timidez y emoción por sentirlo cerca y saber que se preocupaba por mí. Lo miraba y pensaba que destino torcido nos había llevado a esa atracción que insistía en ponernos uno al lado del otro.

-Estás bien?- me preguntó mientras se sacaba el abrigo y lo colgaba en la silla
-Si- dije sonriendo, tratando de parecer tranquila- gracias por acompañarnos...- iba a decir "acompañarme", pero no quería que él creyera que yo creía que lo hacía por mi (pensamientos retorcidos femeninos)
-No quería dejarte sola, cuando te llamé te sentí muy angustiada (ouch)
-La verdad que sí, estaba, mejor dicho estoy , muy angustiada, mas que nada porque es sabido que éstas cosas se pueden complicar, pero vos no tenías ninguna obligación de venir...
-No te preocupes...
-No tenés que irte a trabajar?
-Hoy es un día tranquilo y puedo manejar mis tiempos, aparte el jefe soy yo, asi que...
-Ja! es cierto, quien te va a decir algo?- en ese momento pensé en su novia, no sabía si jugarme y preguntarle pero pensé que no tenía nada que perder- y tu novia? que le dijiste a ella?

Me miró fijamente, fueron años hasta que salió una respuesta de su boca, no sé si porque no quería hablar de ella conmigo o porque buscaba cómo decirme lo que yo no quería escuchar

-No sabe...no tiene por qué enterarse, es algo que hago para ayudar a alguien- dijo un poco incómodo- supongo que piensa que estoy trabajando

Lo miré sin saber que decir

-Veo que no te gusta mucho este tema, si queres hablamos de otra cosa
-No tengo drama de hablar de ella si vos querés...puede ser que con vos me sienta raro hablando de mi...novia
-Y por qué te sentís raro conmigo?- dije sabiendo que lo pinchaba con esa pregunta pero necesitaba respuestas
-No sé por qué, siento algo con vos que no puedo identificar...o me niego a identificar

Miré para abajo con vergüenza, la cara se me pone roja con facilidad, no lo puedo ocultar

-Desde que te conocí que siento ésto...primero me acordaba de vos y sonreía sin pensar mucho en el tema, pero cada vez fue creciendo y un día me di cuenta que me despertaba pensando en si te iba a ver, pero después caía que mi realidad era otra y me negaba a mi mismo lo que sentía...
-Sirve que me digas todo ésto? por qué lo hacés?
-Porque quiero que sepas como son las cosas, ese día que te fuiste de mi casa como poseída estuve a punto de irte a buscar, de correr y decirte que no me importaba nada, nunca dejé de pensar en vos, pero el tiempo fue pasando y...hay cosas que no se pueden parar...
-El casamiento?
-Esa es una, no sé Lu...no puedo tirar a la mierda todo lo que tengo con una persona porque de un día para otro conocí a alguien que me partió el cerebro en dos...puedo dejar todo un proyecto por algo que apareció de repente y no sé cuanto va a durar?
-Pensaste mucho veo...- dije dolida- entonces no le veo la razón a que estés hoy preocupado por mí
-Que yo razone esas cosas Lucila no quiere decir que pueda evitar sentir lo contrario
-Y que es mas importante Pablo? porque tu razonamiento te lleva a pensar que lo correcto es seguir con algo que proyectaste antes de sentirte así vas a seguir adelante? a pesar que sientas cosas por mí y no por la mujer con la que te vas a casar?- dije levantando el tono, las palabras me brotaban como una catarata sin pensar, me abrumaba el hecho de no poder entender su negación con lo que le pasaba
-No somos animales Lucila, hay códigos, hay formas de proceder, tengo una historia con ella y un plan de vida, no la quiero lastimar y no veo la forma...te juro que pensé las mil maneras, pero no sé...estoy muy confundido
-O sea que tu lógica es ser infeliz con ella para no hacerla infeliz a ella, es así? y vos pensás que ella va a ser feliz con alguien que no la quiere?- dije enojada
-No sé...- dijo abatido- no sé, pero...que tengo con vos? ni siquiera sé si vos sentís algo por mí, nunca quisiste hablar claramente de lo que nos pasa, siempre esquivas el tema
-Que esquivo el tema? Pablo, te lo dije esa noche en tu casa...y así como te lo dije al no tener respuesta tuya, solamente te quedaste en silencio me tuve que ir...que mas querías que te dijera? No puedo creer que estemos hablando de esto en este momento...- dije frustrada poniéndome una mano en la cara
-Sabés que me hubiera gustado que me digas?
-No, no sé-dije suspirando
-Que la deje...